Café. Foto: Maryia_K / Shutterstock. |
Con la llegada de marzo y su rutina, más la muy lenta baja de temperaturas, irremediablemente comenzamos a consumir más café en nuestro día a día. Quizá nunca dejamos de tomar un café al desayuno y tal vez otro después de almorzar, pero a contar del tercer mes del año en adelante el consumo de esta infusión se multiplica por todos lados.
- Más allá de espressos, macchiatos o lattes, hay algunos asuntos más básicos y fundamentales a tener en cuenta a la hora de comprar, filtrar y beber un buen café. Aquí una lista de ellos, además de tres cafeterías recomendadas en Santiago.
- El truco de los baristas para preparar el mejor café en una cafetera italiana
Para disfrutarla más profundamente, vale la pena tener claras algunas particularidades de esta bebida, que tiene su origen en Etiopía pero que, con los siglos, pasó primero por el mundo árabe para finalmente hacerse conocida y popular en toda Europa y América.
¿Qué es lo que hay que saber? Por ejemplo, cuáles son sus variedades y en qué se diferencian. O cómo almacenarlo correctamente, cuáles son las posibilidades que tenemos para prepararlo de buena forma en casa y, aprovechando, tres excelentes lugares donde consumirlo en Santiago.
¿En grano o molido?
La voz de los especialistas es unánime: es mejor comprar el café en grano. O lo que es igual: sin moler. ¿Por qué? Fundamentalmente, porque el grano entero conserva mejor y por más tiempo su sabor y aroma. su fina cubierta lo protege bastante de la humedad y también es clave a la hora de aportar aceites esenciales a la bebida.
De hecho, una vez molido, los baristas dicen que en menos de media hora una buena parte de sus propiedades se pierde al entrar en contacto con el oxígeno. Por todo esto, vale la pena tener en casa un buen molinillo para moler el café justo antes de prepararlo y a la medida que nos acomode. Este modelo de Oster, por ejemplo, en vez de cuchillas tiene muelas, que entregan una molienda más pareja y precisa.
Conservación: nunca en el refri
Ya sea en grano o ya molido, existe la pésima costumbre que manda a guardar el café dentro del refrigerador. Esto es un error garrafal, porque al final lo único que conseguimos es agregarle humedad al café, cosa que no queremos.
Por lo mismo, la forma correcta de guardar el café en casa es en un lugar fresco y seco, alejado de temperaturas extremas y sin llegada de luz directa. Además, el café siempre se debe almacenar en un recipiente hermético, al que no le entre aire.
Por último, tampoco hay que olvidar que el café tostado alcanza su máximo punto de calidad unas dos semanas después del tueste; luego sus características comenzarán a decaer lentamente. Entonces, para aprovechar esta curva, antes de comprar conviene calcular cuánto café consumimos: así siempre podremos contar con granos recién tostados y no quedarnos con un producto añejo.
Variedades: ¿arábica o robusta?
Existen dos grandes variedades de granos de café en el mundo: arábica y robusta. La primera es la más cultivada en el planeta, y se caracteriza por un sabor complejo, aromático y más bien suave. Por eso también es la más cotizada. La segunda, fiel a su nombre, se caracteriza en cambio por tener un gusto mucho más pronunciado y una marcada amargura.
A partir de estas dos grandes variedades existen una serie de clasificaciones, las que tienen que ver con la altura y origen de los cultivos, como también al tamaño del grano, el proceso que recibe tras la cosecha, el método de tostado y más.
Incluso existen blends que mezclan granos de arábica y robusta en diversas proporciones, para así dar con determinadas características de la infusión. Para poder estar al tanto de lo que se adquiere, conviene salir de la típica compra en el supermercado, que es más bien limitada en opciones, y acercarse a tostadurías o tiendas de café especializadas (existen varias en Santiago y también en ciudades de regiones), que manejan todas estas variables en sus productos.
La máquina
Si uno le pregunta a baristas profesionales por una máquina que pueda producir buenos espressos en casa, lo más probable es que nos digan que eso no existe, que no hay buenas máquinas domésticas para espresso.
Por eso, los profesionales del café suelen recomendar cafeteras del tipo prensa francesa o de filtro —como la V60 o la Chemex— para hacer café en el hogar. Sin embargo, y sin ponernos tan exigentes, por ahí se encuentran algunas buenas cafeteras domésticas que entregan espressos decentes y también otras preparaciones —como el capuchino— en la tranquilidad del hogar. Al final, es cosa de buscar.
Accesorios
Los accesorios que se pueden utilizar en la elaboración del café no terminan en la cafetera y el molinillo. Al contrario: ahí solo empiezan. Por lo mismo, las posibilidades y variaciones de café que se pueden preparar, de la mano de estos utensilios, son muchas.
Está el tamper, por ejemplo, que sirve para apretar la carga de café y que funcione mejor con la presión del agua. También están los espumadores para la leche y las jarras para verter esta espuma. Hay mini batidores para trabajar directamente en la taza y también están los sets de filtros para las cafeteras del método Chemex. En resumen, todo un mundo de accesorios para elaborar en casa el más deseado de los cafés.
Sistema de cápsulas
Muy populares en todo el mundo son las cafeteras que utilizan este sistema. Tanto así, que en el mercado existen varios modelos y marcas con este tipo, ni hablar del surtido de cápsulas que se puede conseguir. Pero más allá de su popularidad, la pregunta del millón es si este formato de filtrado te puede dar un buen café o no.
Las opiniones están divididas, aunque hay consenso en que la clave está en elegir cápsulas con café de calidad. Sobre los atributos de la máquina misma, como comodidad, limpieza y resultado estandarizado, lo cierto es que es imposible no reconocer que estas máquinas hacen su pega.
Tres cafeterías recomendadas
Si bien uno puede hacer muchos esfuerzos por preparar un buen café en casa, hay que reconocer que tomar un café en una cafetería de especialidad, con un lugar agradable y, por supuesto, una buena preparación, no tiene comparación alguna. Afortunadamente, hoy en Santiago tenemos muchos buenos cafés donde hacer una pausa en nuestras rutinas y simplemente degustar esta infusión mientras leemos, conversamos con amigos, fumamos o simplemente dejamos el tiempo pasar.
En el centro de la ciudad, el mejor café sigue estando en el restaurante Blue Jar, ubicado en el paseo Amanda Labarca, a una cuadra de La Moneda, donde su máquina comienza a funcionar puntualmente a las ocho de la mañana, de lunes a viernes. En Providencia existe una opción más hipster pero también muy buena: Felix Café, muy cerca del metro Los Leones, con una selección de granos y cafés más que interesante, además de tener siempre alguna delicia comestible para acompañarlo. Y en Las Condes, a la salida del metro Manquehue, nunca falla Taste Specialty Coffee, donde también se toman en serio el tema.
Álvaro Peralta Sáinz
Fuente: La Tercera
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