El Gourmet Urbano: #CAFE ☕ | Del grano a la taza: este es el proceso completo de un buen café

martes, 12 de enero de 2021

#CAFE ☕ | Del grano a la taza: este es el proceso completo de un buen café

Un buen café es un placer, pero para que podamos tener una taza en las manos se requiere de un proceso que inicia con los granos de café.

Un buen café es algo relativamente fácil de obtener para las personas. En muchos casos, solo se necesita caminar unos cuantos pasos, entrar a una cocina, encender una máquina y tener listo un café fresco en tan solo unos minutos.

© Guido Mieth

Y aunque existen distintas maneras en las que podemos crear muy buenos cafés en nuestra casa, también es cierto que el mundo del café es todo un arte y está repleto de expertos que cada día experimentan y profundizan más en las maneras de obtener la taza perfecta. 

No por nada cada vez hay más cafeterías especializadas que realmente valoran el arte del café. Sin embargo, ¿has pensado en qué procesos son necesarios para que puedas tener una taza de café en tus manos? Aquí exploramos un poco en el tema.
Primer paso: las granjas

Todo inicia con la siembra y cultivo del grano de café. Muchas granjas donde esto se hace se encuentran en latinoamérica. Por ejemplo, en Colombia, donde existen espacios dedicados exclusivamente al cultivo de este grano, como el pueblo Pitalito. Otros lugares especializados en la producción de café son Brasil, Vietnam, Indonesia, Etiopía, Honduras y la India.

Segundo paso: selección del grano


Los árboles de donde se obtiene el café se llaman cafetos, cuyas semillas se emplean para hacer esta bebida estimulante. Aquí muchas granjas prefieren la selección a mano de los mejores granos para hacer café, ya que no todos los frutos maduran al mismo tiempo en los árboles y es mejor seleccionar uno por uno.

Tercer paso: procesamiento del grano


Cada granja tiene sus propios procesos, pero lo más común es que los granos elegidos se fermenten en agua por uno o dos días. La variación en el tipo de grano de cada café tiene un efecto significativo en su sabor, color, textura y sensación en el cuerpo. Por eso es tan importante hacer una buena selección y filtro. Una vez que los granos estuvieron en el agua, se dejan secando por varios días, incluso varias semanas. Después, se utilizan máquinas que los separan por peso y color.

Cuarto paso: catadores


Los granos que se han seleccionado y filtrado pasan por catadores, que son expertos que califican la calidad del grano de acuerdo con su sabor, textura y aroma. Una vez que se hace esta clasificación, se empacan de acuerdo con las características de cada grupo de granos.

El café varía mucho en sabor, olor y textura
© Betsie Van der Meer

Quinto paso: transporte


Los granos ya clasificados se empacan y transportan alrededor del mundo mediante barcos u otros vehículos, dependiendo de su destino. Estados Unidos es uno de los principales consumidores de café, aunque hay otros lugares del mundo conocidos por sus productos cafeteros.

Sexto paso: distribución


Una vez que los países reciben los granos de café, algunos sitios todavía terminan de procesarlo mediante moliendas. En las máquinas, muelen el café o lo dejan listo para molerse con algunos aceites, los cuales aumentan el olor y el sabor del grano. Una vez que esto está hecho, se distribuyen a las tiendas y cafeterías locales. Para esto, existe la figura del comprador de café, quien selecciona con cuidado los mejores productos para su local.

Evidentemente, lo que sigue de esto es que los baristas preparen la bebida a través de los mejores métodos según cada sitio, así como de acuerdo con las preferencias de los clientes. También puede ser que en vez de obtener la taza de café de una cafetería, lo hagas desde tu casa, en cuyo caso este último momento no sucede, pero de igual manera pasó por todos los puntos anteriores.

Es importante recordar cuánta gente está involucrada en el proceso para obtener una taza de café. En especial, vale la pena reconocer el trabajo de los granjeros y recolectores de semilla que inician el proceso, ya que en muchas ocasiones no reciben sueldos dignos (en otros casos ni siquiera les pagan). Una buena taza de café es un gran placer, no hay duda, pero ¿qué tal si agradecemos a quienes lo hacen posible?

María González

Fuente: GQ

No hay comentarios. :