El huevo es un alimento indispensable en la dieta para fortalecer las defensas del cuerpo y sancochado es una de las formas más comunes de consumirlo.
Hacer un huevo duro perfecto necesita de precisión en cuanto al tiempo de cocción y sumergirlo cuidadosamente en el agua hirviendo para evitar que se quiebre.
Dile adiós a la cáscara del huevo duro en cuestión de segundos y de la manera más higiénica. (Foto: ivabalk / Pixabay )
Si el proceso fue exitoso, la yema quedará a nuestro gusto y la clara muy compacta; sin embargo, todo se puede estropear al momento de pelarlo, pues no solo pueden quedar pedazos de cáscara, sino que el alimento se puede resbalar de las manos y perder su forma.
Es aquí donde los trucos de cocina llegan para solucionar la vida y hacer de este proceso el más sencillo de todos.
Los productos con aporte proteico como los huevos no pueden faltar en la dieta diaria, ya que contribuyen a una buena alimentación y son, además, sabrosos, económicos y versátiles en su preparación. Además, mejoran la sensación de saciedad y así se evitan los “atracones” de comida; puede ser consumido desde el inicio de la alimentación (seis meses de vida, salvo algún antecedente de alergia específico) hasta adultos mayores y son una proteína económicamente accesible.
Se disfrutan a lo largo del día utilizando diversos métodos de preparación: cocidos, al teflón, en tortillas, revuelto, en sopas, platos de fondo y postres. Por ejemplo, los expertos en nutrición de San Fernando aconsejan elaborar en el desayuno una galleta de avena con huevo, en el almuerzo disfrutar de una tortilla de trozos de jamón con verduras y para la cena, un huevo cocido o duro.
Un tip importante es no intentarlo cuando aún esté caliente. Primero deberás dejar que se enfríe o mantenerlo un rato bajo el agua muy fría del caño o con hielo. En este video verás cómo realizar esta técnica de manera sencilla.
Los productos con aporte proteico como los huevos no pueden faltar en la dieta diaria, ya que contribuyen a una buena alimentación y son, además, sabrosos, económicos y versátiles en su preparación. Además, mejoran la sensación de saciedad y así se evitan los “atracones” de comida; puede ser consumido desde el inicio de la alimentación (seis meses de vida, salvo algún antecedente de alergia específico) hasta adultos mayores y son una proteína económicamente accesible.
Se disfrutan a lo largo del día utilizando diversos métodos de preparación: cocidos, al teflón, en tortillas, revuelto, en sopas, platos de fondo y postres. Por ejemplo, los expertos en nutrición de San Fernando aconsejan elaborar en el desayuno una galleta de avena con huevo, en el almuerzo disfrutar de una tortilla de trozos de jamón con verduras y para la cena, un huevo cocido o duro.
- Si este tipo de cocción es tu favorito, además de evitar los errores que echan a perder tu huevo duro, aquí te dejamos un truco que te permitirá pelarlo en cuestión de segundos y sin ensuciarte las manos.
- Una manera higiénica de conseguir retirar la cáscara fácilmente, es la que proponen desde ‘La Vanguardia’ y solo necesitarás un pomo de vidrio con tapa.
- Una vez cocidos los huevos, agrietar o quebrar con un pequeño golpe.
- Meterlo uno por uno en un bote de conserva, con un poco de agua - sin que lo cubra -. Cerrar el bote y agitar con energía.
- Al abrir el envase verás que la cáscara se separa casi sola y por completo, haciendo más sencillo y rápido el pelar tu huevo duro.
Un tip importante es no intentarlo cuando aún esté caliente. Primero deberás dejar que se enfríe o mantenerlo un rato bajo el agua muy fría del caño o con hielo. En este video verás cómo realizar esta técnica de manera sencilla.
Fuente: Diario Correo
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