Un tempranillo de las bodegas Ruiz Torres acaba de ser seleccionado entre los 50 mejores vinos en lata de España
El pasado viernes 18 de noviembre se celebró la primera edición de Cáceres Gastronómica, un evento gourmet con los mejores restaurantes y productores de la provincia. Ese día, las bodegas Ruiz Torres, afincadas en el término municipal de Cañamero, presentaron ante la sociedad su último producto, los vinos en lata.
Se trata de la única bodega extremeña que lo fabrica y por tanto, su puesto causó furor entre los asistentes a estas jornadas gastronómicas, a pesar de que esta empresa ya llevaba por aquel entonces seis meses exportando vinos en lata a Taiwán, los países nórdicos, Estados Unidos, Polonia... Bodegas Ruiz Torres se animó con este formato al ver la gran aceptación que tiene en otros países y es que las latas son solo un ejemplo de la revolución en la industria del vino, que no quiere olvidarse del público joven. El vino lo envasa la propia firma y ya se puede comprar en algunas gasolineras, en el centro comercial E. Eleclerc, también en tiendas de souvenirs de Cáceres y Badajoz y hasta en estancos.
Medalla de bronce
Además, a finales de diciembre se publicó el listado de los 50 mejores vinos enlatados de España. El 50 Great Canned Wines of the World 2023 es un certamen de vinos en lata en el que los vinos se juzgan mediante cata a ciegas. Hay cuatro categorías: vinos tranquilos (blancos, tintos y rosados), vinos carbonatados, Spritzers y, pensando en España, se abrió una categoría para la sangría. En tintos, la medalla de bronce fue para Mar Red, el tempranillo en lata de Ruiz Torres.
Se trata de un vino joven, de color cereza, con ribete violeta que expresa juventud. Esta empresa cuenta con otra referencia en lata: un verdejo frizzante al que han llamado Mar Ice. Es de color amarillo pálido y tiene aromas a melocotón y mango. Ambas latas son de 250 mililitros y tienen menos de 105 calorías.
Entonces, ¿cuáles son las ventajas de tomar vino en lata? Es una opción más sostenible, ya que una lata deja menor huella de carbono que una botella de vidrio. Las latas están hechas con más del 65% de material reciclado, son más ligeras y, por tanto, consumen menos combustible para su transporte.
Al pesar menos que una botella, es posible llevarlo, por ejemplo, en una mochila y transportarlo a la playa, a la montaña, al bosque... No hay riesgo de rotura ni es necesario sacacorchos, que suele olvidarse en las excursiones. Además, se enfría en menos tiempo y el frescor se conserva más en el tiempo.
Asimismo, gracias al vino en lata se produce un consumo más consciente, ya que una lata de 250 mililitros equivale a dos copas. Las personas que viven solas también pueden disfrutarlo sin miedo a que se les estropee, como a veces ocurre con una botella.
Tampoco hay que prescindir del brindis, ya que el vino en lata está pensado también para echarlo en una copa y disfrutar de su delicadeza. Sin embargo, no es necesario envejecer una lata en una bodega, preocuparse por taparlo, dejarlo respirar... Además, las latas conservan mejor el vino, ya que no permiten la entrada de la luz, como sí lo hace el vidrio.
ALBA BARANDA
Fuente: hoy.es
No hay comentarios. :
Publicar un comentario