Engañamaridos: el dulce que puedes hacer sin tener ni idea de repostería |
Viene de Huelva, su masa es facilísima y está tan bueno que parece que te lo has currado. Si quieres timar (y alegrar) a tus seres queridos, éste es tu postre
Matamaridos, carne a la suegra… y ahora, engañamaridos. En algún momento, vaya usted a saber por qué, las relaciones familiares se colaron fuerte en las denominaciones de platos populares andaluces, porque ya vamos por el tercero que alude al parentesco. ¿Con cierto tufillo machista? Seguramente, pero un naming regulero no debería impedirnos disfrutar de una buena receta.
Los engañamaridos son unos dulces típicos de Huelva, y se supone que reciben ese nombre porque aparentan complejidad cuando en realidad son tirados de hacer. Ciertamente, su masa sólo lleva tres ingredientes -harina, aceite de oliva y vino blanco-, no requiere ni amasado ni fermentación y es facilísima de trabajar. El resultado recuerda a los pestiños, y tiene todo el arte de la repostería frita andaluza. Si quieres ver cómo se preparan, mira el vídeo de arriba.
Tiempo: 20 minutos
Dificultad: Muy fácil
Ingredientes para 4 personas
- 250 g de harina
- 100 ml de vino blanco
- 100 ml de aceite de oliva virgen extra
- ½ cucharadita de sal
- Aceite de girasol o de oliva suave
- Azúcar
- 1 cucharadita de canela
Instrucciones
Mezclar en un bol el vino blanco, el aceite de oliva, la harina y la sal hasta obtener una masa lisa que se despegue sin problema de las manos.
Espolvorear un poco de harina en la encimera. Sacar porciones de masa del tamaño de una nuez y estirarlas con un rodillo hasta que queden finas, de un par de milímetros de espesor (ver vídeo)
Calentar abundante aceite de girasol o de oliva suave en una sartén a fuego medio alto. FreÍr los engañamaridos hasta que estén dorados pero no tostados. Ir dejándolos sobre un plato con papel de cocina.
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