Anzeige
Deshidratar alimentos es una técnica de conservación que consiste en extraer gran parte del agua contenida en los alimentos, evitando con ello el desarrollo de los microorganismos causantes de su deterioro y putrefacción.
Métodos caseros para deshidratar frutas y otros alimentos
Existen diversos métodos que se emplean para deshidratar frutas y verduras, sin embargo a nivel casero podemos hacerlo utilizando el horno, electricidad o energía solar.
1. Con la ayuda del horno a baja temperatura, podemos obtener nuestros propios alimentos deshidratados. Para todos los que les interese preservar su fruta y verdura ecológica de estación para guardar y utilizar de otra manera, una deshidratadora es sin duda un aparato muy útil. Pero también puede ser mas costoso, u ocupa mucho espacio en la cocina, y solo compensa tenerlo si deshidratamos muy a menudo.
Aunque en el horno el deshidratado es más lento y menos uniforme, lograremos con bastante éxito un buen deshidratado si seguimos estas reglas:
- En verano no hace falta utilizar el horno ya que el sol es la mejor forma de deshidratar (y lo más ecológico y económico).
- La temperatura del horno no debe nunca superar los 60 grados. Si nuestro horno lo permite y tenemos un regulador digital de temperatura, lo ideal para preservar todas las propiedades de los alimentos a deshidratar es que no se supere los 60 grados. Una buena idea es conseguir un termómetro de cocina y dejarlo dentro del horno durante el proceso para ir regulando la temperatura abriendo y cerrando la puerta.
- Nunca debemos cerrar del todo la puerta del horno, para que circule el aire y, de paso, ayudemos a que nuestro horno no alcance más temperatura de la deseada. Bastará con que pongamos un cucharón metálico en la puerta que deje una rendija por donde salga y entre el aire.
- El grosor y tamaño de cada pieza que pongamos a deshidratar determinará el tiempo que durará el proceso. Hay que tener en cuenta que, por ejemplo, una rodaja normal de tomate puede tardar entre 6 y 8 horas en ser un tomate seco. Para ahorrar electricidad y tiempo es mejor que todo lo que metamos a deshidratar esté cortado en rodajitas muy finas o en cuadraditos pequeños. Esto acortará bastante los tiempos totales de deshidratación.
- Si hacemos rodajas, es fundamental que todas tengan el mismo tamaño para que se deshidraten en el mismo tiempo. Para lograrlo, lo mejor sería usar una mandolina para hacer las rodajas.
- Cuando deshidratemos trozos pequeños y no queramos que se nos peguen, debemos poner en la fuente de horno una lámina de silicona o de papel de horno. En el caso de deshidratar frutas o verduras a rodajas, lo ideal es hacerlo sobre una rejilla de horno previamente untada con aceite para que el aire circule mejor y se deshidraten antes. Si utilizamos una rejilla, no debemos olvidar de poner en el fondo del horno una bandeja que recoja el líquido.
- Antes de deshidratarlas, hay que preparar ciertas frutas y verduras: Las frutas que se oxidan, como manzanas o peras, debemos sumergirlas durante un minuto en una solución de agua con mucho zumo de limón. Gran parte de las verduras, especialmente las de fécula o las crucíferas, es conveniente escaldarlas, ya cortadas, en agua caliente durante un minuto antes de deshidratarlas para romperles las fibras y que se hagan después mejor (y evitar que se pongan oscuras).
- Si hacemos verduras en cubitos, a mitad del proceso de deshidratación es necesario sacar la fuente y removerlas bien para que se hagan uniformemente.
2- Deshidratar alimentos con electricidad.
- Secadores o deshidratadores eléctricos: Son equipos de uso casero, provistos de un sistema de calentamiento y ventilación forzada, que producen un flujo de aire caliente que al atravesar los alimentos dispuestos en bandejas de rejilla va eliminando la humedad. Cuentan con temporizador y un sistema de control de temperatura bastante exacto. La mayoría de los modelos comerciales tienen una potencia de 600 a 800 vatios.
- Secado en horno: También se pueden deshidratar frutas y otros alimentos en un horno doméstico, siempre y cuando éste pueda trabajar a temperaturas bajas. El producto preparado se deshidrata sobre bandejas de hornear o utilizando rejillas. La temperatura del horno se controla con un termómetro y se deja la puerta entreabierta 5 a 10 cm. para permitir la evacuación de la humedad. El tiempo de secado puede reducirse colocando un ventilador delante de la puerta abierta para facilitar la salida de aire caliente.
3- Deshidratar alimentos con energía solar
- Secado directo con el sol: Es el método más simple y artesanal de deshidratado, consiste en colocar el producto a secar directamente al sol sobre una mesa o rejilla; los rayos solares y el viento se encargan de eliminar la humedad de los alimentos.
- Deshidratadores solares: Son equipos de tipología y características muy diversas que utilizan la energía solar directa o indirectamente para secar alimentos. Básicamente cuentan con una cámara, donde se colocan los alimentos en rejillas y por las cuales circula un flujo de aire caliente que es el que va eliminando gradualmente la humedad.
- Secado en horno solar: Una de las aplicaciones más interesantes de un horno solar es la de deshidratar alimentos, realizando algunas variantes en su configuración normal de funcionamiento puede trabajar como un eficaz deshidratador solar. El horno solar permite deshidratar frutas y otros alimentos en cualquier época del año, sin gasto alguno en electricidad, es mucho más rápido que el secado directo al sol y absolutamente higiénico ya que el producto no está expuesto a la intemperie ni a merced de pájaros e insectos.
Beneficios de deshidratar frutas y alimentos en casa
En general los alimentos deshidratados presentan muchas ventajas, como son:
- Tienen un alto valor nutricional, ya que la pérdida de vitaminas comparada con otros métodos de conservación es menor.
- Permite conservar casi cualquier tipo de alimento de forma segura, independiente éstos sean alimentos de alta o baja acidez.
- No requieren de conservantes.
- La eliminación de parte del agua concentra los azúcares naturales, con lo cual el sabor del alimento seco es más intenso.
- Los alimentos deshidratados son muy fáciles de almacenar, no requieren refrigeración ni congelación, tampoco necesitan de envases especiales. Además debido a su reducido volumen ocupan muy poco espacio.
- Se pueden consumir de muchas maneras, como ingrediente de recetas o incluso, como en el caso de las frutas deshidratadas, se pueden consumir directamente.
- Los alimentos secos son ideales para llevar a excursiones o actividades al aire libre por su bajo peso y su gran contenido en nutrientes.Deshidratar frutas y alimentos en casa aporta beneficios adicionales:
- Al seleccionar nosotros mismos los alimentos, nos aseguramos sobre su origen, además los elegimos a nuestro gusto y con la calidad óptima.
- Deshidratar alimentos en casa nos brinda la seguridad total sobre su fecha de elaboración y envasado. Además en cuanto a las condiciones de higiene y manipulación, dispondremos de productos que no han estado expuestos a la intemperie ni a la contaminación en mercados o almacenes.
- Elaborar alimentos deshidratados en casa nos permite disponer de productos especiales, personalizados y que no existen o son muy difíciles de encontrar en el mercado, con los cuales podemos preparar recetas exclusivas, utilizarlos como ingredientes en repostería y para preparar deliciosos canapés y aperitivos.
- Nos permite aprovechar alimentos de temporada adquiridos a bajo precio, los cuales conservados de esta forma se pueden consumir después, favoreciendo la economía familiar. Si tenemos nuestro propio huerto, la deshidratación es un método muy práctico para evitar que lo recolectado se eche a perder.
Turmalina Blanco
Fuente: Bioguia
No hay comentarios. :
Publicar un comentario