Qué reemplazos de ingredientes pueden hacer las preparaciones más nutritivas, sin resignar sabor.
Pastelería saludable; suena a contradicción, pero en porciones controladas y con los ingredientes adecuados, las preparaciones dulces también pueden ser nutritivas.
Elegir el de cacao más puro es fundamental. Foto gentileza Mudrá.
Si bien el argentino tiene un paladar criado a dulce de leche, la búsqueda de una alimentación más consciente hizo que en el último tiempo, el mercado ofreciera opciones más saludables e igual de ricas.
Para elaborarlas entran a la cancha algunos jugadores y salen otros. El azúcar y las harinas refinadas se van, se suman dátiles, frutos secos y harinas integrales, entre otros reemplazos.
"Generamos dulces a través de pastas con dátiles y frutas, endulzamos con stevia, mascabo o arrope de chañar, solo usamos chocolate con alto porcentaje de cacao. De esta forma, elaboramos dulces nutritivos que no generan la adicción que causan los insumos de la pastelería convencional", explica Martín Ferraro, dueño de BFresh, un restaurant donde solo venden pastelería saludable.
Budín de calabaza. Las verduras también pueden utilizarse en pastelería. Foto gentileza BFresh
En la misma línea también se incorporan vegetales a los postres; en la carta de este restaurant, por ejemplo, se luce una mousse de palta y chocolate al 70% con base de maní y ciruelas pasas y una torta de cacao amargo que lleva remolacha, sorgo y arroz.
La licenciada en nutrición y docente de la Universidad iSalud, Maia Glejzer, ni lo duda: "La pastelería puede ser una opción muy saludable siempre que se elijan ingredientes de buena calidad y se controlen las porciones".
La especialista recomienda encontrar sustitutos del azúcar "en frutas bien maduras, como la banana, o en dátiles". En cuanto a las grasas, sugiere los aceites vegetales, ya que "aportan ácidos grasos esenciales muy importantes para el organismo, como la vitamina E".
Sin embargo, vale hacer algunas aclaraciones. Primero, saludable no es sinónimo de bajo en calorías.
Los dátiles, por ejemplo, se encuentran entre las frutas con mayor aporte energético (275 calorías cada 100 gramos). Al igual que frutos secos, como las almendras o la nuez, las cuales se muelen para hacer harinas. El acento se pone en la calidad: son muchas calorías, sí, pero de alto valor nutritivo.
Los productos de pastelería con frutas y verduras también tienen otro beneficio: "Dan más saciedad, ya que incorporan fibra. Eso con el super valor agregado de las vitaminas y los minerales", explica Daniela Natale, nutricionista especialista en obesidad, mientras recalca la importancia de "no demonizar determinados alimentos".
Por otra parte, más allá de que la búsqueda de un producto rico sea la máxima que rige estas preparaciones saludables, hay diferencias entre una pastelería y la otra. "La clásica usa mantecas, margarinas, lácteos industrializados, azúcar blanca, harinas refinadas… la versión saludable no llega al mismo resultado, pero es igual de rica", asegura Astrid Acuña, jefa de Cocina, de Mudrá, un restaurant plant based.
Pero lo sensorial es solo uno de los planos donde se advierten las diferencias, lo fundamental se percibe a la hora de la digestión. Acuña cuenta que "el cuerpo lo recibe de otra forma, nunca cae pesado. No diría que una pastelería es mejor que la otra, pero sí que la saludable es más ligera y eso el organismo lo agradece".
En la pastelería saludable, las frutas tienen un lugar privilegiado. Foto gentileza Mudrá.
Manos en la masa en el hogar
Una buena manera de empezar a disfrutar de una pastelería más sana es empezar a cocinar casero.
"Aquello hecho en casa siempre es más saludable que un alimento ultraprocesado, porque este último contiene químicos o mucha azúcar", señala Karina Gao, cocinera y creadora de la cuenta de Instagram Mon Petit Glouton.
Claro que no basta con tirarte tres huevos a un polvo para preparar bizcochuelo, hay que partir de ingredientes nobles y desempolvar la batidora. Por eso, a la hora de comprar es bueno conocer la versión más saludable de algunos alimentos.
"En casa se puede reemplazar la harina blanca por la integral y elegir la azúcar menos refinada posible", indica Soledad Peredo, licenciada en Nutrición y especialista en diabetes infantil.
Otra cuestión clave es el chocolate, elegir el de cacao más puro es fundamental.
Sofía Bruno, pastelera de Puratos Argentina, comparte algunos tips para informarse sobre la calidad: "Al leer las etiquetas, la lista de ingredientes debe ser corta. Un chocolate amargo solo debería tener derivados del grano de cacao (masa de cacao y manteca de cacao), azúcar, vainilla y lecitina. Y siempre saber que, a mayor porcentaje de cacao, más saludable, lo ideal es a partir del 70%".
Las versiones en polvo, que simplifican la vida, tienen su lado B, dado que la mayoría contiene emulsionantes, aromatizantes y otros agregados.
Sugieren reemplazar la harina blanca por la integral y elegir la azúcar menos refinada posible. Foto gentileza BFresh
Gao, que en su cuenta comparte recetas que apuntan al público infantil, usa chocolate en sus preparaciones; "mis hijos re comen chocolate, pero me aseguro que sea chocolate de verdad, con al menos 60% de cacao, no les doy una pasta con olor a chocolate. Hay muchos que llevan aceite hidrogenado, entonces, allí es está conflicto", señala.
Tampoco es cuestión de comer pastelería saludable fuera de control, el equilibrio siempre es la mejor vía. Pero, claro, en determinados momentos, el cuerpo "pide" dulce y tiene sus razones.
“Varios estudios atribuyen esa necesidad a la disminución de la serotonina. Tenemos que aprender a escuchar nuestro cuerpo y reflexionar acerca de si utilizamos la alimentación como un premio o un castigo o simplemente nos queremos dar un gusto”, concluye Peredo.
Fuente: Clarín
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