Imagen de las damas de la gastronomía navarra en el homenaje recibido en Iruñea. (REYNO GOURMET)
El Hartza, situado a pocos metros del frontón Labrit, fue el primer restaurante del Estado gestionado exclusivamente por mujeres que recibió una estrella Michelin. Aquel reconocimiento llegó en 1982, cuando sus propietarias, las hermanas Manoli, Julia y Juana Mari Arza, ya habían conseguido que este local fuese conocido y reconocido incluso fuera de Nafarroa. Ir a comer al Hartza era todo un acontecimiento, al igual que lo era ir al Josetxo o al Rodero, otros dos restaurantes de Iruñea en los que las mujeres han tenido un rol determinante.
Las hermanas Mari Carmen y Raquel Elizari se encuentran tras el éxito del Josetxo, un restaurante que nació en la calle Estafeta y luego se trasladó al Ensanche. Ambas tomaron el testigo culinario de Felisa García, una cocinera extraordinaria que logró la primera estrella Michelin en Nafarroa, allá por el año 1974. Después de dedicar toda su vida al restaurante, las dos hermanas han transmitido este legado a sus hijos.
Resurrección Armendariz, conocida como Resu por todo el mundo, no es cocinera, pero es una dama de trato sencillo y elegante que todavía hoy, a sus 80 años de edad, continúa ayudando a sus hijos en el Rodero, tomando las comandas en el servicio de mediodía y agradando a antiguos y nuevos clientes con su trato exquisito. También este restaurante ha sido reconocido con sucesivas estrellas Michelin desde el año 1978.
Las otras damas de la gastronomía navarra homenajeadas por Reyno Gourmet no tienen sus locales en Iruñea, pero se encuentran a menos de media hora en coche de la capital navarra. Uno de ellos, Venta de Ultzama, está rodeado de montañas en pleno puerto de Belate, y fue allí donde su propietaria, Felisa Goñi, estuvo gestionando este caserón durante más de medio siglo. En el año 2009 recibió la Medalla de Oro al mérito en el trabajo por su trayectoria y dedicación a un local referencial en la ruta de Iruñerria a Baztan.
Otro local de renombre es el Beti Jai de Agoitz, y fue también una mujer, María Dolores Huerta, quien logró darle prestigio tras convertir una fonda de pueblo en un referente gastronómico que sobrepasó las fronteras de la comarca del Irati. De su madre aprendió los secretos de la cocina tradicional, a los que unió su deseo por la innovación, consiguiendo así un éxito que parecía imposible cuando comenzó a dar los primeros pasos.
El Túbal de Tafalla tiene cierto paralelismo con el Beti Jai. La cocinera Atxen Jiménez también heredó de sus padres la destreza para obtener de los fogones todo el sabor de la antigua cocina, a la que agregó un toque personal e innovador. Además, convirtió un pequeño local en un gran establecimiento, donde ella misma atendía la sala con su eterna sonrisa, amable conversación y el sonido del piano.
Durante el homenaje de Reyno Gourmet, el alcalde de Iruñea, Joseba Asiron, recordó aquel lejano día sanferminero que fue a «sombra» a la plaza de toros y tuvo la suerte de compartir con Atxen Jiménez los bocadillos de ajoarriero que ella misma había preparado. Aquella tarde a Asiron se le olvidó hasta quién toreaba, según confesó él mismo entre las risas de los invitados que llenaban el salón del Nuevo Casino Principal. Y es que el ajoarriero que degustó tenía el toque de una cocinera que logró estrellas Michelin a lo largo de quince años.
Todas estas mujeres han mostrado su agradecimiento a Reyno Gourmet, la marca que ampara los productos agroalimentarios con certificación de calidad de Nafarroa y que agrupa a casi un centenar de empresas. «Hemos cumplido diez años –recuerdan desde Reyno Gourmet– y queríamos hacer algo especial. La empresa Eboka, Marketing Gastronómico y Agroalimentario y la divulgadora gastronómica Cristina Martínez (Garbancita) nos propusieron la idea, pero no por los diez años sino como un evento más. Pensándolo en el equipo decidimos aceptar la idea para celebrar nuestros diez años y homenajear a estas mujeres y el producto local».
IÑAKI VIGOR
Fuente: Naiz: denda
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