Alguien me comentó que estaba en un supermercado de alto prestigio, pero cuando llegué al citado lugar ¡oh sorpresa!, me encontré con un verdadero revoltijo de vinos, pues en el escaparate figuraban sin orden los de Francia, Italia, México, Argentina y Chile, como si fueran el vino de un mismo país. Además las botellas lucían empolvadas como si fuese un abarrote más.
Incluso en mi búsqueda encontré mucha etiqueta rasgada (señal de maltrato) y el 90 por ciento de las botellas paradas. Esto causa un gran perjuicio al vino, ya que los constantes movimientos hace que se estrese y comience a evolucionar más rápido, lo cual hará que terminemos comprando un vinagre balsámico caro.
La regla para los vinos debe ser que no se muevan, bajo ninguna circunstancia. Si se trata de vinos jóvenes deben tener una rápida rotación de pie, para que salgan a la venta (los que tienen tapa rosca también podrían estar parados, ya que como son jóvenes).
Otro factor importante es el año de la cosecha, muchas veces hay vinos blancos que los dejan durante muchos años allí (pude ver un sauvignon blanc del 2010 con un color ambarino) y la curva de evolución en un vino blanco joven, no pasa de 3 años.
Los vinos tintos, si están en excelentes condiciones de guarda, pueden durar hasta 7 o más años, reposando en lugares refrigerados y en una posición ligeramente inclinada.
Reconozco que algunos supermercados han entendido la importancia del vino, al tener un Sommelier de planta que te indica tal o cual vino elegir, incluso sostengo que, como consumidor, si alguien se acerca muy amablemente a brindarme más información de los vinos que estoy comprando, quizá me enamore y me lleve una segunda o tercera botella.
La falta de información puede provocar casos como el de dos personas con las que intercambié palabras en el supermercado, quienes me confesaron amar el vino y dijeron consumirlo semanalmente. Me compartieron que como estrategia, solo comprar vinos que tengan “etiquetas bonitas y no muchas letras”, y eso de debe a la cantidad de ofertas que tienen los supermercados, por eso asegúrense de ir por la botella correcta. ¡Salud y viva el vino!
José Carlos Palacios
Sommelier
Fuente: Diario de Yucatán
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