Qué tener en cuenta a la hora de elegir uno
Si querés consumir pan de manera consciente y saludable, es importante primero saber las diferencias entre cada uno de ellos, en este caso entre el integral y el blanco.
El pan se elabora a partir de la harina del grano de trigo, que se compone de tres capas en su estructura, el germen, el salvado y el endospermo. El germen es una buena fuente de ácidos grasos esenciales, vitaminas K y E y vitaminas del complejo B. Además, contiene minerales como el fósforo, magnesio y Zinc. En el salvado está la fibra, vitaminas como la niacina y pridoxina, entre otros nutrientes. Y el endospermo contiene más del 80% del almidón.
El pan integral conserva todos los elementos del grano de trigo y con ellos todos sus beneficios nutricionales. Por el contrario, al blanco se retira el salvado y el germen en el proceso de refinación de la harina, dejando solo el almidón. La harina blanca o refinada no contiene fibra, lo cual, al momento de su consumo, provoca un aumento brusco en los niveles de glucosa sanguíneos estimulando la secreción de insulina.
De todas formas, el integral no es en absoluto sinónimo de pocas calorías, ya que en la tabla del contenido energético se ve parecido al blanco. Sin embargo, sus beneficios se explican en la presencia de fibra y en las funciones que la misma tiene en el organismo , regulando la glicemia, facilitando la digestión, dando saciedad y sin afectar niveles lipídicos en sangre.
Hay grandes diferencias nutricionales entre ambos, pero el que más beneficios aporta es el pan integral ya que contiene mayor cantidad de nutrientes que el refinado. Esto deriva de la fabricación con el grano completo, haciendo los aportes en minerales y vitaminas mucho más elevados.
Debido a estos beneficios, el pan integral o de grano entero puede considerarse más saludable, recurriendo principalmente a panes artesanales o cocinándolos en casa. Esta última recomendación parte de tener en cuenta que algunas marcas usan harinas blancas con adición de salvado o colorantes para darle el color oscuro que lo caracteriza. Siempre es bueno aprender a leer las etiquetas y tomarse un tiempo para conocer que posee cada producto.
De todos modos, el pan blanco no genera daño ni es riesgoso – exceptuando diagnósticos particulares de intolerancia al gluten – , simplemente que representa otro contenido y aportes nutricionales que es bueno saber de antemano.
Con información de Revista lagunas
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