Se trata de una receta muy sencilla y que ofrece muchas variantes, una comida que sorprenderá a más de uno
La cocina japonesa es una de las más completas y variadas que existen. La sensación generalizada es que en el país nipón únicamente se alimentan a base de sushi. Sin embargo, la realidad demuestra que cuentan con muchas más elaboraciones. Una de ellas es el ramen, una receta muy sencilla y que ofrece muchas variantes, una comida que sorprenderá a más de uno.
Es un plato que apenas se lleva produciendo 100 años en Japón. Es una elaboración heredada de China y fue a raíz de la Segunda Guerra Mundial cuando se extendió por todo el mundo. Consiste en preparar un cuenco de sopa muy caliente acompañada de fideos y algunos otros ingredientes que en la mayoría de casos suelen ser verduras. Es una comida que cada vez tiene mayor peso en muchas cartas de locales españolas e incluso cada vez es más normal ver que se abran comercios especializados en ramen.
Recuerda mucho a los típicos platos de cuchara de la gastronomía española, esos que se comen en invierno para hacer frente al frío. Se trata de una receta muy consumida y común en todas las casas japonesas porque destaca por su alto valor nutritivo y por ser barato. Existen muchas variantes, pero casi todos llevan como base el caldo y los fideos elaborados a partir de harina de trigo. A continuación, se explican las principales partes y variantes del ramen.
Partes esenciales del ramen
La base del ramen es el tare, una salsa muy concentrada elaborada a partir de soja, miso, sake o mirin, además de otros ingredientes a la elección del chef o el comensal. Es la parte que le aporta sabor y personalidad al ramen, la que se sitúa en el fondo del bol y la que se mezcla con el caldo.
El caldo, por su parte, es el alma de la receta, la parte que hay que cocinar con más cariño y sin ninguna prisa. La base de la misma puede ser de carne, de pollo o de verduras y las hay de diferentes tipos. La tonkotsu se elabora con huesos de cerdo, mientras que la shio incluye huesos de carne y sal. La misu requiere de diferentes verduras, pollo y soja fermentada. Por último, la shoyu se cocina mezclando salsa de soja, huevos de ave y verduras.
Otro de los ingredientes que no pueden faltar son los fideos. Estos, eso sí, se elaboran prácticamente de la misma manera en todas las variantes del ramen, a partir de harina de trigo. Como curiosidad, la palabra ramen en chino se refiere a la técnica que estirar la pasta. De ahí proviene el nombre de la receta.
Por lo demás, los toppings que se le añaden al ramen varían dependiendo de la base de la receta o del gusto de cada uno. No existen normas o patrones establecidos al respecto y todos los añadidos suelen ser de carne, verduras o pescado. Así, los ingredientes más típicos que se añaden son la carne, el pollo en diferentes versiones, gambas, algas, cebolla, cebollino, huevo cocido, bambú, mariscos y muchos más.
En lo que se refiere al aliño, las salsas o especias más comunes son la salsa de soja, el curry, la pasta de ajo, las semillas del sésamo o la pimienta.
Ane Bergara
Fuente: Diario Vasco
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