Cerveza |
El consumo con moderación de la cerveza resulta beneficioso para la salud
Para un adulto responsable, ingerir cerveza con moderación resulta beneficioso para la salud, no solo por ser rica en nutrientes sino por su capacidad de evitar ciertos riesgos o padecimientos.
La cerveza tiene propiedades nutricionales valiosas para el organismo, como el ácido fólico, proteínas, carbohidratos, minerales como el fósforo, el silicio, el potasio y el sodio (en baja cantidad), vitaminas del grupo B (niacina, piridoxina y riboflavina) y folatos; y también es rica en lúpulo, una sustancia con propiedades antioxidantes y efectos beneficiosos sobre el envejecimiento y el riesgo cardiovascular.
Su aporte calórico, que varía según el tipo de cerveza y su contenido en hidratos de carbono, puede oscilar entre las 45 kcal/100 ml de la cerveza tradicional y las 17 kcal/100 ml de la cerveza sin alcohol.
Los beneficios que aporta la cerveza a la salud, por supuesto, están estrechamente relacionados con la cantidad que se consume, y siempre que este consumo se realice de forma responsable y moderada por adultos sanos, y nunca por personas con medicación contraindicada con el consumo de alcohol o por mujeres embarazadas o lactantes. El consumo diario recomendado por la Organización Mundial de la Salud es de dos vasos de cerveza en hombres (entre 20 y 24 gramos de alcohol) y la mitad en mujeres.
En ese sentido, una investigación del University College de Londres, publicada en la revista British Medical Journal y realizada sobre cerca de 1.000 personas en salud, determinó que la ingesta de una cerveza diaria reduce en un 62% el riesgo de un ataque cardíaco con respecto a personas que no consumen cerveza. Pero si el consumo se aumenta a varias cervezas al día, el riesgo vuelve a los valores normales.
Al respecto, Jesús Román Martínez, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid y presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Dietética y Ciencia de la Alimentación, señaló ya el año 2018, que la cerveza podría evitar la oxidación de las células, aumentar la cantidad de colesterol HDL o colesterol bueno, y proteger así frente a lesiones miocárdicas agudas asociadas al infarto.
Otras investigaciones han relacionado el consumo moderado de cerveza con la posibilidad de frenar el deterioro mental o el desarrollo de enfermedades degenerativas como el Alzheimer y el Parkinson.
Otros estudios señalan que esta relación se podría dar por el Xanthohumol, un flavonoide presente en el lúpulo que, según han identificado investigadores es un “candidato potencial para la prevención de enfermedades neurodegenerativas”. Otros estudios sugieren también que el Xanthohumol tiene actividad antioxidante, anticancerígena, antiinflamatoria, hipoglicémica y antilipogénica, entre otras, y produce un aumento del colesterol HDL o colesterol bueno.
¿Se podrá convertir la cerveza en un aliado de la salud? Son evidentes sus propiedades nutritivas y beneficiosas para la salud, siempre y cuando, no olvidemos que sus bondades se hacen presentes si se acompaña con una dieta equilibrada y con su consumo moderado, porque la ingesta de alcohol en exceso siempre será contraproducente para la salud y la calidad de vida de las personas.
La cerveza tiene propiedades nutricionales valiosas para el organismo, como el ácido fólico, proteínas, carbohidratos, minerales como el fósforo, el silicio, el potasio y el sodio (en baja cantidad), vitaminas del grupo B (niacina, piridoxina y riboflavina) y folatos; y también es rica en lúpulo, una sustancia con propiedades antioxidantes y efectos beneficiosos sobre el envejecimiento y el riesgo cardiovascular.
Su aporte calórico, que varía según el tipo de cerveza y su contenido en hidratos de carbono, puede oscilar entre las 45 kcal/100 ml de la cerveza tradicional y las 17 kcal/100 ml de la cerveza sin alcohol.
Los beneficios que aporta la cerveza a la salud, por supuesto, están estrechamente relacionados con la cantidad que se consume, y siempre que este consumo se realice de forma responsable y moderada por adultos sanos, y nunca por personas con medicación contraindicada con el consumo de alcohol o por mujeres embarazadas o lactantes. El consumo diario recomendado por la Organización Mundial de la Salud es de dos vasos de cerveza en hombres (entre 20 y 24 gramos de alcohol) y la mitad en mujeres.
En ese sentido, una investigación del University College de Londres, publicada en la revista British Medical Journal y realizada sobre cerca de 1.000 personas en salud, determinó que la ingesta de una cerveza diaria reduce en un 62% el riesgo de un ataque cardíaco con respecto a personas que no consumen cerveza. Pero si el consumo se aumenta a varias cervezas al día, el riesgo vuelve a los valores normales.
Al respecto, Jesús Román Martínez, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid y presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Dietética y Ciencia de la Alimentación, señaló ya el año 2018, que la cerveza podría evitar la oxidación de las células, aumentar la cantidad de colesterol HDL o colesterol bueno, y proteger así frente a lesiones miocárdicas agudas asociadas al infarto.
Otras investigaciones han relacionado el consumo moderado de cerveza con la posibilidad de frenar el deterioro mental o el desarrollo de enfermedades degenerativas como el Alzheimer y el Parkinson.
Otros estudios señalan que esta relación se podría dar por el Xanthohumol, un flavonoide presente en el lúpulo que, según han identificado investigadores es un “candidato potencial para la prevención de enfermedades neurodegenerativas”. Otros estudios sugieren también que el Xanthohumol tiene actividad antioxidante, anticancerígena, antiinflamatoria, hipoglicémica y antilipogénica, entre otras, y produce un aumento del colesterol HDL o colesterol bueno.
¿Se podrá convertir la cerveza en un aliado de la salud? Son evidentes sus propiedades nutritivas y beneficiosas para la salud, siempre y cuando, no olvidemos que sus bondades se hacen presentes si se acompaña con una dieta equilibrada y con su consumo moderado, porque la ingesta de alcohol en exceso siempre será contraproducente para la salud y la calidad de vida de las personas.
Fuente: El Deber
No hay comentarios. :
Publicar un comentario