El gran secreto está en la tradicional y conocida cafetera ‘moka’
Las cafeteras se han convertido desde hace unos años en un simple apretar un botón, introducir una cápsula y apretar otro botón. Se ha perdido, quizás, uno de los actos sociales más habituales en las cocinas españolas: preparar un café de forma pausada.
La cafetera moka, sin embargo, aún tiene vida por delante y podemos sacarle mucho partido. Sorprendentemente, además, es más económico su uso.
La moka nació en Italia en los años 30 del siglo pasado, inventada por Alfonso Bialetti para simplificar la manera de hacer café hasta entonces, intentando imitar el resultado del café espresso de las máquinas de las cafeterías. Realizada en aluminio, conduce muy bien el calor pero, contrariamente a lo que muchos suelen hacer, no se lleva bien con el lavavajillas. Con un enjuague con agua suele ser suficiente si se lava poco después de utilizarse. Para las modernas cocinas de inducción tenemos la opción de la moka de acero.
El gran secreto para utilizar la moka es el café utilizado y su grado de molido. Normalmente en el súper podemos encontrar algunas variedades con el molido intermedio necesario para moka, puesto que el café para espresso es muy fino, y nos quedaría demasiados posos, y un molido muy grueso quedaría demasiado aguado y sin crema.
AGUS CALVET
Fuente: 65 y más
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