¿El sabor del vino se ve afectado por la forma de la copa? ¿Es verdad que se debe dejar al vino respirar al abrir la botella antes de tomarlo? Estas son algunas preguntas que la American Chemical Society decidió dar respuesta.
La American Chemical Society, o Sociedad Estadounidense de Química, es la agrupación de científicos con más miembros en el mundo. En total, más de cien mil químicos son parte de este grupo enfocado en estudios y descubrimientos.
Para poder informar mejor a la gente sobre la química que los rodea, esta agrupación posee un canal de YouTube en donde explican fenómenos del día a día referentes a la química.
En el video de esta semana, Reactions – el nombre del web show – dio a conocer 7 mitos y verdades tras el vino:
La forma de la copa afecta el sabor
Esto, según comprobó La Sociedad Estadounidense de Química, es verdad. Según los expertos, el tipo de copa ayuda a concentrar el aroma, y así potenciar la experiencia al momento de tomar vino. La mayoría de los sabores que las personas describen al momento de probar esta bebida – chocolate, fruta, etc – no son sabores, sino olores. Las copas anchas hechas para tomar vino ayudan a que estos aromas lleguen a la nariz de mejor forma, dándole más espacio a las moléculas del aroma para expandirse y dispersarse en el aire de la copa.
Además, indican, existen cambios químicos que ocurren cuando el vino interactúa con el aire.
En el caso del vino blanco, éste necesita menos espacio para dispersar su aroma, por esto las copas son más delgadas.
Se debe oxigenar el vino moviendo la copa y sorberlo para obtener su mejor sabor
Esto, indican, es verdad. Para aumentar el aroma el líquido debe “airearse” y liberar los componentes para que la persona pueda percibirlo y experimentarlos. Sorber el vino ayuda a que las moléculas del aroma suban por el pasaje que conecta la boca con la nariz. Así, indican los expertos, es posible experimentar el sabor del vino en su totalidad.
Los distintos sabores que describen las cartas están realmente en el vino
Cuando un vino es descrito como que tiene sabor a cierta fruta o a tabaco, por ejemplo, no quiere decir que el vino tenga estos elementos, sino que las moléculas que posee comparten estos sabores. Estos componentes vienen de las uvas utilizadas para hacer el vino, de la levadura en la que fue fermentado y de los barriles en donde el vino envejeció.
Dejar al vino respirar
Esto, indican en el video, depende. Algunas personas dejar reposar el vino tras abrirlo o lo vierten en un decantador. Esto es especialmente útil si el vino tiene más de 5 años, pues puede tener sedimentos que si se ingieren, pueden dejar un sabor amargo en la boca. Para los vinos no tan añejos, no vendría a ser necesario.
Según explica, decantar los vinos era importante cuando éstos tenían dióxido de azufre en ellos y era recomendable esperar a que se evaporara, pero ahora este componente no se utiliza tanto.
Entre más costoso, mejor es el vino
Si bien indican que hay una diferencia – se escogen mejores uvas y son tratadas con mayor cuidado – los expertos indican que esto tiene mucho que ver también con el gusto personal.
La temperatura es clave: Servir el vino tinto a temperatura ambiente y el vino blanco frío
Según la American Chemicals Society, es probable que la mayoría de las personas sirva el vino a una temperatura errónea. La temperatura, indican los expertos, es una forma de medir cuán rápido las moléculas se mueven. Al moverse rápido, el aroma escapa al aire y entra más fácil a la nariz, mientras que un vino más helado tiene menos sabor. A temperatura ambiente, indica, entrega un sabor más delicado, mientras que el vino tinto más cálido puede que sea de un olor muy fuerte para tomar.
Las temperaturas perfectas son servir el tinto entre los 15 y los 18°C, mientras que el blanco se sirve de 4 a 10°C.
Una buena fórmula para realizar esto es: Quince minutos antes de que lleguen invitados a comer, sacar el vino tinto del refrigerados para que repose y en ese momento dejar el vino blanco para que se enfríe.
Vino tinto con las carnes rojas y vino blanco con el pescado
Esta regla, según los expertos, está un poco obsoleta ahora debido a la gran cantidad de variedades de vinos que existen. Lo más importante, señalan, es tratar en emparejar el vino con la salsa o con el acompañamiento en vez de con el plato principal.
Fuente: 7 wine facts & myths.
Autor: D. Silva
Vía: La Tercera
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