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| Lluc Crusellas aspira esta semana a ser el mejor chocolatero del mundo Ana Jiménez |
Joven, atrevido y rompedor, Lluc Crusellas prepara una combinación de pasteles, figuras gigantes y bombas de chocolate para ganar la corona mundial que se disputa este fin de semana en París
Era ágil, talentoso, atrevido y ganador. Iba a por todas. Se llamaba Eligio Sardiñas, pero en el mundo del boxeo se le conoció como El bombón cubano o Chocolate Kid el Chico del Chocolate: 136 victorias, 51 por KO, diez derrotas y seis nulos. Un siglo después Lluc Crusellas también es ágil, talentoso, atrevido y ganador. Y también es una especie de Chocolate Kid, armado con unas varillas y una manga pastelera.
Crusellas, 28 años, cabeza de cartel de la pastelería El Carme de Vic y la panadería Pa Vic es el actual campeón español del World Chocolate Masters, título que le da derecho a aspirar a la corona mundial que se celebra estos días (del 29 al 31 de octubre) en París.
Un concurso al límite
Crusellas dirige un laboratorio en plena ebullición que ultima los detalles de la competición, pruebas muy exigentes que tienen que ejecutarse en muy poco tiempo
Crusellas dirige un laboratorio en plena ebullición que está ultimando los detalles de la competición, pruebas muy exigentes que tienen que ejecutarse en muy poco tiempo y en las que tiene que presentar un capricho de fin de comida, un petit four, un postre, un bombón, una escultura pequeña y otra grande, que más que grande es un elefante monumental hecho todo de chocolate.
Inquieto por naturaleza, con sensibilidad artística y muy competitivo, Crusellas ha canalizado en la pastelería la adrenalina de su gran otra gran pasión: el ciclismo. Su objetivo en París no es participar, sino ganar, tal vez no por knockout, pero sí al sprint.
Crusellas dirige un laboratorio en plena ebullición que está ultimando los detalles de la competición, pruebas muy exigentes que tienen que ejecutarse en muy poco tiempo y en las que tiene que presentar un capricho de fin de comida, un petit four, un postre, un bombón, una escultura pequeña y otra grande, que más que grande es un elefante monumental hecho todo de chocolate.
Inquieto por naturaleza, con sensibilidad artística y muy competitivo, Crusellas ha canalizado en la pastelería la adrenalina de su gran otra gran pasión: el ciclismo. Su objetivo en París no es participar, sino ganar, tal vez no por knockout, pero sí al sprint.
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| Unos pasteles de queso en el obrador Ana Jiménez |
“Cuando me presenté al campeonato español fui a por todas, a hacer algo nuevo, con técnicas innovadoras y a París vamos con la misma idea”. Habla en plural porque todas sus creaciones, especialmente las esculturas, las ha concebido con un equipo amplio en el que hay arquitectos, diseñadores, expertos en impresión 3-D…
En el taller de Crusellas huele a azúcar, a chocolate, con sus fuentes manando sin parar y a las grosellas que acompañan a los pasteles de queso ya listos. Hay algunos detalles del elefante que pretende conquistar París.
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| Crusellas desarrolló su competitividad de adolescente cuando aspiraba a ser ciclista profesional Ana Jiménez |
“Son muchos años de preparación, de probar muchas cosas”, recuerda. Un verano, el joven ciclista que aspiraba a la élite, fue a trabajar al restaurante de Nandu Jubany y le tocó la partida de postres. Y a partir de allí empezó a escalar, a degustar y tras pasar por varias escuelas, a dejar su huella.
Atrevido en las formas y en las texturas, Crusellas es “más conservador” en lo que respecta a los sabores. "Me gustan los postres con gustos de siempre, los del chocolate ahumado, especialmente el de Indonesia, y los frutos secos tostados a la leña. Creo que ya hemos tenido bastante de sabores a frutas exóticas, yuzu…”
Innovación y tradición
"Me gustan los postres con gustos de siempre, creo que ya hemos tenido bastante de sabores a frutas exóticas, yuzu…”
¿Ha estudiado a sus rivales en la final de París? Y al pastelero se le ilumina la cara como el entrenador que ha visto los vídeos de los equipos adversarios. La respuesta es afirmativa. De todos los competidores él es el más joven. En total, competirán 18 aspirantes, 17 hombres y la pastelera italiana Anna Gerasi.
El marco de la competición será el Salon du Chocolat, un escenario donde se reconoce el talento y la creatividad, algo que a veces falta en el mundo de la restauración… los postres se quedan siempre a la hora de los postres. “Falta conocimiento y reconocimiento a la pastelería”, apunta Crusellas que el día de la entrevista ya está pensando en llenar la furgoneta de camino a París. El elefante les ha dicho que va por carretera, que no le gustan los aviones.
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| Algunas de las creaciones de Crusellas, que investiga con arquitectos y diseñadores en 3D Ana Jiménez |
Felip Vivanco / Ana Jiménez (Fotos)
Fuente: La Vanguardia
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