El Gourmet Urbano: #PASTAS TECNICASDECOCINA 🍝 | Cómo hacer pasta fresca en casa

domingo, 10 de marzo de 2024

#PASTAS TECNICASDECOCINA 🍝 | Cómo hacer pasta fresca en casa

Una mujer prepara diferentes tipos de pasta como espaguetis, tallarines y raviolis en la cocina de su hogar. GETTY IMAGES

Se trata de uno de los platos más sabrosos, fáciles y socorridos en cualquier cocina. Descubre cómo hacerla en poco tiempo y qué accesorios te serán de ayuda

Espaguetis, tallarines, espirales, raviolis, macarrones, lasaña... La pasta es como las personas, de todos los gustos y colores (y, además, en este caso literalmente). Es probablemente uno de los platos más socorridos que tenemos en la cocina, al alcance de cualquier persona y tan fácil de preparar que nos puede sacar de un apuro en apenas unos minutos. Y, por si fuera poco, se le puede considerar casi el emblema nacional de todo un país tan bello y versátil como Italia.

Su preparación es tan descomplicada, como dice Shakira, que cabría pensarse si acaso merece la pena molestarse en hacerla en casa. La respuesta, para que no queden dudas, es un rotundo sí, ya que la pasta fresca aporta un mejor sabor y textura, puede personalizarse al gusto y, además, mejora la experiencia gastronómica en su conjunto (¿o acaso no sabe mejor la pizza cuando se hace desde cero?). El proceso lleva, de principio a fin, mucho menos tiempo del que te imaginas, y el resultado merecerá la pena.

Cómo se hace la pasta, paso a paso


La receta no puede ser más sencilla, ni la lista de ingredientes más corta: apenas harina o sémola de trigo, en una proporción de 100 gramos por persona, un huevo, sal y agua para la cocción. Una buena elección es la harina 00 de grano entero. También pueden usarse ambas al 50 %: ello le dará un toque rústico a la pasta y facilitará su amasado.

Estos son los pasos básicos, sin necesidad de usar una máquina:

  • Retira una pequeña parte de las harinas que vayas a usar y coloca el resto sobre la superficie en que vayas a amasarla. Forma un volcán y vierte los huevos en el centro.
  • Sirviéndote de un tenedor, comienza batiendo los huevos en el centro y luego ve incorporando la harina, desde los laterales hacia el centro.
  • Amasa la mezcla con las manos hasta que los ingredientes se integren bien. Al finalizar este paso, límpiate los restos de masa de las manos y limpia también la superficie de amasado.
  • Vuelve a amasar, estirando con la palma de tu mano, y ve añadiendo poco a poco la harina que habías apartado, según se necesite, hasta que quede elástica y homogénea. En total, debes trabajar la masa entre 10 y 15 minutos. Guárdala en una bolsa de plástico transparente o cúbrela con papel film, y déjala reposar una media hora.
  • Pasado ese tiempo, coge un cuarto de la masa y deja el resto cubierta. Hazla una bola y luego comienza a estirarla con un rodillo, sin que se rompa. Intenta conseguir una lámina fina y rectangular.
  • Espolvorea la lámina con harina y dóblala con delicadeza. Para tagliatelle, por ejemplo, corta tiras de aproximadamente un centímetro; haz nidos con ellas y consérvalas bajo un trapo mientras repites el proceso con el resto de masa, o coloca las tiras en un soporte para que se sequen (unos 20 minutos; en invierno algo más).
  • Pon el agua y la sal a hervir (10 gramos de sal y un litro de agua por cada 100 gramos de harinas). El tiempo de cocción varía según el tipo de pasta, pero puede estar entre dos y cinco minutos.
  • Tapete de silicona KitchenRaku, varios tamaños

Consejos para preparar pasta fresca


Aunque no es necesario, si eres un buen aficionado a este alimento es aconsejable que te hagas con una buena máquina para hacer pasta en casa que facilite su estirado y corte; la inversión no es grande y a buen seguro la sacarás partido. En ese caso, recuerda pasar cada tira de masa varias veces por los rodillos, estrechando progresivamente la apertura y doblándola sobre sí misma cada vez que hagas una pasada. Si está muy húmeda, espolvorea algo de harina cada vez que la estires.

Una vez se haya secado lo suficiente, y si no la vas a usar a continuación, métela en una bolsita hermética o en una fiambrera y consérvala en la nevera; se mantendrá en buenas condiciones durante unos tres días.

Si quieres conservarla durante más tiempo, puedes elaborarla de la misma manera, pero déjala secar durante 24 horas. Así, podrás conservarla en el frigorífico durante aproximadamente 15 días. También puedes congelarla durante dos o tres meses.

NACHO MENESES

Fuente: El País

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