Las sobras de comida de estos días de Navidad se pueden guardar sin problema si sabes cómo congelarlas o reciclarlas para otras recetas.
Una vez ha finalizado por completo el periodo navideño, es posible que hayas comprobado lo que sucede en muchas casas tras las fiestas: la acumulación de sobras que nos permite alimentarnos durante días e incluso semanas, siempre y cuando todas las sobras estén bien guardadas y almacenadas.
Qué podemos hacer con las sobras de las comidas festivas
Veamos entonces, algunos de los errores que se cometen (y cómo evitarlos) al reciclar las sobras de las comidas festivas
Desde carnes al horno, pasando por caldos, pescados y marisco, y sin olvidarnos de todos los dulces que hemos ido comprando e incluso elaborando durante las Navidades, puede que el montante de comida acumulado en muchas casas sea bastante elevado por lo que puede que lleves días guardando sobras y para hacerlo de manera correcta mejor no cometer errores como los que ahora te mencionamos.
Puede que en tus menús navideños hayas servido los platos en un determinado orden pero que al recoger las sobras, todo haya queda guardado en el mismo plato, y en la nevera. A la hora de congelar esas sobras sin embargo, no debes por ejemplo guardar la carne toda junta (y más si se trata de diferentes tipos de carne y cocinadas de distinta manera) o pretender que el marisco sobrante se guarde en la misma bolsa o recipiente. Es mejor separar cada plato o alimento y hacer espacio para que nos quede bien almacenado en el congelador.
De igual forma, no bastará con envolver las pechugas de pavo o de pollo sobrantes con papel film y meterlas al congelador. Es mejor procurar envases o recipientes que se puedan cerrar herméticamente de modo que no les entre la humedad del congelador. Cada alimento deberá ir en un recipiente o como mucho, envuelves los alimentos y luego sí que podrías hacer que «compartan» recipiente ,aunque procura que no queden demasiado juntos sino quieres que una vez congelados se queden pegados y al final tengas que descongelar todo a la vez.
Muchas son las personas que congelan las sobras e incluso la comida de la compra mensual, pero sin anotar ni lo que es y tampoco, la fecha de cuándo se mete en el congelador o cuándo caduca. Este es un error más común de lo que parece y la verdad es que marcar cada recipiente y paquete de comida en el congelador, facilitará bastante el hecho de saber cuándo se debe descongelar o a qué corresponde el recipiente del que no se puede ver el interior debido al proceso de congelación
Esto es algo también bastante común , ya que a veces creemos que las sobras metidas en la nevera sin más van a poder aguantar sin que las congelemos durante días. Lo ideal es esperar a que las sobras se hayan enfriado, si las decidimos congelar en el mismo día en el que las hemos cocinado y servido, y después, meter en el congelador dentro de su recipiente. Pero si ya ha pasado más de una semana y las sobras siguen en la nevera es posible que se deban comer ya o que acabemos por tirarlas.
Dependerá del tipo de sobra ya que no es lo mismo una carne bien cocinada, que un marisco al vapor o un caldo de carne y verduras. En el primer caso es posible que la carne aguante pero cuidado con el marisco o el caldo que podrían haberse pasado incluso si los hemos guardado en la nevera. Lo evidente será calentar las sobras y oler antes de comerlas de modo que averigüemos si ya están en mal estado.
A la hora de congelar las sobras, es mejor que separes las salsas y condimentos de sus respectivos alimentos. De este modo te aseguras que la congelación por separado conservará mejor el alimento así como la salsa. Luego solo tendrás que descongelar por separado (mejor a temperatura ambiente) y mezclar cuando llegue el momento de comer las sobras.
También es bastante común que si ha sobrado mucha comida de un determinado plato se congele toda a la vez, en lugar de separar por porciones. ¿Para qué congelar medio pollo si tal vez luego no te lo vas a comer todo una vez descongelado? ¿No será mejor trocearlo en varias porciones y con ello tener comida para más días?.
A colación del punto anterior, nunca pretendas descongelar y volver a congelar las sobras. Por eso es tan importante separar bien las sobras y además hacerlo por porciones. De este modo solo descongelarás lo que vayas a comer en ese momento o ese día. Si descongelas y luego no te lo acabas todo, ya no será posible volver a congelar el nuevo sobrante dado que posiblemente el alimento se estropee o un nuevo proceso de congelación afecte a su calidad de consumo.
En el caso de las verduras, como las utilizadas para hacer el caldo de Navidad, o el marisco que ha sobrado, puede que pienses que si lo guardas o lo congelas, no se va a conservar bien. Puede entonces que sea mejor triturar este tipo de alimentos y hacer con ello unas cremas que aprovechar para otras recetas. Por ejemplo las verduras bien trituradas y mezcladas con un poco de carne (también la del caldo) puede dar como resultado un rico y nutritivo puré. El marisco bien triturado puede servirte para acompañar como condimento a una ensalada ligera.
De igual forma, es posible que cometamos el error de no aprovechar las salsas elaboradas para algunos platos. A veces hacemos salsa de más y luego pensamos que ya no nos va a servir de modo que la acabamos tirando, cuando tal vez esa misma salsa sirva para otra carne por ejemplo, o para mezclar con un poco de arroz hervido o de pasta.
Lo mismo podemos decir con muchos de los rellenos que se cocinan para por ejemplo el pollo o pavo de Navidad. Se pueden congelar para usarlos en el futuro o también aprovecharlos para mezclar con arroz o echar sobre por ejemplo unas patatas fritas o incluso una ensalada.
Tras las Navidades, lo más normal es que nos sobre turrón, polvorones y bombones, pero en lugar de tirarlo, se puede «reciclar» para todo tipo de postres, como por ejemplo hacer una crema de turrón, hacer un bizcocho con los polvorones o derretir los bombones para utilizar ese chocolate en todo tipo de postres.
Por último, es posible que nos haya sobrado parte del roscón de reyes y no queramos comerlo estos días, pero no debes preocuparte ya que se puede congelar sin problema alguno, aunque tendrás que saber cómo hacerlo. Para ello debes cortar el roscón en las porciones que vayas a ir comiendo, guardarlo en un buen recipiente con tapa para evitar que cristalice y por último sacar y dejar a temperatura ambiente para que se descongele de forma natural, ya que si lo descongelamos en el microondas o lo calentamos en el horno, es posible que lo acabemos resecando demasiado.
Errores que cometes (y cómo evitarlos) al reciclar las sobras de las comidas festivas
Desde carnes al horno, pasando por caldos, pescados y marisco, y sin olvidarnos de todos los dulces que hemos ido comprando e incluso elaborando durante las Navidades, puede que el montante de comida acumulado en muchas casas sea bastante elevado por lo que puede que lleves días guardando sobras y para hacerlo de manera correcta mejor no cometer errores como los que ahora te mencionamos.
Congelar toda la comida junta o de cualquier manera
Puede que en tus menús navideños hayas servido los platos en un determinado orden pero que al recoger las sobras, todo haya queda guardado en el mismo plato, y en la nevera. A la hora de congelar esas sobras sin embargo, no debes por ejemplo guardar la carne toda junta (y más si se trata de diferentes tipos de carne y cocinadas de distinta manera) o pretender que el marisco sobrante se guarde en la misma bolsa o recipiente. Es mejor separar cada plato o alimento y hacer espacio para que nos quede bien almacenado en el congelador.
No utilizar envases adecuados
De igual forma, no bastará con envolver las pechugas de pavo o de pollo sobrantes con papel film y meterlas al congelador. Es mejor procurar envases o recipientes que se puedan cerrar herméticamente de modo que no les entre la humedad del congelador. Cada alimento deberá ir en un recipiente o como mucho, envuelves los alimentos y luego sí que podrías hacer que «compartan» recipiente ,aunque procura que no queden demasiado juntos sino quieres que una vez congelados se queden pegados y al final tengas que descongelar todo a la vez.
No marcar lo guardado
Muchas son las personas que congelan las sobras e incluso la comida de la compra mensual, pero sin anotar ni lo que es y tampoco, la fecha de cuándo se mete en el congelador o cuándo caduca. Este es un error más común de lo que parece y la verdad es que marcar cada recipiente y paquete de comida en el congelador, facilitará bastante el hecho de saber cuándo se debe descongelar o a qué corresponde el recipiente del que no se puede ver el interior debido al proceso de congelación
Tardar demasiados días en guardar la comida
Esto es algo también bastante común , ya que a veces creemos que las sobras metidas en la nevera sin más van a poder aguantar sin que las congelemos durante días. Lo ideal es esperar a que las sobras se hayan enfriado, si las decidimos congelar en el mismo día en el que las hemos cocinado y servido, y después, meter en el congelador dentro de su recipiente. Pero si ya ha pasado más de una semana y las sobras siguen en la nevera es posible que se deban comer ya o que acabemos por tirarlas.
Dependerá del tipo de sobra ya que no es lo mismo una carne bien cocinada, que un marisco al vapor o un caldo de carne y verduras. En el primer caso es posible que la carne aguante pero cuidado con el marisco o el caldo que podrían haberse pasado incluso si los hemos guardado en la nevera. Lo evidente será calentar las sobras y oler antes de comerlas de modo que averigüemos si ya están en mal estado.
No tener en cuenta las salsas y condimentos de las sobras
A la hora de congelar las sobras, es mejor que separes las salsas y condimentos de sus respectivos alimentos. De este modo te aseguras que la congelación por separado conservará mejor el alimento así como la salsa. Luego solo tendrás que descongelar por separado (mejor a temperatura ambiente) y mezclar cuando llegue el momento de comer las sobras.
No separar en porciones
También es bastante común que si ha sobrado mucha comida de un determinado plato se congele toda a la vez, en lugar de separar por porciones. ¿Para qué congelar medio pollo si tal vez luego no te lo vas a comer todo una vez descongelado? ¿No será mejor trocearlo en varias porciones y con ello tener comida para más días?.
Descongelar la comida y luego pretender volver a congelarla
A colación del punto anterior, nunca pretendas descongelar y volver a congelar las sobras. Por eso es tan importante separar bien las sobras y además hacerlo por porciones. De este modo solo descongelarás lo que vayas a comer en ese momento o ese día. Si descongelas y luego no te lo acabas todo, ya no será posible volver a congelar el nuevo sobrante dado que posiblemente el alimento se estropee o un nuevo proceso de congelación afecte a su calidad de consumo.
No aprovechar las verduras o el marisco para hacer cremas
En el caso de las verduras, como las utilizadas para hacer el caldo de Navidad, o el marisco que ha sobrado, puede que pienses que si lo guardas o lo congelas, no se va a conservar bien. Puede entonces que sea mejor triturar este tipo de alimentos y hacer con ello unas cremas que aprovechar para otras recetas. Por ejemplo las verduras bien trituradas y mezcladas con un poco de carne (también la del caldo) puede dar como resultado un rico y nutritivo puré. El marisco bien triturado puede servirte para acompañar como condimento a una ensalada ligera.
No aprovechar las salsas
De igual forma, es posible que cometamos el error de no aprovechar las salsas elaboradas para algunos platos. A veces hacemos salsa de más y luego pensamos que ya no nos va a servir de modo que la acabamos tirando, cuando tal vez esa misma salsa sirva para otra carne por ejemplo, o para mezclar con un poco de arroz hervido o de pasta.
Lo mismo podemos decir con muchos de los rellenos que se cocinan para por ejemplo el pollo o pavo de Navidad. Se pueden congelar para usarlos en el futuro o también aprovecharlos para mezclar con arroz o echar sobre por ejemplo unas patatas fritas o incluso una ensalada.
No saber reciclar el turrón, los polvorones o los bombones
Tras las Navidades, lo más normal es que nos sobre turrón, polvorones y bombones, pero en lugar de tirarlo, se puede «reciclar» para todo tipo de postres, como por ejemplo hacer una crema de turrón, hacer un bizcocho con los polvorones o derretir los bombones para utilizar ese chocolate en todo tipo de postres.
No saber congelar el roscón de reyes
Por último, es posible que nos haya sobrado parte del roscón de reyes y no queramos comerlo estos días, pero no debes preocuparte ya que se puede congelar sin problema alguno, aunque tendrás que saber cómo hacerlo. Para ello debes cortar el roscón en las porciones que vayas a ir comiendo, guardarlo en un buen recipiente con tapa para evitar que cristalice y por último sacar y dejar a temperatura ambiente para que se descongele de forma natural, ya que si lo descongelamos en el microondas o lo calentamos en el horno, es posible que lo acabemos resecando demasiado.
Fuente: OK Diario
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