Muy populares en las gastronomías yanqui y anglosajona, los tater tots son unas deliciosas bolas de patata fritas que funcionan como guarnición o aperitivo
Si no sabes lo que son los tater tots estate bien atento, porque a partir de esta lectura querrás probarlos e incorporarlos a tu cocina. Y es que cuesta entender que, en un mundo tan globalizado, no hayan llegado a nuestra gastronomía estos bocados de patata que son originarios y muy populares en Estados Unidos y el Reino Unido.
De hecho, y aunque deben su nombre a la jerga yanqui en la que 'tater' significa patata o papa, son habitualmente conocidos y denominados como 'tots'. Pero, ¿qué son exactamente? ¿Y cómo se preparan?
De forma cilíndrica y tamaño de bocado, los tater tots destacan por ser crujientes por fuera -están fritos- y supersuaves por dentro. Funcionan como guarnición de otros platos más contundentes, normalmente carnes y pescados, o como aperitivo, acompañado de salsas como kétchup o mostaza.
Aunque los supermercados de allí los comercializan congelados y listos para freír, hacerlos en casa no cuesta nada. Se trata de una elaboración bastante sencilla y rápida con la que, en apenas media hora, podremos degustar deliciosos tater tots caseros.
El secreto está en la masa
Si queremos buscar alguna comparación, se podía decir que los tater tots son una especie de croqueta en la que la bechamel se sustituye por una masa a base de patata. De hecho, la principal clave del éxito del sabor de estos bocaditos está en la masa.
Para elaborar la masa habrá que pelar patatas y cocerlas ligeramente, lo suficiente para poder rallarlas, pero sin que se deshagan. 5 minutos serán suficientes. A la patata rallada, habrá que añadir cebolla picada (opcional), especias al gusto, harina y una pizca de azúcar o edulcorante. Mezclar y remover para, una vez obtenida la pasta, pasar a dar forma a estas bolas cuyo tamaño ha de ser de bocado, es decir, de unos 2 centímetros. Se pueden hacer rectangulares o, si te es más fácil, redondas.
Bastará con freír las piezas en abundante aceite caliente durante unos diez minutos, con cuidado de que no queden pegados entre sí. Este tiempo es para servirlos y comerlos de inmediato, pero si los queremos congelar, basta con un par de minutos de fritura, dejar escurrir y enfriar, y meter al congelador.
Para terminar, dejamos algunas sugerencias de consumo. Si vas a hacer los tater tots como guarnición, debes de saber que casan muy bien con carnes blancas y pescados blancos. Si prefieres comerlos como entrante puedes rallarles un poco de queso por encima y si deseas mayor contundencia, puedes añadirles bacon frito.
Fuente: Diario Vasco
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