El corcho de vino se puede romper al destaparlo. Foto: Shutterstock. |
La antigüedad del vino, el exceso de luz o la falta de humedad en la guarda son causas frecuentes de la rotura. Las técnicas para rescatar la bebida.
Descorchar una botella de vino demanda un par de minutos. Suele ser una ceremonia tan sencilla que a lo sumo requerirá de un poco de fuerza y paciencia. Sin embargo, algunas veces nos encontramos con un corcho rebelde que no quiere salir y dificulta la tarea. O lo que es peor, se rompe en la mitad del trayecto. Es en ese instante cuando nos preguntamos: ¿por qué se puede romper un corcho de vino y cómo solucionarlo?
Desde que el vino es vino o, en realidad, desde que a mediados del siglo XVIII los ingleses comenzaron la fabricación de botellas en serie, el corcho -un tradicional tapón extraído de la corteza del alcornoque- se convirtió en un pequeño y potente obstáculo a franquear para acceder a esta bebida sagrada y adorada desde los tiempos más remotos.
En la actualidad, por ejemplo, un corcho estándar -cuya función es cerrar de manera perfecta la botella sin dejar pasar ni el líquido hacia afuera ni el aire hacia adentro- mide 24 mm de diámetro y se coloca en cuellos de botella de 18 mm.
Corcho roto. Unsplash. |
Todo indicaría que para descorchar una botella de vino sólo es necesario contar con la herramienta adecuada, es decir, un simple sacacorchos... No siempre es así: aun con los diseños más básicos y favoritos de los sommeliers o los sofisticados y modernos de tipo eléctrico, a veces el corcho de la botella nos juega una mala pasada y se rompe en la mitad de la tarea.
Por qué se rompe un corcho de vino
Las razones son relativamente pocas y en general tienen que ver con una guarda en condiciones inadecuadas para la conservación del vino, como temperatura muy elevada, escasa humedad en el ambiente y exceso de luz.
"El vino se debe guardar en un lugar oscuro, acostado y en un ámbito con una humedad de alrededor del 60 por ciento para que el corcho mantenga su elasticidad y no se rompa", aporta la sommelier Verónica Reising. En cambio, si la botella se almacena de pie por un período largo es probable que el corcho se reseque y se encoja, permitiendo además, el ingreso de aire y la oxidación del vino.
El corcho se puede romper cuando se guardó el vino sin buenas condiciones de humedad. |
Otro factor a tener en cuenta es el tipo de corcho. Los tradicionales son los naturales -extraídos de la corteza del árbol de alcornoque- pero también hay corchos que combinan ese material con aserrín y materia sintética y otros que directamente son totalmente sintéticos. A mayor cantidad de material sintético, existen menos posibilidades de que el corcho se degrade.
"Los corchos naturales son los que tienen más posibilidad de romperse. Si además, el sacacorcho usado es de mala calidad, en vez de perforar, desgrana el tapón. Un corcho en mal estado también puede indicar que el vino también se percudió", advierte la especialista.
También es importante revisar cada tanto el sacacorchos ya que con el tiempo se desgasta o puede torcerse el espiral y al hacer fuerza hacia arriba desplazar el corcho a un costado con el riesgo de que se rompa.
Pero definitivamente la razón más frecuente para que se rompa un corcho de vino es la edad del envasado. Al tratarse de un material delicado, con el paso del tiempo el corcho se puede degradar y volverse más quebradizo al someterlo a la presión del destapador. En ese caso es clave descorchar el vino con muchísimo más cuidado y fundamentalmente sin ejercer palanca.
Los vinos con menos guarda son más fáciles de descorchar. |
Qué hacer si el corcho está por romperse
Ante la sospecha de estar frente a un corcho que corre el riesgo de romperse, los expertos recomiendan recurrir a un sacacorchos de láminas que cuenta con dos planchuelas delgadas de acero que se introducen por los bordes del corcho con un pequeño movimiento giratorio. Una vez clavadas las láminas, hacerlo girar para que ayude a despegarlo de la botella.
Un dato tal vez poco conocido por los bebedores novatos es que el corcho se coloca en la botella embebido en una resina que, si se seca, funciona como un “pegamento” y queda adherido al vidrio. Esto puede ocurrir en vinos que llevan un largo período de guarda.
Los expertos aseguran que una solución casera es acercar la llama de un encendedor al pico de la botella para entibiarlo, o sumergir por unos minutos el cuello de la botella en agua caliente -no hirviendo- para que la sustancia se ablande con la temperatura. De esta forma se descorchará el vino con menos riesgo de que se rompa este tapón compuesto íntegramente de tejido vegetal.
Corcho de vino. Unsplash. |
En caso de que el corcho roto se encuentre aún en el cuello de la botella, se puede intentar quitarlo con el mismo sacacorchos, dando una o dos vueltas el espiral en el centro del corcho pero no de manera vertical sino en forma inclinada y tirando de manera suave. Puede fallar. También hay quienes recurren a un cuchillo para avanzar en la tarea, pero existe el riesgo de lastimarse o que se desprendan trocitos de vidrio, lo que echaría a perder todo el contenido de la botella...
Todo sommelier ha vivido alguna vez la frustrante experiencia de destapar un vino en servicio y que el corcho se le rompa. En esas situaciones cuentan con un "kit de auxilio" tal como lo llama Verónica Reising: "El destapador de láminas y los coladores de tela son herramientas básicas para nosotros porque a veces las botellas de alta gama nos pueden dar un gran sorpresa", afirma.
El destapador de láminas sirve para rescatar un corcho roto. Foto: Vacuvin. |
Según esta especialista, si se nos rompe el corcho de un vino joven -en la mayoría de los casos sucede porque falla el destapador-, lo mejor es usar un filtro de papel o tela, pasarlo una o dos veces, trasvasarlo a un decantador o jarra y disfrutar de el vino sin problema.
La situación es más problemática cuando estamos antes vinos más añejos. "Más allá de que encontrar restos de corcho en el vino no es nada simpático, corremos un riesgo mayor porque si el corcho estaba degradado, terminamos de contaminar el resto del vino", advierte Reising.
La especialista subraya que todo este tipo de instancias problemáticas se reducen prácticamente a cero cuando la tapa es a rosca. "Cada vez más nos vamos adaptando y vamos entendiendo sus cualidades frente a los cierres de corcho", comenta. Sin embargo, por costumbre o desinformación todavía se asocia la tapa a rosca con productos de baja calidad. "En unos años creo que vamos a encontrar gran cantidad de vinos reserva con tapa a rosca", pronostica Reising. Mientras tanto, a armarse de paciencia y accesorios para evitar percances indeseables.
Fuente: Clarín
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