#CAFE #BARISTAS #ESPAÑA | El arte de dibujar en la espuma del café

El representante aragonés Héctor Hernández es pentacampeón de España en Latte Art.

Héctor Hernández, barista radicado en Aragón desde hace varios años, regresó de Toledo donde se ha disputado la sexta edición del 'Spain Coffé Fest' del 14 al 16 de marzo en el Palacio de Congresos 'El Greco'. En esta ocasión, el representante aragonés tan solo concurría en una modalidad, una de las más creativas, la denominada Latte Art.

Héctor HernándezC. I.

En dicha prueba, Hernández se hizo con el primer puesto alzándose con el título de campeón por quinta vez en su historia. Además, el pasado mes de noviembre regresó del Mundial de Café que se desarrolló en Belo Horizonte, en Brasil, donde lograría un 7º puesto, imponiéndose a 50 representantes de 33 países. “Casi no me dio tiempo a asimilarlo ya que nada más llegar a Zaragoza tuvimos que ponernos a preparar el campeonato nacional”, explica el barista de 29 años.

El joven se adentró en la profesión barista –es decir, el profesional especializado en el mundo del café-, tras su paso por la Escuela de Hostelería TOPI de Zaragoza, cuando tan solo contaba con 16 años. Allí comenzó su andadura por los diversos campeonatos y llegaron los premios y reconocimientos. Hoy, Hernández está considerado como uno de los mejores baristas de España, siendo pentacampeón del Premio Nacional al Mejor Barista en la categoría de Latte Art y primero en Cata (Cup taster) en 2018.

“La verdad es que este último reconocimiento me hace muy feliz porque me abre las puertas de nuevo al Mundial que se desarrollará en junio en Berlín”, asegura. Durante la prueba, el barista tuvo que desarrollar diversas figuras adoptando varios estilos entre los que se encuentran el vertido libre (‘Free pour’) o el ‘Art Bar’. Finalmente, obtuvo la máxima puntuación con 491 puntos sobre 500.

Uno de los diseños que Héctor Hernández traslada al caféc.I.

Actualmente, Hernández combina sus largas jornadas de entrenamiento, de más de 8 horas, con su trabajo como director adjunto de calidad y formación en Cafés el Tostadero, cuya sede se encuentra en la capital aragonesa. “Obviamente, sin el apoyo de una gran marca detrás nada de esto sería posible, son muchas horas y es un trabajo muy sacrificado”, asegura.

Además, afirma que cada prueba es un mundo debido a que en cada ocasión cambian las máquinas de café utilizadas o ciertos ingredientes, y eso puede ser decisivo en cuanto al resultado obtenido. “Cuando desarrollas una prueba de estas características no solo cuenta el dibujo final, también el sabor del café, el tiempo y sobre todo el proceso de elaboración. Por eso durante los entrenamientos colocamos la mesa tal cual será la del campeonato”, asegura Hernández. En este tipo de competiciones, hasta el más mínimo detalle tiene que estar calculado al milímetro.

En cuanto al desarrollo de las figuras que estos artistas elaboran, punzón en mano, dentro de una pequeña taza de café, Hernández colaboró con un artista aragonés, Sergio Ortega, para que reinterpretase sus dibujos; ya que antes de cada competición cada barista debe entregar una fotografía del diseño para que el jurado compruebe si han sido capaces de ajustarse al dibujo original.

Un pulso de acero

“En esta ocasión he utilizado varias figuras de la naturaleza, como un caballito de mar, una mariposa, un caracol o una pareja de ciervos”, explica. Sin embargo, la norma exige que tan solo se utilice un color para desarrollar la obra.

“A la hora de desarrollar el dibujo otras herramientas fundamentales son las jarras con las que se vierte la leche en la taza”, indica el profesional. Eso sí, si hay un factor que juega un papel fundamental en este tipo de pruebas son los nervios. “Cuando dibujas en una taza de café tienes que ser como un cirujano con puso de acero. Cualquier mínimo giro puede modificar tu dibujo por completo”, resume.

Hernández, que recuerda que el café es la segunda bebida más consumida del mundo en nuestros días después del agua, ya está pensando en el mundial de junio que se disputará en Alemania. “Aunque cada vez gozamos de más reconocimiento todavía queda mucho por hacer para que el barista ocupe el lugar que le corresponde”, concluye.

CAMINO IVARS

Fuente: Heraldo.es