En esta foto de archivo del sábado 21 de septiembre de 2019 la gente alcanza un vaso de cerveza durante la apertura de la 186ª edición del festival de la cerveza 'Oktoberfest' - Derechos de autor Matthias Schrader/Copyright 2019 The Associated Press. All rights reserved |
No es ningún misterio: llega el verano y se dispara el consumo de líquidos, especialmente uno llamado cerveza. Y aunque nunca se insistirá demasiado en los peligros del consumo excesivo, un proyecto de investigación científica portugués del Centro de Investigación en Tecnologías y Servicios de la Salud CINTESIS con la Escuela de Medicina NOVA de Lisboa, ha aportado una nueva perspectiva.
El estudio puso a varios participantes a beber una cerveza de 33 centilitros al día, durante un mes, y averiguó los efectos concretos sobre la flora intestinal o microbiota.
"De hecho, al final de las cuatro semanas, hubo un aumento en la diversidad de microorganismos que están presentes en el intestino y la riqueza de estos microorganismos. Y esto se asocia normalmente con resultados beneficiosos para la salud, con una disminución del riesgo de enfermedades, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, obesidad...", explica Ana Faria, una de las investigadoras.
Por supuesto, luego está la cuestión del sentido común y las cantidades. Faria sostiene que "una cosa es decir que es malo para la salud y otra es decir: vamos a verlo. Con una cerveza, podemos afirmar que no hubo -por lo que probamos- ningún impacto metabólico negativo, al contrario, se mantuvo e incluso parece tener un impacto positivo en la microbiota. Ahora, con diez cervezas, no puedo afirmar absolutamente nada."
Y también hay que tener en cuenta otro factor: los beneficios mencionados se han identificado tanto si la cerveza tiene alcohol como si no.
El estudio puso a varios participantes a beber una cerveza de 33 centilitros al día, durante un mes, y averiguó los efectos concretos sobre la flora intestinal o microbiota.
"De hecho, al final de las cuatro semanas, hubo un aumento en la diversidad de microorganismos que están presentes en el intestino y la riqueza de estos microorganismos. Y esto se asocia normalmente con resultados beneficiosos para la salud, con una disminución del riesgo de enfermedades, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, obesidad...", explica Ana Faria, una de las investigadoras.
Por supuesto, luego está la cuestión del sentido común y las cantidades. Faria sostiene que "una cosa es decir que es malo para la salud y otra es decir: vamos a verlo. Con una cerveza, podemos afirmar que no hubo -por lo que probamos- ningún impacto metabólico negativo, al contrario, se mantuvo e incluso parece tener un impacto positivo en la microbiota. Ahora, con diez cervezas, no puedo afirmar absolutamente nada."
Y también hay que tener en cuenta otro factor: los beneficios mencionados se han identificado tanto si la cerveza tiene alcohol como si no.
Fuente: Euronews
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