Los blogueros e 'instagramers' que se dedican a documentar cada plato de comida que degustan parecen tener un don especial. Pero lo cierto es que hay una serie de trucos que ayuda a sacar fotos muy suculentas de comida.
Las fotos de platos deliciosos en entornos privilegiados han copado parte del 'timeline' de nuestras redes sociales estas vacaciones, y son muchos los que al intentar sumarse a esta tendencia que han puesto de moda los conocidos como 'insta-foodies' se han dado cuenta de las dificultades que presenta dedicarse a la fotografía de alimentos. Ante nuestros ojos, una receta suculenta que dice: "Cómeme", pero al capturarla con el objetivo de nuestro 'smartphone' todo lo que consigue que se nos haga la boca agua parece desaparecer.
Uno de los trucos más usados es introducir diversos detalles "casuales" que den naturalidad a la fotografía.Pexels
Más de uno se preguntará cómo consiguen estos expertos de las redes sociales mantener todas las propiedades visuales de cada plato. Pues como todo, detrás hay mucha práctica y también una serie de trucos que conviene conocer para sacar partido a nuestras fotografías gastronómicas.
Cinco claves para hacer fotos de comida muy apetitosas
Evita aparecer en la foto, le restas protagonismo al plato.
Para que la foto parezca profesional hay que evitar sumar más elementos de los que son necesarios, es decir, a parte del plato con comida (y aquellos objetos necesarios para poder degustar un rico manjar), no debe haber nada más, lo que nos incluye a nosotros mismos.
Aquí lo primordial es que los seguidores disfruten de los platos y se sumen a la tendencia de compartir fotos deliciosas.
Fotografía un plato que te apetezca comer. Los platos más apetecibles son, sin ninguna duda, los que mejor salen en las fotos, y eso no significa que solo de los más calóricos se pueda sacar 'su mejor cara'.
Aunque un pastel de chocolate siempre resulta delicioso, unas judías verdes de huerta bien aliñadas y acompañadas, si es lo que deseamos degustar en ese momento, pueden ser la foto 'healthy' perfecta.
No hay fotos perfectas, pero todas tienen su encanto.
Uno de los fallos que se comente al hacer fotos de comida es intentar que quede perfecta, y claro, así no hay quien dé con una buena instantánea.
Uno de los detalles que premian los 'insta-foodies' es que haya realismo, y aunque se ponga cuidado en elegir los elementos que acompañarán al plato, no hay que excederse en recargarlo.
El bol: el mejor amigo del 'foodie'.
La simetría en las fotos es uno de los elementos que más gusta, y en materia de gastronomía no siempre es fácil conseguirlo, pues son pocos los que saben emplatar al más puro estilo de un 'estrella Michelin'. Por eso, hay que intentar elegir recipientes sencillos y recogidos que, además de concentrar todos los colores, ayuden a dar orden a la imagen sin que quede excesivamente artificial.
Varias pruebas y siempre desde diferentes ángulos. Es difícil que a la primera consigamos esa foto perfecta que consiga que decenas de personas hagan 'like'; de hecho, lo más recomendable es tirar varias fotos desde diferentes posiciones para ver cuál es la más acertada.
Fuente: Heraldo.es
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