Después de esta pequeña broma, lo cierto es que elegir los vinos para una boda es como elegir el vestido que vas a lucir, en el sentido de que es algo personal cuya elección no debería hacer otra persona. Requiere pensarlo y planearlo bien, como todo lo demás para ese gran día, y la elección correcta de los vinos puede añadir brillo a la celebración.
Una vez elegidos el día y el lugar, y hecha la lista de las personas a las que vas a invitar, hay una cosa más que decidir que tiene verdadera importancia... ¡el vino!
¿Cuánto vino tengo que encargar? ¿Qué tipo de vino debería pedir? Cuánto tendría que pagar? No dejes únicamente en manos de la empresa de catering la selección. Dedícale un poco de tiempo a descubrir los vinos que te gustan, ya que ello dirá mucho sobre los novios y sobre quién paga la celebración.
Éstas son algunas de las cosas que debes tener en cuenta: Primero, decide un presupuesto, pueden ser 50 o 500 euros por persona, que tendrá que comprender el lugar del evento, la comida y el vino. Para saber cuánto te tienes que gastar en el vino, necesitas saber cuánto vino hará falta. Yo suelo recomendar 1 botella para cada 2.5 comensales. Por lo tanto, si hay 100 invitados, compra 40 botellas.
¿El gran día será una comida o una cena? ¿Formal o informal? ¿Qué vinos son los mejores para el cocktail? ¿Cúales para los entrantes, el plato principal y para los postres? ¿Cuántas botellas de tinto, blanco y espumoso?
Si es un evento en verano, al aire libre, yo recomendaría una combinación de un 50% de blancos, un 25% de tintos y un 25% de espumosos. Por el contrario, si la celebración es en otoño o invierno, y en un lugar cerrado, puedes cambiar la proporción a un 50% de tintos, un 30% de blancos y un 20% de espumosos. Por cierto, si al final sobra vino, no te olvides de llevártelo a casa y así podrás disfrutarlo recordando ese día tan especial.
Una vez tengas decidido el presupuesto para cada una de las botellas, mi sugerencia es que te dejes asesorar por un profesional del vino. ¡Hay tantos vinos buenos entre los que elegir!
Además, cuando hagas la selección, tienes que tener en cuenta en lo que va a consistir el menú. Y en la comida o cena de prueba, lleva los diferentes vinos para ver qué combinaciones te gustan más.
Igualmente, puedes pasar un rato divertido con tus amigos organizando antes una cata con los vinos y decidiendo los que os gustan más para el gran día.
Y para darle un toque moderno, no tengas reparos en incluir un Rosé. ¡Hay tantos rosés buenos! Dependiendo de la época del año, uno hecho con Garnacha puede ser todo un éxito.
Elegir un espumoso puede ser algo difícil. Puedes decantarte por una marca conocida, sin embargo, la mayoría preferirá un vino que no sea seco o que sea semi-dulce, como un Moscato d'Asti.
La clave es conocer los vinos y así evitar sorpresas desagradables. Sin duda, así tus invitados recordarán los vinos tan deliciosos que se sirvieron en tu boda. Y, por su puesto, si necesitas saber más sobre cómo elegir los vinos, ¡ponte en contacto conmigo!
Mark O'Neill
Fuente: El Mundo
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