Siempre con el consumo responsable como guía, recomendaciones a la hora de comprar las botellas para las cenas y almuerzos de Navidad y fin de año.
Cuando pensamos en organizar una fiesta o festejo, las compras suelen transformarse en un verdadero dolor de cabeza. Este momento viene cargado de cierto estrés por lo que quedarse corto o comprar de más siempre suele ser el resultado habitual. Al tratarse de las fiestas de fin de año, donde venimos finalizando con todas la actividades cotidianas, la cosa se complica aún más.
Copas y botellas. Una guía para calcular cuánto vino comprar en las Fiestas.
Para empezar a determinar algunos parámetros generales para estas Fiestas, es necesario tener en cuenta la cantidad de invitados, la hora del día, el tiempo aproximado que tendrá la reunión, la temperatura estimada para esos días y la cantidad de invitados.
Estas recomendaciones están basadas y concentradas en los vinos. Siempre contemplando que hablamos de consumo responsable y que estos momentos festivos deben estar acompañados por bebidas sin alcohol o agua. En este sentido, conviene recordar las normas que establece el programa Wine in Moderation, iniciativa europea que promueve el consumo responsable de vino y que desde el año 2013 se incorporó a nuestro país a través de Bodegas de Argentina. Entre las principales, acompañar siempre el vino por una rica comida; intercalar la ingesta de vino con un vaso de agua; procurar tomar una única clase de bebida en cada ocasión; no beber si se va a manejar y, en ese caso, designar un conductor responsable; y entender el vino que degustamos y tomarnos el tiempo para hacerlo.
Teniendo en cuenta estas recomendaciones, las medidas de servicio están determinadas por la ocasión. Durante la cena, se piensa en 120 ml. por copa en los vinos blancos y 150 ml. en los tintos. Para el espumante, recordemos que en general se sirve en una copa flauta y es de 140 ml. Considerando estas indicaciones y que la medida estándar de una botella es de 750 ml., hay que hacer las cuentas antes de comprar.
Otro dato importante a tener en cuenta es la temperatura de servicio, en general para estos días dos grados menos de los recomendados. Y en ese sentido, es interesante conocer la opinión de especialistas. Rodrigo Kohn es el sommelier principal de Espacio Trapiche, el restaurante que tiene la bodega en Mendoza, y en donde se realiza servicio de vinos durante todos los días del año. “Es importante determinar si se piensa en el día o la noche. Por lo general, en el día se debe calcular algunas variantes de opciones, en cierta forma ayudado por el clima y sus temperaturas que se viven en estos días”, comenta.
Estas distintas alternativas ayudan a que el vino pueda intervenir en creaciones y preparaciones especiales para que sean opciones diferenciales en estas fechas especiales. “Si durante la noche decidimos, por ejemplo beber sólo espumantes, se puede empezar a modo de recepción, junto a pulpa de duraznos (el famoso Bellini) o directamente optar por el Spritz, tan de moda en estos días. También directamente beberlo solo. Allí calcularemos una botella cada seis personas, para que cada uno tenga su trago”, determina Rodrigo.
Una gran alternativa para esta época son los vinos blancos, rosados o tintos leves (se beben a baja temperatura). Excelentes para ser utilizados durante el almuerzo del 25 o el 1°, ya que aquí pueden aparecer pescados, mariscos, ceviches, escabeches o platos fríos. Sobre estos vinos, también sugiere pensar en una botella por cada seis invitados que beban vino. Cuando llegan los platos principales, que en la Argentina están signados por la carne, los tintos de gran cuerpo resultan ideales. Quizá al pensar en estos exponentes de gran presencia el consumo disminuya, ayudado siempre por las recomendaciones enmarcadas anteriormente.
Para el momento del brindis, el espumante pareciera ser la bebida ideal. Pero de más está decir que cada uno celebra con lo que le gusta. Si seguimos en esta línea, pensaremos en reservar un botella cada ocho personas para el instante de levantar las copas, en especial si trata de las flautas.
Dentro de las posibilidades económicas que tengamos, podemos comprar dos o tres botellas más de los productos que utilizaremos: sirve por cualquier problema que presente el vino o en caso que se consuma más de lo estipulado.
Federico Lancia.
Fuente: Clarín
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