La Última Cena. |
En dicho evento se ven en los dibujos y diversas escrituras que describen el hecho, los doce apóstoles alrededor de Jesús, en una mesa con alimentos y vino, en la cual Jesús consagra el cuerpo (el pan) y la sangre de Cristo (el vino).
La fórmula del pan se viene pasando de generación en generación, y no varió demasiado. El misterio siempre ha sido el vino: qué cepa de vino es la que bebieron en el evento supremo de la despedida de Jesús antes de ser crucificado.
Cuando uno lee la Biblia, el vino, junto con la leche y el agua, son las tres bebidas que se nombran en diversas etapas. A partir de la última cena, el vino se incorpora a la liturgia eucarística simbolizando la sangre de Jesús.
En el abanico de teorías e hipótesis que se han desplegado desde hace 2.000 años, parece que uno de los enigmas, de lo que pasó esa noche de la despedida de Jesús con los Apóstoles, se ha develado.
Se puede casi asegurar que Jesús en la Última Cena, brindó con vino tinto Syrah.Los investigadores han tomado ciertos elementos surgidos de la misma Biblia, en particular del Viejo Testamento, específicamente cuando habla acerca del Arca de Noé, que describe que cuando bajan las aguas luego del diluvio y que fue a plantar una viña en tierra firme.
En otros estudios sobre el desarrollo en territorios varios del Imperio Romano y los Griegos, se ha descubierto que se enseñaba cómo rebajar la graduación alcohólica, como lo describen hombres de la época socrática.
En este punto hay que aclarar que los jerarcas romanos se inclinaban por los vinos blancos, los que les daban reputación y eran sinónimo de elegancia y rango. En cambio, el pueblo palestino era un gran consumidor de vino tinto, que es el tipo de caldo que siempre se nombra en la Biblia. Son ellos los que comenzaron agregándole agua, miel o especias, buscando diferenciar gustos para cada paladar. Otra característica de la época era dejar las uvas expuestas a la acción del humo caliente, le daba a la bebida cierto sabor ahumado, según detallan algunos historiadores de la época.
Enólogos y otros científicos seguirán estudiando los datos que la historia nos presenta para encontrar el verdadero cáliz de donde bebió Jesús.
El tema puntual de la variedad de la uva que se utilizó en esos tiempos, hace 2.000 años, es muy difícil de determinar. Pero ancestralmente, en esa zona del mundo, predominaba el Syrah, una cepa de origen en Persía, que se popularizó en esos tiempos de manera manifiesta. Se puede casi asegurar que Jesús en la Última Cena, brindó con vino tinto Syrah, con un breve añejamiento, con una graduación alcohólica en torno a los 14 grados. Este vino se bebía también en las festividades de Pascua de esos años.
Esta aproximación a la verdad de estos hechos históricos se continúa estudiando a través de los fondos de vasijas de barro de la época, en las cuales ya se han identificado al menos unos 120 tipos de uva distintas de esa época, pero la mayoría emparentadas con la cepa actual de lo que conocemos como Syrah.
Otros estudios dicen que Jesús bebió solo caldo de vino fermentado o solo jugo de uvas, lo concreto es que esta es la idea más próxima a la verdad de los hechos, por lo cual enólogos y otros científicos, seguirán estudiando los datos que la historia nos presenta para encontrar el verdadero cáliz de donde bebió Jesús, que los Templarios y otros Grupos no han podido hasta el momento encontrar.
Luis Chervo
Fuente: El Agrario
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