La zona vinícola se concentra en la región de Mequinez que produce el 60 % de todo el vino marroquí, pero además abarca Essaouira, Boulaouane (la localidad da nombre a un vino), Benslimane y Rommani.
vinos marroquíes
Por su parte, en la zona del Oriental, es en Berkane donde se concentra el 75 % de la cosecha, con la bodega Domaine des Trois Cavaliers, y además también se cultivan vides en invernaderos, particularmente en la llanura de Bouark, en la provincia de Nador.
Marruecos tiene una docena de viñedos con una filosofía de calidad bien establecida y cuenta con un total de catorce denominaciones de origen garantizadas: Gharb, Zerboune, Guerrouane, Zemmour, Chella, Sidi-Zahia, Zenata, Zaer, Doukkala-Sais, Saiss, Beni-Sadden, Beni-M’tir, Berkane y Angad y tres denominaciones de origen controladas: Crémants de L’Atlas, Coteaux de L’Atlas y Rommani.
En cuanto a las uvas son Cinsault o Carignan, así como las conocidas Garnacha, Merlot, Cabernet Sauvignon y Syrah. La Chardonnay es la típica para los blancos, pero, sobre todo, la especialidad es el autóctono vino gris, variedad del rosado.
Etiqueta del vino Lumière, bajo la firma del actor francés Gerard Depardieu.
El vino marroquí da empleo a 20 000 personas y se concentra en tres grandes empresas vitivinícolas, Les Celliers de Meknès, creada en 1964, propiedad de la familia Zniber, grupo Castel y Thalvin de Guy Baconnet, creada en 1927 y ubicada fuera de Mequinez, se encuentra en Benslimane. Habría que mencionar también Les Deux Domaines –con participación del conocido actor francés Gerard Depardieu,- que produce el vino Lumière.
La mayoría de la venta y consumo se da en grandes supermercados y restaurantes, hoteles, bares y discotecas. La exportación de vinos marroquíes –entre el 10 y 15 % de la producción- llega especialmente a Francia, Países Bajos y Bélgica, pero también a Inglaterra y fuera de Europa alcanza Estados Unidos y Japón además de iniciarse en China. En España la presencia del vino marroquí es simbólica. Marruecos es el segundo exportador de vino en África después de Sudáfrica.
Vino marroquí Tandem, premiado en Francia
Entre los mejores vinos marroquíes se pueden citar Tandem, de la empresa Thalvin, premiado en la feria de Burdeos en 2017; Ithaque, Orian del Val de Argan, Beni M’ Tir, y los vinos rosados Volubilia también premiado en Burdeos y Première de Baccari.
En 2012 se constituyó la asociación de Sumilleres de Marruecos (ASMA), que preside una mujer, Michele Astrom Chantome. En marzo de 2019 participó por primera vez en la historia un sumiller marroquí, Zakaria Wahby, en el concurso para la elección del mejor del mundo.
Historia
En la antigüedad, en las ruinas romanas de Volubilis, cerca de Mequinez, patrimonio de la humanidad y uno de los lugares más visitados por los turistas –más de 130 000 anuales- se encuentra un mosaico que representa a Baco, el dios del Vino.
Los portugueses en su presencia en Marruecos, entre los siglos XV y XVIII, fueron los que trajeron los vinos a Azemmour, Safi y El Yadida, dentro de la región de Doukkala. Su influencia lusa se encuentra a lo largo de la costa, Tánger, Larache y Esaúira.
Desde 1910, el viñedo marroquí se desarrolló alrededor de ciudades como Casablanca, con la llegada de enólogos franceses, italianos y españoles, principalmente impulsados por el éxodo económico debido a la crisis del vino en Europa.
En Marruecos, de 1910 a 1930, es más bien un comercio para europeos y algunos marroquíes. Las vides están en ese momento en un perímetro urbano muy cerca del distrito L’Oasis o Aïn Sebaâ en Casablanca, Mohammedia, Marraquech, donde la vid y el vino encuentran una floración natural. Se iniciaron muchas pequeñas bodegas por agricultores de origen francés, italiano e incluso español.
Viñedos Ouled Thaleb
Desde 1930, Marruecos invierte en aumentar la superficie de los viñedos. Por lo tanto, se construyen bodegas muy grandes como la creada en 1926, Ouled Taleb Thalvin, en Benslimane, antes se creó en 1908 la Granja Roja en Had Brachoua o la bodega de la Hacienda des Cigognes, en Tiflet, de 1951, ambas en la región de Jemisset y Rabat.
En 1936, una primera experiencia de la bodega cooperativa en la región de Tifrit dio a luz una de las bodegas más grandes del mundo, que permanecerá así hasta mediados de la década de 1970.
La viticultura marroquí se mantendrá activa gracias a dos personas, Brahim Zniber (1920-2016) –ahora las riendas las lleva su viuda, Rita María– y Guy Baconnet, quienes desde los años cincuenta continuaron la cultura de la vid y la producción de vinos de calidad. A principios de la década de 1990, el rey Hassan II (1929-1999), seguro del potencial vitivinícola de Marruecos, atrajo a enólogos y comerciantes del vino de Burdeos.
Consumo de alcohol en Marruecos
En el terreno del alcohol, en Marruecos, además del vino, se consumieron 310 millones de litros de cerveza en los tres últimos años, es decir unos 103 millones de litros por año, además de 14 millones de botellas de otras bebidas alcohólicas. Todo este consumo reporta al estado ganar 1500 millones de dírhams (140, 3 millones de euros) anuales por el impuesto de alcohol
El consumo de alcohol ha aumentado un 7% anual con un promedio de casi medio litro por persona y año (0,45 litros). Los marroquíes son más consumidores de cerveza que de vino pero hay poca diferencia, un 43 % por un 40 %, respectivamente. Las marcas de cerveza más conocidas son Casablanca, Flag y Stork.
Y esto sucede a pesar que desde 2011 con la llegada al poder de los islamistas del Partido Justicia y Desarrollo (PJD) se ha promovido un clima muy poco favorable para el consumo de alcohol por parte de los marroquíes. El aumento de los impuestos sobre las bebidas alcohólicas de 450 a 500 dírhams (de 42 a 46 euros) por hectolitro y las dificultades en horarios y lugares para la venta no ha servido para disminuir el consumo interno.
El precio del vino ha subido más de un 20 % y la cerveza un 12 % desde la llegada al poder del PJD. Además muchos de sus alcaldes y concejales presionan a propietarios de bares y restaurantes, incluso los radicados en lugares turísticos, para que suspendan o no renueven las licencias de venta de alcohol.
Pero, por otro lado, el Ministerio de Agricultura que rige un ministro no islamista, Aziz Ajanuch de la Reagrupación Nacional de Independientes (RNI), promovió el programa Plan Marruecos Verde, con el objetivo de impulsar la productividad y organizar todo el sector agrícola y ha incluido los viñedos y la producción de vino.
Así, el sector se ha beneficiado de varios programas, incluido el equipamiento del 95 % de las áreas dedicadas al viñedo de sistemas de riego localizados y el uso de redes de protección contra el granizo, con el apoyo del Fondo de Desarrollo Agrícola (FDA).
Como curiosidad, en 2008, el influyente sheij egipcio Yusuf al-Qaradawi, emitió una controvertida fatua –pronunciamiento legal en textos islámicos- afirmando que el Islam permitía una bebida con bajo contenido de alcohol. Según sostuvo, esta tasa no debe superar el 0,5 % y el alcohol debe haberse obtenido “naturalmente por el proceso de fermentación”.
En Marruecos un real decreto del lejano año 1967 prohíbe la venta de alcohol a los musulmanes y se niega la licencia de alcohol en el entorno de los edificios religiosos. Hay que recordar que las dificultades para conseguir el alcohol se acentúa en el periodo de Ramadán donde disminuye el consumo más del 20 %. Por supuesto, está estrictamente prohibido consumir alcohol en la vía pública.
Entre los países del Magreb, Túnez lidera el consumo de alcohol con 1,26 litros por persona y año, Argelia ocupa el tercer puesto con menos de 0,19 litros. Curiosamente es Argelia quien estableció los primeros viñedos a partir de 1830. Posteriormente, le sigue Egipto con 0,11 litros.
Jesús Cabaleiro Larrán
Fuente: periodistas-es
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