#COMIDASALUDABLE 🥗 | Trucos sencillos para preparar una cesta de la compra saludable

Frutas, verduras o huevos no deben faltar en la nevera

La vorágine del día a día, la falta de tiempo y el cansancio hacen que dediquemos menos tiempo del deseado a planificar el menú semanal y a la lista de la compra. Eso hace que en muchas ocasiones optemos por preparar lo primero que tenemos a mano en la nevera, propiciando con ello una alimentación poco variada y desequilibrada.

Por eso, es conveniente tener en la despensa o en el frigorífico alimentos básicos, pero saludables, que evitan que caigamos en malas costumbres que pueden provocar déficits nutricionales o problemas de salud.

¿Qué debemos incluir en la cesta de la compra? Hugo Iglesias, dietista y nutricionista vizcaíno, nos da unas pautas básicas para ir al supermercado y no llenar el carro con vicios o con alimentos poco saludables.

El especialista con consulta en Santutxu (Plaza Lauaxeta, 10, lonja exterior) recomienda tener a mano los siguientes alimentos:

• Frutas y verduras: «Por su alto contenido en vitaminas y minerales las convierten en indispensables en nuestra dieta», explica el nutricionista conocido en redes como HugoIglesiasGutiérrez. Hay que priorizar las que estén de temporada en vez de comprar bolsas grandes opta por coger cantidades más pequeñas y variadas. Pero también resultan impresicindibles la piña, la naranja, las mandarinas, el kiwi o las fresas, que son ricas en vitamina C y que nos protegerán frente a enfermedades propias del invierno.
• Verduras: pueden estar ya cocinadas, congeladas o ensaladas ya preparadas, ya que son una forma sencilla y rápida de tener a mano verduras para que no falten en la comida y en la cena. En el caso de las ensaladas, evita las salsas por el exceso de calorías que contienen.
• Conservas: mejor que no vayan en aceite. Son productos fáciles de tomar cuando no tenemos tiempo. Por ejemplo, mejillones al natural, berberechos, maíz, espárragos, alcachofas, sardinas, atún, guisantes...
• Legumbres, arroz, patata y pasta: son la base de la dieta Mediterránea. «Son productos que se conservan durante bastante tiempo en la despensa, fáciles de preparar y de combinar con otros alimentos. Si no tienes tiempo para prepararlos, puedes optar por comprarla ya cocida, los botes de legumbre simplemente cocida son una idea fácil y sencilla para tener a nuestra disposición la legumbre en todo momento», precisa el experto que recuerda que no siempre es necesario utilizarlas para guisos. «¡En ensalada están deliciosas!», aconseja.
• Carnes, pescados y mariscos: comprar bandejas de carne o pescado, y hacer pequeños paquetes -por raciones- para congelarlos. Gambas peladas, sepia, calamares...

Huevos, un 'must'

• Huevos: «No pueden faltar. Su proteína es de alta calidad y es un alimento muy fácil de preparar, en forma de tortilla, cocido o en revuelto».
• Prebióticos y Probióticos. Los prebióticos son carbohidratos no digeribles (oligofructosa e inulina ) que alimentan a las bacterias intestinales beneficiosas. Se pueden encontrar en el ajo, cebolla, puerro, espárrago, alcachofas, achicoria, tomates, plátanos, etc. «Regulan el tránsito intestinal, controlan la glucosa en sangre y ayudan a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos», explica Iglesias. Los probióticos, por su parte, son alimentos que contienen microorganismos vivos beneficiosos para nuestra salud. «Lácteos con bifidobacterias o lactobacilus acidofilus mejoran el sistema inmune y el tránsito intestinal (estreñimiento y gases). Ayudan a mejorar enfermedades del intestino como, enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa», añade el nutricionista vizcaíno. Los podemos encontrar en yogures, leches fermentadas parecidas al yogur y bebidas enriquecidas.

Silvia Osorio

Fuente: El Correo