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Los dos están buenísimos, y aunque a uno le vemos más prototípicamente en las pizzas y el otro en los bocadillos, hay ligeras similitudes y diferencias que conviene repasar
Para los más amantes de la carne, los dos están deliciosos. 'Pepperoni' o salami, difícil cuestión. El primero es más habitual verlo sobre las pizzas, aportando un sabor salado y picante al plato. El otro, sin embargo, se usa habitualmente como relleno de bocadillos o sirve de aperitivo en comidas y cenas. A simple vista y solo fijándonos en sus nombres, podríamos deducir que se trata de una diferencia meramente toponímica.
El 'pepperoni', tal y como suena, tiene un origen italiano, mientras que el salami parece lo mismo, solo que llamado a la española. Pero la realidad es muy distinta.
Lo cierto es que el origen del 'pepperoni' no es exactamente italiano, aunque a efectos prácticos sí. A principios del siglo XX, fueron los italoamericanos de Nueva York quienes empezaron a meter lonchas de este embutido en sus pizzas, quizá un poco más especiado y picante que el salami que podemos encontrar en cualquier charcutería. Así lo explica Herve Malivert, director en un instituto gastronómico de Estados Unidos, en un artículo reciente de la revista 'Mel Magazine' en el que puntualiza que 'salami' responde a un nombre más genérico de este tipo de salchichón, mientras que 'pepperoni' es una clase más concreta y específica de salami.
El salami contiene alrededor de 180 calorías por rodaja, muchas menos que el pepperoni, al llevar menos grasas saturadas, alto contenido de sodio, zinc y vitamina B3
Pero ¿cuáles son las diferencias que tienen en cuanto a ingredientes y composición? El salami es una salchicha curada que puede ser de varios tipos, mientras que el 'pepperoni' está hecho de carne de cerdo y ternera curada, junto con ají y pimentón, lo que le da un toque más picante o sabroso. Al salami se le suele echar sal, vinagre, pimienta blanca, grasa picada, hierbas, ajo y se deja secar al aire libre, como explican desde 'Cocina Delirante'. Y sí, es de origen italiano, mientras que el 'pepperoni', como decíamos, proviene de Estados Unidos.
Lo cierto es que el origen del 'pepperoni' no es exactamente italiano, aunque a efectos prácticos sí. A principios del siglo XX, fueron los italoamericanos de Nueva York quienes empezaron a meter lonchas de este embutido en sus pizzas, quizá un poco más especiado y picante que el salami que podemos encontrar en cualquier charcutería. Así lo explica Herve Malivert, director en un instituto gastronómico de Estados Unidos, en un artículo reciente de la revista 'Mel Magazine' en el que puntualiza que 'salami' responde a un nombre más genérico de este tipo de salchichón, mientras que 'pepperoni' es una clase más concreta y específica de salami.
El salami contiene alrededor de 180 calorías por rodaja, muchas menos que el pepperoni, al llevar menos grasas saturadas, alto contenido de sodio, zinc y vitamina B3
Pero ¿cuáles son las diferencias que tienen en cuanto a ingredientes y composición? El salami es una salchicha curada que puede ser de varios tipos, mientras que el 'pepperoni' está hecho de carne de cerdo y ternera curada, junto con ají y pimentón, lo que le da un toque más picante o sabroso. Al salami se le suele echar sal, vinagre, pimienta blanca, grasa picada, hierbas, ajo y se deja secar al aire libre, como explican desde 'Cocina Delirante'. Y sí, es de origen italiano, mientras que el 'pepperoni', como decíamos, proviene de Estados Unidos.
Uno más suave y otro más picante
En lo referente a su preparación, "el salami tarda alrededor de dos semanas en completarse, mientras que la producción de 'pepperoni' puede demorarse solo cinco o seis días", explica Vicky Cano, chef de un restaurante de Nueva York, en el diario norteamericano. Otra de las diferencias esenciales es la relativa al uso que se le da a cada uno en los platos. Como el 'pepperoni' es más picante y tiene un sabor ahumado, generalmente viene a modo de ingrediente de platos suaves, mientras que el salami es más ligero en cuanto a sabor, por lo que puede añadirse en infinidad de platos, bocadillos y hasta ensaladas.
El salami, por su parte, contiene alrededor de 180 calorías por rodaja, muchas menos que el 'pepperoni', al llevar menos grasas saturadas, alto contenido de sodio, zinc y vitamina B3, como informan desde 'New Food Hub'. Una de las preguntas que posiblemente te hagas es si puedes usarlos de manera indistinta. La única diferencia que encontrarás al degustarlos es que el 'pepperoni' es mucho más sabroso, por lo que pegará como ingrediente extra para darle un punto de sabor a platos que son suaves. El salami, por su parte, casa mejor en platos que ya son sabrosos de por sí. Sea como sea, conviene disfrutar de ambos en su justa medida para no hartarse.
Fuente: Alimente - El Confidencial
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