#CERVEZAS #ESPAÑA 🍻 | Cerveza rubia, tostada o negra: dime cuál bebes y te diré cómo hacerlo

Consejos para disfrutar de la cerveza.

Bebemos una media de 417 cañas al año y estos son los siete errores más comunes que todos cometemos al servirla

La cerveza fue el tercer producto que más agotó existencias durante el confinamiento del 2020, por detrás del papel higiénico y la harina. Ante la prohibición de salir a la calle, los españoles, que vivimos en el país con más bares por habitantes del mundo, decidimos montar el nuestro en casa para disfrutar de esta bebida que consumimos en forma de 417 cañas al año, unos 52 litros de media, pues también somos el segundo país más cervecero del mundo (solo superados por República Checa).

Eso sí, el paladar de los españoles es muy especial y tiene sus propios gustos cerveceros según donde se viva. Mahou, la favorita del centro peninsular y Baleares; Estrella Galicia, en la comunidad autónoma que le da nombre; San Miguel (Cantabria, País Vasco y Navarra); Cruzcampo (Andalucía), Amstel (Extremadura y Comunidad Valenciana); Estrella Damm (Cataluña); Estrella de Levante (Murcia); Ámbar (propia de Aragón)...

CONSUMO SALUDABLE

En cuanto a consumo saludable, los expertos consideran que en personas sanas, que sigan una dieta variada y realicen ejercicio físico de forma moderada, "una ingesta aproximada de una cerveza al día para las mujeres (sobre 400 ml) y una o dos para los hombres (aproximadamente 700 ml) podría definirse como un consumo moderado de cerveza, siempre que dicho consumo se distribuya a lo largo de la semana, sin atracones y en el contexto de la hora de las comidas, como es costumbre en los países mediterráneos", explica un estudio del CSIC.

Porque una cerveza sirve tanto para brindar con amigos y festejar los triunfos, como para ahogar un mal día (como hemos dicho, siempre con moderación). Pero si quieres disfrutar de la experiencia en todo su esplendor, hay algunas cosas que deberías tener en cuenta y que casi todos hacemos mal (sin saberlo).

1. Mejor en vaso. La cerveza tiene una amplia gama de aromas, sabores y tacto en el paladar que se pierden si no la servimos en un vaso. Como pasa con el vino, necesita oxigenarse para no perder parte de la experiencia organoléptica.
2. Cuidado al servirla. Si lo haces muy rápido o muy despacio se producirá un exceso o un déficit de espuma, que además tiene su función: proteger el líquido de la oxidación. Para ello, debes colocar el vaso en 45º y servirla con cuidado y sin meter el morro de la botella en el vaso. Una vez que hemos llenado las tres cuartas partes, colocamos la copa en vertical y volcamos lo que quede a una mayor altura para que se forme la espuma (por cierto, se llama giste).
3. Temperatura. En España nos gusta la cerveza bien fría. A veces incluso recién sacada del congelador, pero ojo, porque no todos los tipos de cerveza deben beberse a la misma temperatura. Podríamos resumir la regla en: cuanto más oscura y más alcohol, mayor temperatura. Así, la rubia debe beberse entre cinco y ocho grados y la negra, a unos ocho o 12 grados.
4. No congeles el vaso. Sabemos que es un placer congelar el vaso, sobre todo en verano, pero el manual de buen cervecero lo desaconseja. La escarcha puede afectar la cerveza e incluso aguarla.
5. Lavar a mano. Prescindir del lavavajillas no es fácil hoy en día, pero quizás estés dispuesto a hacerlo por tomarte una buena cerveza. Es mejor lavar los vasos a mano para asegurarse de que no quedan restos de jabón. Si el vaso no está limpio se formarán burbujas, así que siempre conviene enjuagarlo antes. Además, la cerveza se deslizará mejor y no perderá fuerza.
6. La importancia de la tapa. Dicen los expertos que maridar una cerveza con alimentos grasos, como los fritos, hace que el sabor se enmascare. Los mejores para disfrutar de todo su sabor son los frutos secos, las brochetas de carne, el queso y las tostas.
7. ¿En qué vaso debo beberla? Aquí ya empieza lo complicado. Aunque lo ideal es tener diferentes tipos de vasos según la cerveza que vayas a beber, en caso de duda, usar siempre una copa estándar, como la del vino blanco.

Fuente: El Mundo