Hay de multitud de ingredientes, sustancias químicas, agentes, fármacos, técnicas, pensamientos, actitudes, conductas, etc…que pueden aumentar nuestra líbido, que pueden mejorar nuestra sexualidad o que hipersensibilicen nuestros sentidos. Aún así, nada funciona si no existe intención.
La sexualidad implica mucho más que el coito, implica gozar y sentir plenamente con todas las posibilidades que nos ofrece nuestro cuerpo. La sexualidad se aprende y es con la curiosidad y el deseo como podemos alimentarla.
Tenemos multitud de armas para disfrutar de nuestra sexualidad y entre ellas están nuestros sentidos, para disfrutarla con mayor intensidad.
Si se quiere llegar a una vivencia humanamente integral de la sexualidad, el gusto es un factor muy importante.
Lo afrodisíaco: ¿Mito o realidad?
Existen las dos cosas: el mito y la realidad. Científicamente, no está tan comprobado que un producto en sí mismo sea afrodisíaco sino que realmente hay otros muchos factores que influyen en que ese y estimule las ganas. Entre esos factores encontramos:
- La compañía de la pareja.
- El entorno donde nos encontremos.
- El lugar o la hora a la que se produzca el encuentro.
- Nuestro cerebro es nuestro principal órgano sexual
Los estímulos que podemos recibir con la comida o la bebida llegan a nuestro cerebro a través de estos y es ahí donde realmente se le da el significado de excitante o no. Cuando esos mensajes llegan al cerebro se conectan con nuestra memoria de otras experiencias y eso hace pueda ser más excitante.
Aunque no esté del todo demostrado que el consumo de una u otra comida pueda participar en el proceso, podría ser que “nutricionalmente sí que existen sustancias que pueden participar en la activación sexual”.
No existe una comida “milagro” que al comerlo despierte de manera sistemática nuestras ganas. Coger la nata con un dedo y ofrecérsela a tu pareja puede aumentar la líbido, pero, esa misma nata encima de un flan que te sirven en la mesa en una comida no nos va a excitar para nada.
No todo es un mito, también hay algo de verdad. Según afirma el neurólogo Tejero Yuste, “existen agentes que potencian el deseo y que se pueden encontrar en algunos alimentos”.
Existen componentes que incrementan la afectividad hacia otras personas y fármacos que actúan sobre los órganos reproductores. Potencian tener una erección y eso lleva al apetito, aunque no se consideren un afrodisíaco, estos medicamentos se utilizan para aumentar la líbido.
Los alimentos cuya ingesta aumenta la serotonina son los más efectivos. Esta sustancia está relacionada con la afectividad y se utiliza, por ejemplo, en los antidepresivos. Igual ocurre con la dopamina, que ayuda en la interacción con el entorno y es una de las que les falta a los enfermos de Parkinson.
El chocolate tiene un elemento que es la feniletilamina, que puede activar la serotonina. Ésta puede ser la razón de porqué se considera afrodisíaco. Activa los centros de recompensa por lo que cuando una persona toma cacao se siente bien con uno mismo y se considera un antidepresivo, existen otros nutrientes como son el cinc, la arginina o el magnesio que se pueden relacionar con la actividad cerebral.
Pero no solo es cuestión de comida, la bebida también tiene algo que contar. El alcohol en el vino o el champagne produce una deshinibición a nivel cerebral y un mayor riego sanguíneo por lo que favorece el flujo en la zona genital y facilita la excitación y las ganas de llegar al orgasmo aunque en cantidades muy altas puede provocar en el hombre disfunción eréctil.
Alimentos que aumentan la serotonina
Aunque no necesites ayudarte de estos agentes externos para tener una vida sexual plena y satisfactoria, quizás te apetezca ponerle un poco de picante a una cena romántica si apuestas por estos alimentos afrodisíacos.
Se vuelve complicado explicar las propiedades de los alimentos llamados ‘afrodisíacos’ y que supuestamente elevan el deseo sexual. No obstante, hay algunos productos que ingerimos en el día a día que son capaces de aumentar de serotonina, se trata de un neurotransmisor encargado de regular el estado de ánimo y sobre todo la excitación.
Aguacate
El aguacate fruto del sur de América, proviene de una árbol llamado por los aztecas llamado “Árbol del testículo”. Es un fruto parecido a una pera mucho más verde y grande, de textura suave, comúnmente se come como hortaliza, o en comidas saladas. Las propiedades del aguacate son infinitas y muchas de ellas funcionan como estimulantes sexuales.
El aguacate te proporciona cerca de 20 nutrientes esenciales y fibra, siendo rico en grasas saludables mono insaturadas y poliinsaturadas (como los ácidos grasos omega 3), vitaminas A, C, D, E, K, vitaminas del complejo B y el potasio. Todos estos elementos son esenciales para la potencia y vitalidad sexual, así como de todo el organismo.
Manzanas
Una hormona que contienen las manzanas es la llamada floridzina, un fitoestrógeno que tiene una participación muy importante en la lubricación vaginal y en la sexualidad femenina. Las manzanas contienen plifenoles y antioxidantes que estimulan el flujo sanguíneo a los genitales femeninos, lo que ayuda a la excitación.
Moluscos y mariscos
Estos productos marítimos son ricos en yodo y en zinc, que son alguno de los elementos requeridos para producir la testosterona.
Almendras
Vitamina E, magnesio, fibra… son algunas de las muchas propiedades de las almendras.
De hecho los árabes afirman que las almendras es el mejor afrodisíaco para despertar la pasión en las mujeres, así que un buen masaje con leche de almendras puede despertar los instintos más ocultos. El fruto seco posee arginina, un derivado proteico que mejora la circulación pélvica.
Estos alimentos poseen sustancias que liberan neurotransmisores en el cerebro –dopamina y endorfina– y favorecen el deseo sexual. Antiguos mercaderes la llevaron a Europa haciendo alarde de sus propiedades curativas, cosméticas y culinarias. A la almendra se le relaciona con lo afrodisiaco desde épocas remotas.
Jengibre
Al igual que la canela, entre sus muchas propiedades está la de ayudar a mejorar la impotencia sexual. Espolvoreado sobre algunos alimentos dará algo más que buen sabor a tus recetas. Estos alimentos poseen sustancias que liberan neurotransmisores en el cerebro –dopamina y endorfina– y favorecen el deseo sexual.
El jengibre también es un potente estimulador sexual que, combinado con el cardamomo puede lograr aumentar la libido y mejorar tus relaciones amorosas. Se usa para reactivar a las mujeres frígidas así como para superar la disfunción eréctil de los hombres, necesitarás estos ingredientes para poder prepararla.
Principalmente, los efectos afrodisíacos del jengibre se explican por la capacidad que tiene de mejorar y aumentar la circulación sanguínea de todo el organismo, incluida la de la zona íntima. Esto es indispensable para favorecer y potenciar las erecciones y aumentar la sensibilidad en el miembro viril
Fresas bañadas en chocolate
Se trata de un alimento excitante, es decir, que nos activa y nos mantiene alerta pero, además, contribuye en la liberación de endorfinas, las hormonas que se conocen como “de la felicidad” y que consiguen un estado generalizado de placer y bienestar.
Además de esto, el cacao también contiene otras sustancias como Teobrimina -enzima que contribuye a liberar el placer-, Feniletilamina -sustancia que crea el cerebro cuando estamos en ciertos momentos como, por ejemplo, experimentando un orgasmo- y Anandamida -la hormona que produce un bienestar general además de conseguir aumentar la producción de dopamina, la sustancia que produce la excitación sexual-.
Además, como ya hemos indicado, el cacao colabora en mejorar los niveles de dopamina, sustancia asociada a la excitación y el placer sexual.
La unión de las fresas dispara nuestra imaginación en lo que a erotismo se refiere. Más allá de su forma y el erotismo que despierta en nosotros, la fresas son ricas en vitamina C, por lo que estimulan de forma directa las glándulas endocrinas y el sistema nervioso, que nos hace estar más receptivas ante cualquier estímulo sexual.
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