Qué es el Prosecco
El vino Prosecco es un blanco espumoso producido en el noroeste italiano, entre las regiones de Friuli y Véneto. Es el vino italiano con un mayor número de exportaciones internacionales. Llegó a superar en ventas al champán francés en el año 2014.
Por qué recibe ese nombre
En la Antigüedad el Prosecco recibía el nombre de Pucinum, en referencia al lugar en el que comenzó a producirse, el Castillo de Pucinum, muy cerca de Trieste.
En la misma región de Trieste, durante el siglo XVI, se recreó el antiguo vino Pucinum en un vino local que fue bautizado como Ribolla.
La necesidad de distinguir este vino de Trieste de otros que llevaban el mismo nombre en Istria y Gorizia, provocó el cambio de su nombre, pasando a denominarse Prosecco, en referencia al pueblo del mismo nombre, muy cercano al antiguo Castillo de Pucinum.
La primera referencia escrita del Prosecco es atribuida al inglés Fyne Moryson, en el año 1593, cuando lo incluyó entre los mejores vinos de Italia.
Características del vino Prosecco
El Prosecco es el más balanceado entre los vinos espumosos italianos. Su color es un brillante amarillo paja, con finas y persistentes burbujas. Muy fresco en el paladar, se caracteriza por sus frutales aromas con notas cítricas.
Al probarlo se percibe una crujiente acidez con un final ligeramente seco.
La graduación alcohólica del vino Prosecco es relativamente baja, oscilando entre el 11 % y el 12 %.
Cuál es su origen
Tras recrear el antiguo Pucinum en el siglo XVI, el Prosecco fue hasta la década de los 60 del siglo XX un vino dulce que apenas se distinguía de otros vinos como el piamontés vino Asti.
Desde esa década las técnicas con las que se elabora el vino han mejorado notablemente, reflejándose en una mayor calidad del producto.
A principios del siglo XXI el Prosecco fue introducido en el mercado norteamericano, siendo Estados Unidos el principal importador en la actualidad. El consumo también se ha disparado en la última década en el Reino Unido.
Desde 2010 este vino italiano posee la distinción de denominación de origen controlada.
Tipos de Prosecco
Existen dos categorías diferentes de Prosecco: Conegliano Valdobbiadene D. O. C. G. Prosecco Superior y Prosecco D. O. C. De igual forma, los términos Rive y Cartizze sirven para distinguir el origen de los viñedos.
Según los niveles de efervescencia puede ser:
- Prosecco Spumante: caracterizado por ser muy burbujeante.
- Prosecco Frizzante: son los vinos semiespumosos.
- Prosecco Calmo o Tranquillo: es la versión no espumosa de este vino italiano. Es el menos popular, representando solo el 5 % de toda la producción, con un consumo que se circunscribe únicamente a Italia.
Según sus niveles de azúcar residual puede ser:
- Brut: menos de 12 gramos por litro.
- Extraseco: entre 12 y 17 gramos por litro.
- Seco: entre 17 y 32 gramos por litro.
- Semiseco: entre 32 y 50 gramos por litro.
Cuál es el proceso de elaboración que sigue el Prosecco
La principal diferencia entre el Prosecco y otros vinos espumosos es el método con el que son elaborados.
Mientras que el champán y el cava usan el método tradicional, un proceso que requiere mucha mano de obra, tiempo y dinero, el Prosecco utiliza el método Charmat, también conocido como método italiano o método del tanque.
El método Charmat evita la fermentación secundaria en las botellas (algo que se da en el cava y en el champán).
Tras producir un vino de base seco con el prensado y la fermentación de las uvas, este se pone en un tanque de acero inoxidable, junto al azúcar, un agente clarificador y nutrientes de levadura.
El tanque es sellado y la fermentación secundaria tiene lugar en unas condiciones absolutamente controladas.
Cuando la fermentación secundaria se completa, el vino ya es espumoso. Se eliminan las células de levadura muertas y el vino es embotellado bajo un ambiente presurizado.
El método Charmat es un proceso muy simple, que requiere menos trabajo físico y tiempo que el champán y el cava, lo que hace que el Prosecco sea mucho más económico.
En definitiva, las claves del éxito del Prosecco es que es un vino espumoso muy refrescante y económico, ideal para el aperitivo o para acompañar platos ligeros. Los más dulces maridan muy bien con los postres. Aunque puede tomarse solo perfectamente, es ingrediente de combinados tan populares como el spritz o el cóctel bellini.
Fuente: VINETUR
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