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Como con cualquier preparación casera, lo más importante es utilizar ingredientes de calidad; luego debemos evitar que nos quede blanda o que se queme.
¿A quien no le gusta cenar de vez en cuando pizza? ¿O a quien no le soluciona una cena cuando no hay mucho en casa y pocas ganas de cocinar?
El problema es que sabemos a la perfección que no se trata de un alimento saludable, que podamos consumir todos los días sin sufrir las consecuencias en nuestra salud.
Pero no todo es malo: si planeamos correctamente incluir este plato en el menú semanal, hay formas de hacer la pizza más saludable y menos calórica.
¿Cómo? Haciéndola en casa. No te asustes, porque no es necesario amasar todo el tiempo: la masa de pizza se puede congelar y así solo deberías añadirle la salsa y hornearla al momento de comerla.
Si pones en práctica este truco, ten en cuenta que los distintos tiempos de cocción de lo que le pongas encima a la masa, pueden dar como resultado una pizza blanda. Lo ideal es colocar solo salsa (no muy abundante) y muzzarella; cualquier otro topping es preferible cocinarlo fuera de la asadera. Por ejemplo: si le querés poner hongos o morrón, cocinalos antes en una sartén.
Otra consideración importante es la calidad de la materia prima que uses. En ese sentido, utilizar harina refinada para la elaboración de la masa hará que el producto final sea más saludable y mucho más sana será aun si en vez de harina de trigo utilizás una base de vegetales como coliflor o quinoa.
Hacer la salsa con tomates frescos, en cualquier momento de la semana que sea práctico y dejarla en la heladera, también ayuda a que no nos excedamos con el azúcar o el sodio.
Con todos estos consejos, ¿qué esperas para poner manos en la masa?
Fuente: El País - Uruguay
1 comentario :
Excelentes tips para poder comer más seguido un platillo que les encanta a los chicos.
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