El Gourmet Urbano: #CERVEZAS | La cerveza también puede ser saludable

viernes, 27 de marzo de 2020

#CERVEZAS | La cerveza también puede ser saludable

Cómo se beba es cuestión de gustos, pero tomada con moderación puede formar parte de una dieta sana

A la cerveza le pasa como al vino, que siendo como es una bebida alcohólica resulta muy difícil concebirla como un producto saludable. No es, desde luego, un alimento de primera necesidad y bien puede vivirse sin ella. Ningún médico le recomendará que se tome una birra al día para mejorar su salud cardiovascular. Tampoco. Pero ya hace unos años que la sociedad española de médicos de atención primaria Semergen consideró que su consumo moderado podría incluirse dentro de una alimentación sana y equilibrada. ¿Por qué? Pues porque la ciencia ha demostrado que esta bebida aporta nutrientes y compuestos bioactivos que pueden ser beneficiosos para la salud.



La cerveza, por lo visto, tiene como el vino un efecto protector cardiovascular y es, a diferencia de otras bebidas alcohólicas, una fuente de antioxidantes naturales que facilitan protección al organismo. Nada que no garantice la fruta en una mayor cantidad y seguridad que una bebida, como ésta, de baja graduación, pero a fin de cuentas, alcohólica. La experta en nutrición y dietética Mercé Vidal, de la Universidad Pompeu Fabra, marca la dosis. Asegura que beber dos cervezas al día no sólo resulta más saludable que dos refrescos de lo que sea, sino que aporta beneficios tan claros que está reconocida como un producto más de la dieta mediterránea.

Su consumo, en todo caso, requiere de algunas condiciones. No todo vale, según recuerda el nutricionista Jesús Román, profesor de la Universidad Complutense de Madrid. Nadie que no esté habituado debería comenzar a tomarla sólo porque su consumo moderado pueda aportar algún beneficios. «Eso no es razón suficiente», aclara. La bebida más saludable sigue siendo el agua. Además, la cerveza debe consumirse siempre con moderación, con cabeza, algo que se tiene pero no siempre luce. De la mano de este experto, recorremos algunas de las certezas y bulos más extendidos sobre ella.

¿Debe tomarse fría?


«Debe tomarse como mas le guste a cada uno», responde contundente el especialista. La ciencia no se ha posicionado al respecto y quizás tampoco tenga que hacerlo. A los anglosajones les gusta más caliente y tamaño birra.La dosis en España es la caña, que se pide más bien fría y acompañada de una tapa, lo que la hace aún más sana.

¿Mejor a morro o en vaso?


La palabra caña, como sinónimo de cerveza, procede de la forma en que siempre se tiró, servida del grifo. Al beberse de la botella, la espuma no revienta y se pierden aromas. Tampoco hay peligro de contaminación por la chapa, que son seguras 100%, «y en todo caso, sería hierro lo que te estarías tomando». «Se ha puesto de moda, pero un buen catador jamás defendería tomarla a morro», convence,

¿Con espuma o sin ella?


Existe la creencia de que la espuma que no rompe en el vaso lo hace en el estómago y eso favorece la obesidad. Es completamente falso. La espuma se genera por la levadura que se utiliza durante su elaboración y el gas que se genera en el proceso de fermentación. En la actualidad, tiene más espuma, porque se le inyecta gas con el fin de mejorar la conservación del producto. Podría fabricarse sin ella, pero no gustaría tanto.

¿Cardiosaludable?


Pues sí. No son uno ni dos los estudios que concluyen que su consumo moderado favorece la función cardiovascular. Uno de los últimos lo firmó el Centro de Investigación Cardiovascular, perteneciente al Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y se publicó en la revista 'Basic Research in Cardiology' (Investigación Básica en Cardiología).

¿En la dieta mediterránea?


También. La dieta mediterránea fue reconocida en 2010 como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. El consumo moderado de bebidas fermentadas se incluye en ella por su baja graduación alcohólica y las materias primas con que se elabora.

Más sobre ella


  • La primera sin alcohol, en Egipto: Las primeras referencias históricas de la cerveza proceden del Antiguo Egipto, donde se elaboró la primera 'sin alcohol'. Era una especie de caldo, que se hervía para que los trabajadores de las pirámides no se emborracharan.
  • A las mujeres les gusta un poco más:Un informe de la asociación Cerveceros de España concluye que la cerveza gusta al 86,6% de las mujeres frente al 88,5% de los varones, sólo dos puntos de diferencia. La de sin alcohol, sin embargo, tiene una mayor aceptación en ellas.
  • 42%:de las mujeres asegura haber bebido alcohol durante la gestación. Su consumo reduce la capacidad cognitiva del feto. La Asociación Española de Matronas impulsó el año pasado una campaña bajo el lema 'Porque el bebe lo que tú bebes'.

El consumo moderado ni siquiera provoca gases, dice un estudio


Una investigación realizada en el hospital San Carlos de Madrid concluye que el consumo moderado de cerveza, en personas sanas, no aumenta la generación de gases ni provoca molestias digestivas.El trabajo, publicado en la revista internacional 'Neurogastroenterology & Motility' se basó en el estudio de un grupo de individuos sanos mayores de 18 años.

«A la luz de los resultados –explicó Enrique Rey, autor principal del trabajo– podemos concluir que la cerveza no favorece la aparición de estas complicaciones cuando se toman, como máximo, dos cañas al día si se es hombre y una si se es mujer». Esa es la medida.

FERMÍN APEZTEGUIA

Fuente: Leo Noticias

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