El Gourmet Urbano: #WHISKY #ARGENTINA 🥃 | Single Malt Andino. El whisky más alto del mundo nace en Mendoza y se añeja a 5000 metros de altura

viernes, 25 de febrero de 2022

#WHISKY #ARGENTINA 🥃 | Single Malt Andino. El whisky más alto del mundo nace en Mendoza y se añeja a 5000 metros de altura

Andina Compañía Destilera

La destilería The Williams Casanegra ha comenzado a añejar uno de sus spirits cerca del paso fronterizo Agua Negra, en San Juan

Jabez Bennett Williams partió de Londres el 13 de enero de 1905 a bordo del trasatlántico Imperial Prince, con destino a Buenos Aires. Experto “Capitán de Mina” de la región de Cornwall, tras una breve estancia en Chile, se instaló finalmente en San Juan como administrador del grupo minero D´Arcy, y ya no regresó al Reino Unido. Sin embargo, algo lo mantuvo unido con su patria: su hobby, la destilación artesanal de whisky, actividad que hoy sus bisnietos llevan adelante bajo el nombre The Williams Casanegra, elaborando whiskies que poseen particularidades que los hacen únicos en el mundo.

destileria de whisky en mendozagentileza

“Somos tres hermanos, Gastón Cristian y yo, que venimos de la industria vitivinícola, pero que de alguna forma siempre tuvimos en nuestros genes el tema de la destilación y la pasión por el whisky, Además, con nuestro apellido... ¡que otra cosa íbamos a hacer!”, dice entre risas Gabriel Williams, uno de los tres socios de Compañía Destilera Andina, establecida en La Consulta (Luján de Cuyo, Mendoza), donde producen los gins Belladona y The Perfumist, los vodkas Antártica y Narciso Negro, las ginebras Hierba Mala y Diavolezza y los citados whiskies, de los cuales el primero –aun en proceso de crianza– se estima que llegará al mercado en dos años.

Gabriel Williams, en la sala de barricas

“La idea del proyecto surgió en 2012. Como apasionados y amantes del whisky queríamos hacer algo único y que fuera irrepetible en el mundo, algo que pudiera capturar la geografía y la cultura andina –explica Gabriel–. Es así como surgió la idea de hacer algo con alma y corazón, dando nacimiento al primer Single Malt Andino en el mundo: The Williams Casanegra, un whisky con genética e identidad andina, apelando a una nueva denominación de origen”.

Los hermanos Williams en la sala de destilación que alberga 14 alambiquesgentileza

Materia prima mendocina


Construido con enormes ladrillo de adobe recuperados de viejas bodegas mendocinas que fueron demolidas, el imponente horno maltero –con capacidad para maltear 300.000 kilos anuales de cebada– es el punto de partida para la elaboración de los whiskies que, con añejamientos de entre 6 y 18 años, apuntan a competir en mercados internacionales junto con los de origen escocés y japonés, con precios que partirán de los 200 dólares la botella.

Horno construido en adobe donde se maltea la cebada para hacer whisky

“En lo referente a la materia prima principal, contamos con nuestra propia producción de cebada de altura. Trabajamos con un grupo de pequeños agricultores locales de Valle de Uco [Mendoza], quienes siembran para nosotros la cebada en campos que se encuentran a más de 2000 metros metros sobre e nivel del mar, campos que son irrigados exclusivamente por lluvias y nevadas, imprimiendo la tipicidad del terroir y la pureza del agua en la calidad y el sabor de nuestra cebada y, por ende, en nuestro Single Malt Andino”, cuenta Gabriel.

La cebada es malteada (horneada) en forma artesanal en el mencionado horno maltero propio, y después de ser destilada es añejada en barricas que previamente contuvieron vino y que fueron tratadas especialmente: las barricas de vino blanco no se restauran para que la madera transfiera notas cítricas y florales al destilado, mientras que las de vino tinto se restauran y se vuelven a tostar para evitar transferencias de color.

Un aspecto interesante del proyecto The Williams Casanegra, es el “terminado” de los whiskies, que es el periodo final de añejamiento que puede realizarse en barricas de procedencias diferentes para conferir a los spirits ciertos aromas y sabores particulares. “Añejamos otros destilados de producción propia, como calvados de pera y manzanas, brandy y pisco, entre otros, pero solo con el objetivo de poder luego utilizar dichas barricas en la terminación de nuestros whiskies. De esta forma, nos aseguramos que dichas barricas hayan tenido productos de excelente calidad, para obtener terminaciones sutiles y complejas”, dice Gabriel y agrega:

“Por último, una vez que se termina el añejamiento de nuestros single malts, los mismos pasan a ensamblarse y blendearse en tinajas de terracota de 500 a 2000 litros, donde reposan un par de meses. Esto nos permite obtener un producto singular y con una calidad inigualable. Estas tinajas, las fabricamos en nuestro taller en el NOA Argentino, conjuntamente con un artesano, retomando y revalorizando un arte ancestral perdido en la Argentina, algo que nos llena de orgullo”.

Hasta aquí, una idea general del proyecto de whiskies andinos que en un par de años llegará a los consumidores (con destino de exportación principalmente). Sin embargo, de entre el futuro portfolio de whiskies hay uno que se destaca por una particularidad adicional, que de alguna manera cierra una historia que comenzó cuando Jabez Bennett Williams se afincó en San Juan.

En medio de la nada, a 5000 metros de altura


A 5000 metros sobre el nivel del mar, cerca de Agua Negra, paso fronterizo en el que la ruta 150 conecta a la provincia de San Juan con Chile, los hermanos Williams añejan una partida especial de unos de sus spirits mendocinos, que a la fecha es el whisky de mayor altura del mundo.

“Poder añejar barricas a 5000 metros sobre el nivel del mar no solo significa una altitud importante, que de hecho lo es, sino que tiene un trasfondo técnico aun más relevante –explica Gabriel–. La altura provee un añejamiento más sutil y muy diferente a cualquier otro. La altura extrema que hemos buscado, nos permite obtener un whisky con mejor evolución, más equilibrado y con mayor elegancia, todo dado las extremas condiciones climáticas que se producen a dicha altura: calor extremo, frío extremo, menor presión atmosférica. Además, en Los Andes argentinos la radiación solar UV, que es la que mayor energía emite, pasando los 4000 metros de altura cuenta con los mayores niveles sobrepasando el 20%, del total de la radiación solar, siendo que normalmente debería ser del 9% del total. En los Andes, a los 5.000 metros de altura, ¡todo es diferente!”

Sebastián A. Ríos

Fuente: La nación

No hay comentarios. :