Los tres valores que lo caracterizan son: sostenibilidad y comercio justo, trazabilidad y sabor y calidad superior
Septiembre empieza a llegar a su fin. La mayoría ya estamos adaptados a la rutina, a la vuelta al trabajo, a nuestras actividades cotidianas, etc. ¿Sabes una de las cosas que disfrutamos tanto estando de vacaciones como en pleno bullicio profesional? ¡Una taza de café con el mejor sabor! Y es que el café es para muchos de nosotros el compañero imprescindible desde que nos levantamos y a lo largo del día.
No solo nos ayuda a la hora de estar más despiertos, sino que, además, diferentes estudios han demostrado que las personas que beben café tienen un 20% menos de probabilidades de deprimirse, ya que la cafeína hace que el cuerpo aumente el nivel de dopamina en el cerebro, que es la sustancia química que te hace sentir feliz.
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Por eso, este otoño que acabamos de empezar, Sage Appliances, líder mundial en electrodomésticos inteligentes, te trae las claves para entender en qué consiste el café de especialidad y lo puedas disfrutar a diario desde hoy mismo. Los tres valores que caracterizan al café de especialidad serían:
- Sostenibilidad y comercio justo. El café de especialidad emplea recursos renovables propios de cada zona donde se cultiva, de una manera respetuosa con el medioambiente. Las fincas donde se siembra suelen ser de pequeños productores, lo que permite a estos recibir un mayor precio por un producto de mayor calidad, favoreciendo así un comercio más justo. Es decir, el café de especialidad tiene en cuenta los negocios locales y el capital humano que hay detrás y que lo hace posible. De ahí que cada café sea diferente y auténtico. Por lo que no solo estás bebiendo un gran café, estás siendo testigo de toda su historia detrás.
- Trazabilidad. El ciclo de la vida del producto. Cada taza se caracteriza por la identidad del propio café. Actualmente, la trazabilidad es la seña de identidad de un café producido con método, con consciencia, con cuidado de aquellos cafés destinados a un mercado masivo y sin mayor preocupación. La trazabilidad estimula a los productores a planear su producción según las condiciones de la tierra, el clima, la altitud, las variedades, monitorizando los procesos de producción para así conseguir un perfil aromático particular, único para cada producción. Y lo más importante, hace que se establezca una relación entre el consumidor y el propio productor. La trazabilidad permite también a los consumidores elegir un café en función de la etiqueta que claramente describe lo que está comprando, según sus propias preferencias.
- Sabor y calidad superior. El grano debe recogerse en su punto óptimo de madurez. Se recolecta manualmente, escogiendo únicamente las cerezas maduras y es secado con procesos tradicionales sin apurar el tiempo. Cada café es tostado de acuerdo a un perfil que permita extraer sus notas. Por eso, el tueste es menos intenso que el comercial. Este último es más acentuado. Busca esconder los defectos de los granos quemando el café para que prevalezca el amargo. Sin embargo, el tostador de café de especialidad enfoca su tueste a realzar las notas y características únicas de cada grano de café.
En esta línea, la Asociación del Café de Especialidad (Speciality Coffee Association en inglés) ha definido el café de especialidad como café 100% arábica, producido en su totalidad de manera artesanal y con una puntuación de sabor superior a los 80 puntos de 100, realizada por un 'Q grader' o catador certificado por la SCA.
“El café de especialidad es una oportunidad para mejorar la cadena de valor del café y hacer una diferencia en la calidad de vida del caficultor. No solo permite elegir los mejores lotes, sino obtener un mejor precio por su café”, destaca Israel Quintana, Business Development Manager EMEA de Sage Appliances.
Fuente: Alimente - El Confidencial
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