El origen del nihonshu (popularmente “sake”) es a día de hoy, aún incierto, y hay en torno a esta bebida muchas versiones. Una de ellas sostiene que fue introducido de China tras la incorporación del cultivo del arroz en Japón.
Lo curioso de esta bebida es que antiguamente en su proceso de elaboración, las sacerdotisas masticaban el arroz cocido para que su saliva aportara azúcar al proceso. Cuando esta primera fase había concluido, posteriormente se continuaba con la fase de fermentación del arroz a partir de levaduras de origen silvestre. Al cabo de muchos siglos y con una técnica de producción más pulida y evolucionada, el sake llegó a considerarse una bebida noble y sagrada.
Los ingredientes utilizados en su elaboración son arroz, agua, levadura y koji (es un hongo que se cultiva en arroz cocido al vapor). Aun siendo estos los ingredientes base de la receta del nihonshu, en la actualidad existen muchas variedades según los ingredientes que se utilicen en su elaboración y de la técnica empleada.
Por lo general, el nihonshu es una bebida fuerte, espesa y ligeramente dulce. En Japón, dependiendo de la época del año y del alimento que vaya a consumirse, puede servirse caliente, frío o templado.
Debido a su popularidad internacional, no nos resulta difícil encontrar esta bebida en tiendas de alimentación especializadas en productos asiáticos.
Fuente: Gastronomía.com
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