Cuestión de gustos. Pero también, de momentos. De compañía. De estado de ánimo. Todo ello va a hacer que un vino nos guste más o menos. Es curioso cuando a veces me hacen esa pregunta de "tu que eres ¿más de tintos o de blancos?" o "¿cuál es tu vino favorito?". Nunca me decanto por decir que blanco o tinto, o una marca u otra. O una variedad u otra. De hecho, nunca contesto lo mismo, porque, además, en el momento de la pregunta puede haber condicionantes o circunstancias que me hagan contestar espontáneamente respuestas diferentes.
A veces, he preguntado por el vino favorito de alguien y, otro día, he servido ese vino junto con otro, ambos en copa y sin la botella y, el vino que más le gustaba en ese momento no era el que me había dicho en la ocasión anterior. El condicionante pudo ser el segundo vino o el momento, o cualquier otra circunstancia.
De entrada, es un poco lamentable que se divida solo entre blancos y tintos, entendiéndolos como vinos tranquilos, olvidando rosados, espumosos o vinos generosos, entre otros. Eso sin tener en cuenta la comida, si la hay, el entorno o la compañía, o incluso, el motivo, como una celebración o un reencuentro.
Después tenemos, lo de las franjas de edad, que no se yo si puede afirmarse con rotundidad que vino gusta más o menos dependiendo si tienes 29 años o 53. Entiendo que dependiendo del "bagaje" personal de cada uno a la hora de probar y beber varios vinos, esta clasificación se cae dependiendo del poder adquisitivo o de la inquietud por conocer.
Esa es otra. Conocer. Difícilmente se pueda conocer una región, una variedad, una elaboración o una marca si te cierras en decir "a mi los que más me gustan son los Ribera del Duero" por poner un ejemplo. ¿qué quiere decir eso? Pues tendría muchas interpretaciones. Y, seguramente, cada una de ellas serían razones acertadas para cada cual. O no.
El precio medio que cada cual considera aceptable también es un factor a la hora de elegir. Hay vinos de super que gustan mucho y vinos de muy mayor precio que gustan menos. Y viceversa. Porque cada uno interpreta. Y el precio también se interpreta.
Así que si te preguntan que vino te gusta más piensa en los momentos, el precio, las personas, el humor, el sitio, o piensa en lo que quieras, y luego di lo que quieras también sin que tengas que clasificar o etiquetar.
JAVIER CAMPO
Fuente: Vinetur
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