La botella de vino más cara hasta la fecha es un tinto borgoñón Romanée Conti, cuyo precio en una subasta superó el medio millón de euros en 2018.
Para beber el vino más caro del mundo hay que tener una buena cuenta corriente, y quizá también un punto de locura o gran fascinación por este caldo, ya que se necesita más de medio millón de dólares. Y los que están por debajo del precio más caro no se abaratan especialmente con respecto al primero de la lista. Barata parece aquella botella de 800 euros que recomendaba Feliciano López.
Para aquellos que se lo puedan permitir, aquí va el top-5 de los más caros.
Romanée Conti 1945
Medio millón de dólares es lo que pagó un comprador por una botella de la legendaria añada de 1945 del tinto borgoñón la Romanée Conti en una subasta de Sotheby’s en Nueva York celebrada en 2018.
En la misma sesión se vendieron dos botellas de esta añada, que coinciden con el final de la Segunda Guerra Mundial, y la última antes de que se replantase la viña borgoñona en Vosne-Romanée. Entre las dos botellas superaron el millón de dólares: 558.000 la primera de ellas y 496.000 la segunda. Ambas pertenecían a una colección personal.
Screaming Eagle Cabernet Sauvignon 1992
Por otro medio millón de dólares se vendió un Screaming Eagle Cabernet Sauvignon de 1992 en otra subasta, en este caso benéfica, que se celebró en el año 2000. El precio de este tinto californiano superó el de cualquier botella de un châteaux bordelés, pero el carácter benéfico de la subasta posiblemente influyese.
Château Mouton-Rothschild 1945 Jeroboam
Por 310.000 dólares está la botella del Château Mouton-Rothschild 1945 Jeroboam, de las mejores añadas de Burdeos. Pero en este caso el precio tiene trampa, ya que el formato de la botella no es el habitual, sino que el Jeroboam es de tres litros. En cualquier caso, tampoco está al alcance de todos los bolsillos.
Cheval Blanc Imperial 1947
Por un precio similar se vendió un Cheval Blanc Imperial de 1947. Unos 305.000 dólares pagó su comprador en una subasta de Christie’s de 2010 en Ginebra. En este caso, también con truco, ya que el formato Imperial no es el que se encuentra normalmente en las botellas del supermercado, sino que es de seis litros.
Charles Heidsieck Shipwrecked 1907
Lo mejor de esta botella es su historia. Fue vendida por 275.000 dólares en una subasta, y la aventura que hay detrás de ella podría justificar su precio. Se trata de una botella de champagne de una partida encargada en 1916 por el último zar de Rusia, Nicolás II. El barco que lo llevaba no llegó a su destino porque lo hundieron los alemanes durante la Primera Guerra Mundial, y cuando encontraron sus restos apareció esta botella de la partida que había sobrevivido al naufragio.
Marta Rodríguez Peleteiro
Fuente: As
No hay comentarios. :
Publicar un comentario