El equipo del madrileño restaurante Círculo Marisquería comparten las curiosidades del universo y arte del buen marisco
Si este verano quieres presumir de ser un chef habilidoso, y sobre todo un cultureta experto en el universo y arte del buen marisco, apunta estas cinco curiosidades que nos propone el equipo del madrileño restaurante Círculo Marisquería, especializado en los mejores frutos del mar, a precios imbatibles.
- Las ostras, un remedio para la resaca. Además de ser una de las estrellas de la carta, este valorado molusco es un gran aliado para los días post fiesta, ya que contiene gran cantidad de zinc, el mineral que más se pierde cuando consumes gran cantidad de alcohol. Así que, ya sabes, comer este manjar tras una larga noche de marcha será un remedio delicioso.
- El buey de mar, snack de deportistas. Además de su inconfundible sabor, es un cefalópodo de grandes propiedades nutricionales, por lo que se postula como el perfecto aliado para deportistas y gente que mantiene una dieta saludable, al ser muy rico en proteínas y muy bajo en grasas. Posee también alta cantidad de yodo, lo que favorece al buen funcionamiento de los músculos y de la circulación, y de selenio, que actúa contra las enfermedades cardiovasculares y estimula el sistema inmunológico.
- El carácter de las cigalas. Este crustáceo, que habita en profundas madrigueras de mares y océanos, es un animal solitario y gran depredador, principalmente de moluscos y peces muertos que bajan hasta los fangos. No son grandes amigas de la luz, por lo que solo salen al anochecer para poder alimentarse. Una de sus mayores curiosidades es que la hembra pone unos 4000 huevos de color verde y luego los lleva en sus patas… ¡durante nueve meses!
- El camaleón del mar. ¿Sabías que los calamares, cuando están en el ambiente adecuado, pueden ser increíblemente veloces, llegando a alcanzar los 40km/h? Estos cefalópodos, tan versátiles en la cocina, poseen dos ingeniosos mecanismos de defensa ante sus depredadores.
- Por un lado, la popular tinta negra que usan en modo bomba de humo, y, por otro, su capacidad para cambiar de color, una característica que usan tanto para camuflarse como para comunicarse entre ellos, mostrando su estado de ánimo a través de diferentes colores y tonalidades.
- Alimento popular en la Edad Media. Se sabe que el consumo de marisco se remonta a tiempos prehistóricos, gracias a los descubrimientos de conchas y exoesqueletos de crustáceos en enclaves arqueológicos. En la Edad Media el poder adquisitivo se medía por la carne, y los mariscos no eran relevantes en los convites, ya que por su facilidad de recolección, era un alimento muy popular en las zonas costeras. Así, al no ser un alimento exclusivo, no estaba en los grandes menús de los banquetes de castillos y palacios, al contrario de lo que suele ocurrir hoy en día.
Fuente: Revista Alimentaria
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