Culturalmente, en países como la India, la albahaca es considerado un ingrediente sagrado; en Europa, concretamente en Italia, es un símbolo de amor, y en España, en Bolaños de Calatrava, la albahaca es símbolo de sus fiestas patronales, conocidas popularmente como “Fiestas de la Albahaca”.
Las hojas de albahaca podemos encontrarlas en el mercado frescas o secas. Su sabor difiere entre ellas: las hojas frescas tienen un sabor que recuerda al clavo, mientras que las hojas secas tienen matices similares al curry.
En su aplicación en la cocina, las hojas de la albahaca pueden utilizarse en la preparación de ensaladas, guisos, pastas, salsas (muy popular en la salsa italiana pesto genovés), platos de carne, pescado, mariscos, verduras y en combinación con otras especias. Se recomienda utilizarla en pequeñas cantidades porque al cocinarse su sabor se potencia notablemente.
La albahaca podemos encontrarla en tiendas de alimentación, aunque cada vez son más los foodies los que deciden cultivar albahaca en su propio domicilio.
En su conservación tendremos que tener en cuenta: para las hojas frescas se aconseja almacenarlas en un recipiente de cristal con aceite de oliva (en ningún caso se recomienda conservarlas en la nevera), mientras que las hojas secas deben guardarse en un recipiente cerrado donde no haya humedad.
Con respecto a sus propiedades medicinales (muy apreciadas en la antigüedad en países de Oriente), la albahaca es una planta digestiva, que activa el sistema inmunológico, fortalece el sistema nervioso, combate el acné y calma irritaciones cutáneas, entre otros.
Fuente: Gastronomía.com
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