La frescura del té - La clave
Lo primero que tenemos que saber es si nuestro té es fresco o no. Por mucho que queramos mantener nuestro té perfecto, si donde lo hemos comprado no lo almacenan bien, habrá perdido mucha de su gracia. Nuestra filosofía es la de mantener una rotación muy alta de productos. Por ejemplo si te fijas en nuestros blends, están muchas veces agotados. Tenemos la posibilidad de comprar muchos kg y garantizarnos la venta, pero nuestros proveedores a la vez, tienen unas rotaciones altísimas y comprando regularmente nos aseguramos de tener los último lotes creados.
Un ejemplo, nuestro top ventas Earl Grey Premium. A veces nos quedamos sin Stock y “No vendemos”, podríamos tener almacenados muchos kg y siempre tener disponibilidad.
¿Qué problema habría? los primeros kgs estarán muy bien, pero a medida que pasa el tiempo los kgs restantes van perdiendo gracia, frescura y aroma por lo que el té que vendamos pasados un par de meses brillará menos.
En este caso nuestro proveedor prácticamente mezcla cada 15 días el té de base con la bergamota por lo que siempre tenemos un té muy aromático y fresco. El resultado es que nuestros clientes disfrutan de un té increíblemente aromático y fresco, haciendo que la espera merezca la pena.
Después de este ladrillo para ponerte en situación, vamos con lo que te ha traído hasta aquí.
¿Cómo conservo mi té?
Voy a usar como ejemplo el sistema que usamos en nuestra tienda de té, del resto, no os puedo dar mucha info pero igual debería servirte.
¿Lo dejo en la bolsa? ¿Lo pongo en una lata? ¿En un tarro de cristal?
Mi consejo es el siguiente, hazte con algunas latas según los tés que dispongas, son muy cómodas para servir, muy bonitas y decorativas.
Nuestras bolsas son de triple capa tipo Doypack que mantienen perfectamente el té y cierran con un zip muy práctico. Se conservará perfectamente, pero hay algo más que puedes hacer.
“Lo mejor” que puedes hacer, es poner una cantidad en una lata (por ejemplo 50g si tu paquete es de 100g) y el resto dejarlo en la misma bolsa y usar la lata para el día a día. Es más práctica y elegante.
Lo habitual es que el té pierda aroma cada vez que abrimos y cerramos el paquete por el contacto con el aire. Si tenemos la mitad del paquete en la bolsa, esta cantidad no envejecerá y cuando se agote la lata, reponemos y tendremos nuestro té muy aromático y fresco.
Imagínate que tienes un paquete de 200g, lo vamos a abrir unas 70 veces, una por cada té. Si ponemos un poco en una lata, solo iremos exponiendo esta cantidad y el resto estará bien cerrado esperando a ser repuesto.
Una vez que tienes claro que las latas son útiles, vamos a analizar el tipo de continente
¿Qué tipo de lata es mejor para el té?
Las latas para té, además de ser lo mejor para tus infusiones, son seguras y bonitas. Te recomiendo un tamaño de entre 50g-100g para usarlas como te describía anteriormente.
Puedes usar otras latas que tengas por casa, pero ojo, no todas son aptas para contener alimentos. Asegúrate de que cumpla con este requisito o arruinarás tu té además de que puedes tener algún problema de salud.
Por experiencia las mejores en cuanto a conservación y estética, son las Japonesas.
Puedes usar tarros de cristal que cierren bien, pero mucho cuidado con la luz. Afecta drásticamente al té y lo deterioran rápidamente. Si quieres tener estos botes porque son muy llamativos y se puede apreciar el té, asegúrate de guardarlos en un sitio que no les incida la luz, por ejemplo un armario.
Tés especiales - Conservar el té Japonés
Todos tus tés deberías de conservarlos en las mismas condiciones, pero hay unas variedades muy delicadas como los tés Japoneses. Estos envejecen muy rápido y lo ideal es meterlos en la nevera. Nosotros recomendamos tener a 4ºC aproximadamente los Tés Matcha, Gyokuros, Kabusecha o incluso Sencha y Bancha. En nuestro caso, tenemos una cámara destinada a este fin y se nota muchísimo.
¿Cuánto dura el té?
La mayoría de tés, no “Caducan”, o no pasa nada si los consumes viejos salvo que tengan fruta o similar, que deberás de mirar si estos ingredientes están en condiciones. Por lo general los tés tienen 1 año y medio a 2 años de caducidad marcada por el productor, pero sinceramente, te recomiendo que consumas tu té entre los 6 y 8 meses desde que lo compraste. No pasará nada si lo haces al año o a los 2 años, pero la experiencia no será la misma.
Espero que estos sencillos consejos te ayuden a disfrutar de un mejor té y disipen tus dudas. SI te surge cualquier consulta, por aquí abajo tienes la cajita de comentarios para hacérnoslas llegar.
Fuente: Punto de té
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