Imagen de una de las catas en la Mezquita del Alcázar en una edición anterior de Vinoble |
- El Salón de los Vinos Nobles que se celebra en Jerez cada dos años es el único dedicado en exclusiva a los vinos generosos, licorosos y dulces especiales
- Vinoble constituye el gran escaparate mundial de estos vinos únicos que difícilmente tenían cabida en otras ferias vinícolas enfocadas a vinos más jóvenes y comerciales
El Salón de los Vinos Nobles (Vinoble) es el único dedicado en exclusiva a los vinos generosos, licorosos y dulces especiales, categoría en la que se encuadran los vinos amparados por la Denominación de Origen Jerez-Xérez-Sherry y Manzanilla Sanlúcar-Barrameda, anfitriones de una cita que reúne cada dos años en el conjunto monumental del Alcázar de Jerez a grandes vinos tradicionales de otros muchos puntos de España y el mundo.
Vinos tradicionales andaluces de Jerez, Montilla-Moriles, Málaga y Condado de Huelva, fondillones de Alicante, oportos y madeiras de Portugal, la podredumbre noble de los vinos franceses de Sauternes y de los húngaros de Tokay, vinos de hielo canadienses... Vinoble brinda a estos vinos exclusivos que difícilmente tenían cabida en otras ferias vinícolas, más enfocadas a tintos y blancos más jóvenes y comerciales, un espacio propio en el que mostrar toda su grandeza.
Estos vinos especiales y únicos, considerados por los expertos como los mejores del mundo, aunque unos grandes desconocidos para muchos consumidores, quizás por su complejidad, carecían de ese escaparate mundial, hueco que vino a ocupar Jerez con la creación en 1998 de Vinoble, que este año alcanza su undécima edición tras un largo camino no exento de dificultades.
En sus 24 años de historia, Vinoble ha sufrido dos cancelaciones, la primera de ellas en el año 2012 a causa de la difícil situación económica de las arcas municipales derivada de la crisis financiera y el estallido de la burbuja inmobiliaria; la segunda, la prevista para 2020 y a la que finalmente se vio obligado el Ayunamiento a renunciar a causa de la pandemia.
La muestra de vinos jerezanos mantiene el carácter bienal que la acompaña desde su nacimiento, celebrándose en los años pares para alternar así con Copa Jerez Forum & Competition, el concurso gastronómico internacional que organiza el Consejo Regulador en el que grandes restaurantes de ocho países compiten por el mejor menú de maridaje con el jerez ante un jurado presidido por Josep Roca -copropietario y jefe de sala del Celler de Can Roca, el dos veces elegido mejor restaurante del mundo- y que en sus últimas ediciones se acompaña de un foro de debate sobre todo lo que acontece en torno a los caldos jerezanos que reúne en la ciudad a reputados expertos y profesionales del mundo del vino, que ocupa los años impares.
Vinoble no se entendería sin el vino de Jerez y sin el conjunto monumental del Alcázar, en el que viene cebrándose desde su inicio tras la renuncia en su día de cambiar de ubicación para buscar un espacio de mayores dimensiones y ampliar así el número de expositores. La decisión contribuyó a que Vinoble pudiera mantener su personalidad y una estética que difícilmente puede encontrarse en la mayoría de las ferias de vino que se celebran en grandes pabellones y palacios de congresos más impersonales.
Fuente: Diario de Jerez
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