Te explicamos la razón por la que el precio de un vino no tiene que ver necesariamente con su calidad.
Para quienes disfrutan del vino pero no se consideran “expertos en la materia” la diferencia en el paladar sobre un vino de mesa o un vino de precio elevado no será mucha. Aunque en algunos casos se estará pagando por el “nombre” o la “etiqueta”. Los expertos de Balero, un proyecto 100% mexicano, nos explicaron por qué un vino no necesariamente tiene que ser costoso para ser delicioso y de buena calidad.
Primero que nada, es importante conocer el tipo de vinos que hay en el mercado. Está el tinto, blanco, espumoso, rosado, nacionales, internacionales y hasta orgánicos y veganos. Además, se debe tomar en cuenta que existen vinos de mucha estructura: ligeros, afrutados, secos, vinos que se deben servir fríos, etc ¡la variedad es enorme!
Otro punto importante es elegir el vino que mejor vaya con la comida o aperitivos con los que se va a acompañar (es decir que sea un buen maridaje) y si es para disfrutar durante una reunión o mientras se lee un buen libro. En estos tiempos es importante tomar en cuenta todos los elementos que se encuentren alrededor de nuestra experiencia al disfrutar de una copa.
“Algunos se dejan llevar por el precio (si es más caro) a la hora de elegir un vino, pero eso es un mito. El mejor vino es el que a ti te gusta y un buen vino mexicano puede maridarse con diversos platillos y lo ideal es ajustar tu elección a tu presupuesto” menciona Valentina Ortiz Monstaerio, directora de vinos Balero.
Un buen vino ¿Debe ser caro?
Existen diferentes factores sobre porque algunos vinos son de precio más elevado que otros: el proceso de elaboración, la edad, el terreno u origen del vino y hasta el añejamiento. Cada uno de estos elementos agregan diferencias sutiles a estos alcoholes que en muchos casos sólo los paladares más expertos pueden llegar a notar.
La estructura, crianza y etiqueta son otros factores que pueden elevar el costo de esta bebida que durante años ha causado gran revuelo por su sabor y versatilidad. Un vino de mesa o de menor precio puede ser disfrutado con moderación y con el maridaje adecuado, así que la elección dependerá de tu presupuesto y elección.
Para los que les gusta lo más clásico o son nuevos en el mundo del vino, los tintos pueden ser el complemento perfecto para compartir platillos picantes, con grasa o bien condimentados como cortes de carne, tacos al pastor o pizza hecha en casa.
O para quienes buscan un burbujeante momento, los vinos espumosos pueden ser la opción para maridar con postres, a diferencia de los blancos que son relacionados con mariscos; lo importante es conocer el vino, contrastar los sabores y disfrutar de la experiencia gastronómica que ofrece el mundo del vino.
Actualmente existen etiquetas a precio accesible que sirven como introducción para todos aquellos que está interesados en consumir vino de buena calidad. Cuando se trata de vino y comida mexicana, las posibilidades son infinitas, ya que entra en juego la forma de cocinar los alimentos y los gustos de cada persona en particular. Además, el mantenerse informado para conocer el vino, leer sobre las variedades, origen y maduración son elementos que te ayudarán a elegir un buen vino a buen precio.
Fuente: rsvp
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