Existe una forma correcta para servir un vino. (PEXELS/ANDREA PIACQUADIO) |
Mira cómo debes hacerlo en cada caso
La cerveza, el vino y la sidra son 3 bebidas alcohólicas muy tradicionales y presentes en muchas culturas. Sin embargo, hay algunas particularidades sobre cada una de estas bebidas que no todos conocen.
¿Sabías que las botellas de sidra nunca deben terminarse del todo? Hay que moverla un poco antes de abrirla para que los sedimentos del fondo se mezclen con el resto de la movida. Hay que escanciarla. Esto es servirla a distancia del vaso, con el vaso un tanto inclinado, para que el chorro "golpee" contra el fondo y se produzcan unas pequeñas burbujas de anhídrido carbónico que arrastran su aroma. Se debe beber inmediatamente después del escanciado.
A la hora de servir la cerveza, al escanciado se lo llama tirado. Para tirar una cerveza hay que servirla de una manera similar. Lo ideal es refrescarla copa previamente, inclinando la copa 45º, dejando que se deslice suavemente y llevando a posición vertical a medida que se llena.
En el caso del vino, el movimiento está desaconsejado. Si conviene agitar un poco la botella para que se disuelva el sedimento, antes de abrirla. Si la temperatura es demasiado baja, los aromas no se desarrollarán correctamente, sentiremos aspereza en la boca y las papilas encargadas de percibir el gusto se adormecerán por el efecto anestésico del frío, quedando incapacitadas para hacer su función. Si por el contrario, la temperatura es demasiado elevada, se potenciará el sabor alcohólico y la percepción de los azúcares presentes en el vino, por lo que su correcta degustación se verá también adulterada.
Fuente: Diario Libre
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