El modelo está resultando un éxito. Instagram/Chill It
Cinco jóvenes emprendedores argentinos presentan 'Chill It', una máquina que consigue enfriar latas y botellas a 3º en apenas medio minuto
Llega el verano, y salir a la calle en muchos puntos de nuestro país supone un auténtico desafío. Cuando vives con 35 grados a las diez de la noche, desear tomarte algo fresco cuanto antes es algo que forma parte de todas las horas del día.
En eso pensaron cinco jóvenes a la hora de crear un invento novedoso que seguro formará parte de las listas de deseos de los que más calor pasan: una máquina capaz de refrigerar bebidas en apenas unos segundos.
En días de calor, hay quien daría lo que fuese por tomarse una cerveza bien fría. Getty Images/iStockphoto
Se llama Chill It, y es un sueño que se ha convertido en realidad gracias a cinco jóvenes argentinos, Santiago Schmidt, Marcos Condomí Alcorta, Nicolás Kölliker Drers, Pablo Esteban Di Lorenzo y Luciano Cismondi. Los cinco han trabajado para obrar el milagro de enfriar bebidas a temperatura ambiente a unos tres grados en apenas medio minuto. Lo más curioso es que la idea original de Chill It viene del esfuerzo de Nicolás, Marcos y Santiago, que comenzaron a desarrollar el proyecto para un trabajo de fin de curso en una de las materias que cursaban en la universidad, donde tenían que plantear un modelo de negocio marcado por la innovación.
Cuatro de los creadores de Chill It están actualmente viajando por todo el mundo para adquirir las licencias que permitan comercializar su producto. Instagram/Chill It
Quedó claro que el proyecto era garantía de éxito, por lo que decidieron intentar comercializar la idea. Eso sí, por su cuenta, porque rechazaron incluso la oferta de una empresa cervecera que había tomado interés en el proyecto. Así, junto a los ingenieros Pablo y Luciano, desarrollaron un prototipo funcional en el que consiguieron enfriar latas en 20-30 segundos y botellas de litro y medio de refresco en menos de un minuto. Una vez presentaron el prototipo, comenzaron a desarrollar el modelo final, consiguiendo reducir los tiempos de enfriado hasta en un 50%. Ahora, enfriar una lata típica de refresco se puede conseguir en 30 segundos. Por poder, puede alcanzar hasta temperaturas bajo cero, si se deja el tiempo suficiente.
Pruebas. Instagram/Chill It |
El primer paso fue la configuración de un modelo matemático. Instagram/Chill It |
"Fueron tres años de investigación y un año de desarrollo”, confirmó Luciano Cismondi en declaraciones a Infobae,“Fue muy complicado encontrar la tecnología y los materiales adecuados para finalmente lograr el producto final”. En un principio, construyeron un modelo matemático para desarrollar cómo transmitir el calor entre los envases, maximizando la transferencia de calor en el menor tiempo imposible, el principal objetivo. “Nuestro sistema se basa en el hardware y cualquier cambio, por pequeño que sea, es muy complejo. Hay que soldar un componente en la placa y comprobar que todo va funcionando”.
El diseño final. Instagram/Chill It |
Pasaron dos años en Sudáfrica para licenciar la propiedad intelectual de la marca, y aprovecharon para presentar su invento por todo el mundo; sin ir más lejos, los cuatro visitaron El Hormiguero hace algunos meses y, actualmente, el equipo reside en nuestro país, donde aseguran tener varias empresas interesadas en adquirir el proyecto. Mientras, se encuentran presentando el invento delante de los organismos reguladores de España, para valorar aspectos de seguridad del invento desde el punto de vista sanitario, medioambiental y eléctrico.
Los cuatro compañeros visitaron El Hormiguero hace unas semanas. Instagram/Chill It |
Eso sí, no soltarán prenda sobre cómo se obra el milagro de enfriar sus bebidas. Según cuentan los jóvenes a Omicrono, “los abogados que llevan todos los temas relacionados con las patentes, funcionamiento e inversores "nos tienen prohibido hablar sobre cómo funciona". Los detalles sobre su funcionamiento son realmente escasos y tan solo indican que "es algo muy simple” y que la máquina “lo único que usa es electricidad”. Claro que, en estos tiempos que corren, quieren aclarar que no hay por qué preocuparse, ya que “a nivel energético, reduce el consumo de electricidad si lo comparamos con las máquinas frigoríficas tradicionales". Aproximadamente ahorra un 60% de energía.".
Tras varias presentaciones y pruebas, estos jóvenes emprendedores confían en lanzar su producto al mercado. De momento, si todo sigue su curso, podríamos hacernos con uno en 2022.
JUDITH DEL RIO
Fuente: La Vanguardia
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