Los cambios en nuestra alimentación se van dando muy poco a poco, pero no cesan. Al hablar de tendencias gastronómicas, eso sí, conviene tener claro que siempre conviven las de, al menos, cuatro categorías: las incipientes, las que parece que si pero al final no, las que se han asentado y las que empiezan a diluirse. Esta recopilación de ideas, por lo tanto, no es más que una extensión de lo que ya publicamos en 2015, 2016 o 2017. Porque entonces ya hablamos, por ejemplo, de quinoa, cebiches, productos ecológicos, insectos o aplicaciones para móviles.
Todo eso va a seguir presente, en mayor o menor medida, a lo largo de 2018. Pero ya sea en lo referente a la salud, la tecnología, el hedonismo o el márketing, ya han aparecido otras tendencias que hemos identificado y analizado gracias al buen ojo de expertos como Manuel Gago, Elia Fernández o Santi Rivas, y también a la labor sistemática de observatorios como Innova Market Insight (IMI) o AZTI Tecnalia.
1. La alimentación consciente
Nuestras decisiones gastronómicas se basan, cada vez más, en tres factores: la salud, la sostenibilidad medioambiental y la responsabilidad social. Queremos que nuestra alimentación nos haga vivir más y mejor, pero también que eso sea compatible con el respeto a los animales, los ríos o los mares y, si puede ser, que repercuta positivamente en la economía del lugar donde vivimos. IMI sitúa las mindful choices como la principal tendencia de 2018 y en AZTI hablan de "productos y servicios que ayuden a reconciliar los impulsos consumistas" con el deseo de sentirnos bien. Algo que varía en cada caso, claro.
2. Semillas y berries: los colores al poder
Basta con echar un vistazo a Instagram para ver que entre los platos que más triunfan siempre hay productos de colores llamativos: salmón, aguacate y, cada vez más, también frutos rojos y semillas. "Sobre todo de chía, cáñamo y lino", apunta Elia Fernández, directora del podcast Mañana Empiezo. Pero muchos de quienes optan por ingredientes llamativos (y a la vez saludables) no lo hacen correctamente: "Las semillas de chía y lino solo se digieren si las trituramos antes. Tienen muchas propiedades que a veces desconocemos, como el omega 3, pero los que suben esas preciosas fotos con las semillas enteras se las están perdiendo".
3. Todo como a mí me gusta
AZTI también destaca la "hiperpersonalización" como una de las principales tendencias de este año. Pero, ¿en qué consiste eso exactamente? La clave es que "cada consumidor quiere sentirse único y ser servido como tal", lo cual lleva a las empresas a ampliar su gama de productos para poder ajustarse mejor a las preferencias de cada uno. Ya no solo hablamos de artículos específicos para celíacos o intolerantes a la lactosa. ¿Os habéis fijado, por ejemplo, cuántos tipos distintos de Coca-Cola o de yogures hay en el mercado? Y si podemos comprar algo que fabrican en el pueblo de al lado y que llega a poca gente, ¡mejor que mejor!
4. La enésima revolución tecnológica
El periodista gallego Manuel Gago cuenta que hace poco, en una gran superficie de electrodomésticos, contó ¡casi 60 modelos diferentes de tostadora! "El espacio que estas tiendas le dedican a los gadgets de cocina ha crecido por dos razones", explica. "Los programas de televisión han ayudado a que más gente se anime a cocinar, pero es que además el gran uso que hacemos de los móviles y de las aplicaciones también está llegando a los cacharros de cocina, pudiéndolos programar y controlar desde el propio teléfono".
Una tendencia en la que también caben la realidad virtual (probada ya en restaurantes como Sublimotion o Etxanobe) y la realidad aumentada, una tecnología que, según AZTI, ofrece "posibilidades en el ámbito del marketing experiencial digital a través del packaging". Las tan anunciadas impresoras 3D, sin embargo, parece que no acaban de llegar a las casas...
5. #RealFood
Ya estamos acostumbrados a que dos tendencias aparentemente antagónicas coincidan en el tiempo y 2018 no va a ser una excepción. Mientras llenamos nuestra cocina de electrodomésticos que nos ayudan a tecnificar aún más nuestros platos, hay gente que apuesta por la (supuesta) comida real. "Se trata de comprar comida de la forma más parecida posible a cómo está en la naturaleza", dice Elia Fernández. "Su lema es 'más mercado y menos supermercado', hablan de la epidemia de los ultraprocesados y suelen cocinar carnes y pescados a la brasa, a la parrilla o a la plancha, acompañados de verduras servidas de la forma más natural posible".
6. El auge de la sidra
Los dietistas-nutricionistas no se cansan de repetir que el alcohol no es bueno para la salud, pero por el momento seguimos sin hacerles tanto caso deberíamos. Nos sigue gustando comer con vino, salir de cañas y, de vez en cuando, disfrutar de un buen cóctel. ¿Hacia dónde vamos, entonces? En el mundo del vino no hay unanimidad acerca de si los rosados y los jereces están realmente de moda, pero sí en que, como apunta Santi Rivas, del Colectivo Decantado, va a crecer la oferta de vinos por copas y se va apostar por vinos menos alcohólicos.
Pero como en el sector de la cerveza cuentan con una clientela fiel y (seguramente) ya no saben qué más inventarse, todo apunta a que en breve vamos a presenciar el despertar de la sidra, tanto en su versión tradicional-asturiana como en formatos más modernos, similares a los que llevan años triunfando en el Reino Unido.
¡Puxa Asturies! / GETTY
7. El café y el té saltan de la taza
El informe anual de Innova Market Insight confirma que mientras que el café (en cápsula) ha seducido a los millenials y a la llamada generación Z, el té ha conservado su imagen de infusión saludable. Pero no nos basta con bebérnoslo frío, caliente o combinado con todo tipo de ingredientes: también vamos a empezar a comérnoslos en forma de barritas energéticas, yogures o mermeladas.
8. Una vida llena de snacks
La Vida Moderna es refunfuñar cuando tu madre te metía una fiambrera de macedonia en la mochila y, años después, comprar de manzana cortada y envasada en la máquina de vending del trabajo. ¡Quién te ha visto y quién te ve! Pero ojo, que no todos los snacks son tan maravilloso como parece. Comprar fruta fresca ya cortada o vegetales deshidratados es una opción bastante saludable (pese a la tacha del residuo que genera), pero Elia Fernández alerta sobre los snacks de guisantes, soja o patatas al horno, que a menudo contienen gran cantidad de grasas saturadas. En cualquier caso, IMI ha detectado un aumento del 25 % en la oferta de este tipo de productos, consumidos ya como pequeñas comidas en sí mismas.
9. El Big Data ya está aquí
Descubres canciones gracias a las listas que Spotify diseña especialmente para ti y, si te lees este artículo hasta el final, verás una lista de noticias sugeridas que, muy probablemente, te interesarán. Cuando consumimos de forma digital dejamos rastro y toda esa información, ordenada y bien analizada, es oro puro para quien la tenga. "Este año se ha producido un movimiento importantísimo en EE UU: la compra de la cadena de supermercados Whole Foods por parte de Amazon", cuenta Manuel Gago. "Eso va a transformar nuestra forma de adquirir productos de alimentación doméstica. Aunque no nos demos cuenta, el Big Data ya se está utlizando en nuestra vida cotidiana y cuando los supermercados y los restaurantes empiecen a compartir su información se va a notar en todo lo relacionado con nuestros hábitos".
10. Los restaurantes, en un cruce de caminos
Las técnicas modernas, el boom de la hamburguesas gourmet, las mesas sin mantel, los gastrobares, la comida a domicilio, los food-trucks... El mundo de la restauración lleva años reinventándose, pero lo cierto es que en este momento cuesta distinguir una tendencia que prevalezca sobre el resto.
Los grandes clásicos están recuperando cierto protagonismo y cada vez hay más locales que apuestan por la combinación de cena y espectáculo, pero ningún concepto se está imponiendo claramente. Quizás sí se está poniendo más en valor al restaurante que actúa como templo, como remanente cultural y como lugar en el que se trata a los alimentos mejor de lo que cualquiera puede permitirse en casa.
"Yo tengo la sensación de que estamos en una especie de impás", apunta Manuel Gago. "La oferta se ha diversificado en todo: precios, origen de los platos... Creo que todo el mundo está esperando la llegada de nuevos módelos y nuevas fórmulas".
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