Las propiedades del té también con muchas y demostradas.
Un consumo moderado de café entre una y cuatro tazas al día puede tener efectos beneficiosos para la salud, tal y como recuerda a CuídatePlus Rosa Arnau, actual presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Castellón y antigua vocal de Alimentación de esta organización.
Esta experta cita algunas propiedades del café como su contribución a mejorar el rendimiento físico, la pérdida de peso y quema de grasas, el mantenimiento de la concentración y la mejora de la agilidad mental, la disminución del riesgo de padecer un derrame cerebral o enfermedades como Parkinson, Alzheimer u otras demencias, así como su alto contenido en antioxidantes. En esta misma línea, Gurutz Linazasoro, portavoz de la Sociedad Española de Neurología (SEN), indica que tomar café en dosis bajas o moderadas a largo plazo se ha asociado a un menor riesgo de sufrir enfermedades neurodegenerativas, como Alzheimer o Parkinson. “Se cree que esto obedece a su acción antioxidante”, destaca Linazasoro.
Por el contrario, Arnau apunta que beber café en exceso puede causar insomnio, inquietud, taquicardias, e incluso, en dosis muy elevadas, puede causar convulsiones y delirios. “Hay que tener en cuenta que está contraindicado en niños, embarazadas, mujeres lactantes y personas de muy avanzada edad” comenta la actual presidenta del Icofcs.
Al respecto, el portavoz de la SEN menciona que “un reciente estudio epidemiológico realizado en 500.000 personas del Biobanco de Reino Unido ha mostrado una fuerte asociación entre el consumo de seis o más tazas de café al día y el desarrollo de Alzheimer”. Asimismo, este neurólogo subraya que este consumo excesivo del café se asocia a un menor volumen cerebral en la resonancia magnética. “Estos efectos no se observan con el té”, añade Linazasoro.
Entonces, ¿son las infusiones más saludables que el café? Según el especialista de la SEN, el efecto negativo comentado anteriormente no se conoce con exactitud y, su comparación con el té no se puede extrapolar con el resto de infusiones porque pueden actuar por mecanismos muy diferentes. “Para establecer comparaciones deberían analizarse de modo individual: algunas son relajantes, otras son excitantes por contener teína pero no se comportan igual que el café”, aclara.
Un consumo moderado de café entre una y cuatro tazas al día puede tener efectos beneficiosos para la salud, tal y como recuerda a CuídatePlus Rosa Arnau, actual presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Castellón y antigua vocal de Alimentación de esta organización.
Esta experta cita algunas propiedades del café como su contribución a mejorar el rendimiento físico, la pérdida de peso y quema de grasas, el mantenimiento de la concentración y la mejora de la agilidad mental, la disminución del riesgo de padecer un derrame cerebral o enfermedades como Parkinson, Alzheimer u otras demencias, así como su alto contenido en antioxidantes. En esta misma línea, Gurutz Linazasoro, portavoz de la Sociedad Española de Neurología (SEN), indica que tomar café en dosis bajas o moderadas a largo plazo se ha asociado a un menor riesgo de sufrir enfermedades neurodegenerativas, como Alzheimer o Parkinson. “Se cree que esto obedece a su acción antioxidante”, destaca Linazasoro.
Por el contrario, Arnau apunta que beber café en exceso puede causar insomnio, inquietud, taquicardias, e incluso, en dosis muy elevadas, puede causar convulsiones y delirios. “Hay que tener en cuenta que está contraindicado en niños, embarazadas, mujeres lactantes y personas de muy avanzada edad” comenta la actual presidenta del Icofcs.
Al respecto, el portavoz de la SEN menciona que “un reciente estudio epidemiológico realizado en 500.000 personas del Biobanco de Reino Unido ha mostrado una fuerte asociación entre el consumo de seis o más tazas de café al día y el desarrollo de Alzheimer”. Asimismo, este neurólogo subraya que este consumo excesivo del café se asocia a un menor volumen cerebral en la resonancia magnética. “Estos efectos no se observan con el té”, añade Linazasoro.
Entonces, ¿son las infusiones más saludables que el café? Según el especialista de la SEN, el efecto negativo comentado anteriormente no se conoce con exactitud y, su comparación con el té no se puede extrapolar con el resto de infusiones porque pueden actuar por mecanismos muy diferentes. “Para establecer comparaciones deberían analizarse de modo individual: algunas son relajantes, otras son excitantes por contener teína pero no se comportan igual que el café”, aclara.
Infusiones, ¿una alternativa al café?
En cuanto a si las infusiones en general son unos buenos sustitutos para el café y otras bebidas energéticas industriales, Arnau considera que “aunque tendemos a relacionar las infusiones con momentos de relajación, en la naturaleza existen varias hierbas que tienen un efecto estimulante”. En su opinión, la más conocida puede que sea el té en sus diferentes variedades: negro, verde, matcha, rojo, blanco (esta variedad contiene poca teína) o Rooibos (sin teína), aunque el que más se consume es el té verde.
“El té es rico en teína, una sustancia que, químicamente hablando, es la misma molécula que la cafeína, pero encontrada en diferente planta”, describe Arnau y continúa: “La cafeína es por tanto una molécula que, dependiendo del alimento en el que se presente, puede tomar diversos nombres”.
Por otra parte, Arnau afirma que más allá del té y el café son muchos los alimentos y bebidas que incorporan cafeína en su composición: “Plantas como la guaraná, el mate o el cacao también contienen cafeína que llega a nuestro organismo cuando los consumimos”. A su juicio, otras posibles alternativas al café serían las infusiones de manzanilla, romero, jengibre o menta, todas ellas de sabor agradable y sin cafeína.
Con respecto al uso de las infusiones como alternativas al café y otras bebidas energéticas, Enric Sánchez, profesor asociado de la Universidad de Lleida y coordinador de la Sociedad Española de Obesidad, apuesta por productos como el agua, los zumos de verduras y hortalizas, los zumos de frutas, batidos, té, agua de coco, agua con limón, kéfir, mate y sus refrescos y bebidas vegetales.
Además, Sánchez incide en la importancia de evitar el consumo de bebidas industriales y procesadas: “En este sentido, es necesario realizar cambios en el entorno alimentario actual para promover envases individuales más pequeños de aperitivos y bebidas energizantes, con el fin de apoyar una mejor selección de los tamaños de porción adecuados y reducir el consumo”, concluye.
Eva Martínez Arredondo
Fuente: Cuidate plus - Marca
No hay comentarios. :
Publicar un comentario