Mi día no empieza hasta que no me tomo el café y me como los huevos. Recuerdo con mucha ilusión, la hora del desayuno cuando era niña. Los huevos nunca faltaban, y si eran de las gallinas del patio de mis abuelos, mejor todavía. La yema era casi roja y muy sabrosa. Para ser honesta, creo que más de una vez mis padres me chantajearon diciendo: “mañana no hay huevos”, cuando me porté mal.
Quizás por eso veo hoy en día los huevos blancos del supermercado de yema color amarillo pálido, y me enfado. Hoy hay muchas opciones, colores y tamaños, pero las clasificaciones más importantes son los convencionales: cage free, free range, organic. Podemos encontrar, incluso, algunos que dicen “enriquecidos con Omega-3″.
¿Cuáles son los mejores?
Hay que leer un poco y basta con abrirlos para entender que el color, sabor y valor nutricional varían. Basado en múltiples estudios, los free-range son los que llevan la delantera en todo. Cuando los comparamos con los huevos comunes, este tipo de huevos contienen:
- Menos colesterol que los que los huevos convencionales
- Menos grasas saturadas
- Más vitamina A, B y E
- Más Omega-3 y betacaroteno
Sin olvidar que siempre han tenido fama de:
Si a todo esto le sumamos, que son más sabrosos, tienen más color, lucen espectaculares en un plato, son más fotogénicos en nuestro Instagram y nos llenan más por su alto contenido de proteína, no se diga más: vamos a invertir un poco en nosotros mismos y a comprar mejores huevos.
Disfrútalos en el desayuno, al almuerzo o la cena, pero recuerda a Julia Child cuando dijo: “El huevo puede ser tu mejor amigo, si le das el descanso adecuado”.
Doreen Colondres/ @doreencolondres
- Ayudar a perder peso
- Aumentar los niveles de colesterol bueno (HDL)
- Ayudar a nuestros músculos y fortalecer el sistema inmune
- Nutrir nuestro pelo, uñas, piel, cerebro y ojos
Si a todo esto le sumamos, que son más sabrosos, tienen más color, lucen espectaculares en un plato, son más fotogénicos en nuestro Instagram y nos llenan más por su alto contenido de proteína, no se diga más: vamos a invertir un poco en nosotros mismos y a comprar mejores huevos.
Disfrútalos en el desayuno, al almuerzo o la cena, pero recuerda a Julia Child cuando dijo: “El huevo puede ser tu mejor amigo, si le das el descanso adecuado”.
Doreen Colondres/ @doreencolondres
Fuente: El Espectador
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