MEZZES GRIEGOS © ISTOCK |
La influencia de Turquía, Oriente, los Balcanes e Italia está presente en sus elaboraciones más conocidas.
La combinación entre 4.000 años de historia, la influencia de las gastronomías de los países que colindan con Grecia y las diferentes culturas que han pasado por sus tierras, han hecho de su cocina una de las más influenciadas de Europa.
Los productos frescos, especialmente hortalizas y verduras mediterráneas son la base de una dieta que termina por completarse con carnes aderezadas con especias y hierbas aromáticas provenientes de Turquía, Oriente Medio, los Balcanes e Italia, así como sus dulces, de los que cuentan con una gran influencia en la mayor parte de sus recetas.
MEZZES
Los aperitivos griegos, los mezzes, son los reyes de las comidas: una pequeña selección de pequeños platillos fríos y calientes que conforman los primeros bocados con los que adentrarse en la cocina ateniense. Su nombre proviene del término persa mazze, que en iraní significa sabor, aunque fueron los otomanos quienes adoptaron esta forma de comer extendiéndola por todo Oriente Medio y el Mediterráneo popularizándolo en Turquía, Líbano, Siria, Israel, Palestina y Grecia.
Los mezzes podría decirse que son las tapas griegas, pues se sirven como un picoteo para abrir boca antes de comer. Por supuesto, en cada uno de los países, regiones y ciudades las recetas que se sirven varían, pero todas tienen en común que cuentan con una gran variedad de sabores, texturas y aromas. En Atenas las más comunes son el hummus, el melitzanosalata -también conocido como mutabbal, que no es otra cosa que una crema de berenjenas asadas-, el falafel -croquetas de garbanzos- y los kibbes, unas albóndigas fritas de bulgur con forma de balón de béisbol en cuyo interior hay carne picada. Aunque también puede incluir taramosalata, un plato típico de Turquía que tiene como base huevas en salazón, o tyropita, un pastel salado elaborado con masa filo, queso feta y huevo, que también se consume como desayuno.
TZATZIKI © ISTOCK |
TZATZIKI
Aunque su origen es especialmente humilde y sus coordenadas posicionan su nacimiento en tierras turcas, el tzatziki es por excelencia la salsa griega más conocida del país. Se sirve para comer simplemente untada con pan, como si fuera un mezze frío, o para acompañar y aliñar diferentes comidas como ensaladas o el gyros. Además, su elaboración es sencillísima, pues se trata de una combinación de yogur con pepino, limón, aceite de oliva, eneldo y ajo.
SPANOKOPITA © ISTOCK |
SPANOKOPITA
Uno de los bocados más ricos que se pueden encontrar en cualquier esquina de Atenas es el spanokopita, una empanada elaborada con masa filo que se rellena con espinacas, queso feta, cebolla, huevo y eneldo que se dora al horno bañado con aceite de oliva o mantequilla para darle ese color tostado. Habitualmente se consume durante el desayuno, pero también como aperitivo -entre la selección de diferentes mezzes fríos- o en la merienda. Además, en cada restaurante o casa su elaboración es diferente, por lo que hay tantas recetas como lugares en donde comerlo.
MUSAKKA © ISTOCK |
MUSAKKA
Conocida de sobra por todos, la musakka es la versión de la lasaña italiana al estilo griego, con la diferencia de que aquí se cambian las láminas de pasta por berenjenas. Cortadas en láminas finas, e intercaladas por carne picada -habitualmente de cordero o ternera-, la musakka se termina rociándose de salsa de tomate y coronándose con queso feta desmigado. Hay quienes en sus versiones incluyen patata cocida hecha puré coronando la musakka.
GYROS © ISTOCK |
GYROS
Es posible que el gyros sea el plato griego más conocido en el mundo, especialmente su versión de pita gyros. “Gyros” significa literalmente “giro” y hace referencia a la manera en la que se prepara, cocinándose un pedazo de carne -pollo o cerdo- en un gran pincho metálico que gira y del que se van cortando finas tiras. La carne se sirve en tres versiones: en pita, ese pan redondo y hueco que se rellena de carne, tomate, lechuga, cebolla, salsa tzatziki y queso feta; en plato o en brocheta, acompañando estos últimos siempre de ensalada y patatas fritas.
HORIATIKI SALATA © ISTOCK |
HORIATIKI SALATA
La también conocida como ensalada griega, es uno de los entrantes más típicos y frescos de su recetario. Los ingredientes base que conforman la receta -en ningún caso lleva lechuga- son algunos de los insumos más característicos de este país mediterráneo: tomate, pepinos, cebolla roja, pan, aceitunas Kalamata, pimiento verde y rojo y queso feta cortado en dados. Todos los ingredientes van en crudo porque cuando llegó el tomate a Grecia, en el año 1818, todos los vegetales se comían enteros, crudos y por separado, pero a partir de entonces, a causa de las inmigraciones, comenzaron a mezclarse dando origen a esta ensalada.
FASOLÁDA © ISTOCK |
FASOLÁDA
Más allá de lo ligera y fresca que es la comida ateniense, existen también guisos calientes con los que entrar en calor los días más fríos del año. Uno de ellos, considerado una de las joyas de la gastronomía griega más tradicional: la fasoláda, un guiso vegetariano muy casero elaborado con alubias blancas y todo tipo de verduras -especialmente cebolla, pimiento, zanahoria, apio y tomate.
La curiosidad de este plato, cuyo nombre deriva de fasouláda o fasolia, que significa frijol (φασολάδα, φασουλάδα o φασóλια en griego), es que es una receta originaria de la antigua Grecia que se servía como ofrenda al dios griego Apolo en el festival de Pyanopsia, una palabra que significa literalmente “Día de la sopa de frijoles”.
KOURABIEDES © ISTOCK |
KOURABIEDES
Uno de los dulces más conocidos en todo el país son los kourabiedes, unas galletas griegas con base de mantequilla y almendra, a las que se les añade brandy, vainilla y agua de rosas para darles aroma. Pueden tener forma de galleta simple, redondeada o de media luna, y una vez horneados se espolvorean con azúcar glas para darle el toque final. Es un postre que se encuentra todo el año en cualquier panadería y que nunca falta en una celebración especial.
Lucía Díaz Madurga
Fuente: NatGeo
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