El centro del bizcocho es lo primer que se hundirá si queda crudo. Getty Images |
Obviar el tiempo necesario de cocción o las cantidades de los ingredientes son algunos de los errores más habituales, según esta experta
¡Ya basta de echarle la culpa al horno si todos tus bizcochos se vienen abajo! En su lugar, conviene analizar los porqués de esta pifia repostera. Moni Ríos, que se autodenomina ‘ingeniera pastelera’ explica en una de sus publicaciones en Instagram (@moniriosc) cómo puedes aplicar esta filosofía a la hora de elaborar tus recetas más dulces para convertirte en un pro de la pastelería. A continuación, te detallamos algunos de los errores de base que pueden llevar a un bizcocho a desmoronarse.
Falta de cocción
Respetar tanto los tiempos como la temperatura de cocción estipulados en las recetas es crucial para impedir que el bizcocho de tu tarta se venga abajo. La falta de cocción no solo estropeará el sabor y la textura del bizcocho, sino que también le reportará fallos a su estructura, según esta experta. Ten en cuenta que lo último que se cocina de un bizcocho es su centro, por lo que, si este no está bien cocido, el bizcocho perderá estabilidad y terminará cayendo por su propio peso.
Pasarse con la levadura
Del mismo modo, la ingeniería pastelera se basa en la medición de todos y cada uno de los ingredientes de un bizcocho. En el caso del polvo para hornear o levadura, conviene no exagerar. Este ingrediente 'mágico' es necesario para que los bizcochos suban, pero en exceso puede provocar que se hunda. Esto se debe a que la levadura no deja de ser un compuesto químico, del cual uno de sus ingredientes, el bicarbonato de sodio, es el responsable de su expansión. Es decir, demasiada levadura genera demasiado gas carbónico que hace que la miga se rompa y que, por tanto, el bizcocho pierda su estructura y se desmorone.
Modificar la receta
“Una receta, si está desbalanceada, también va a tener problemas de estructura”, insiste esta pastelera profesional. De ahí la importancia de respetar las cantidades necesarias de cada ingrediente y de no modificar la receta a nuestro antojo. Por ejemplo, si le quitamos azúcar al bizcocho porque queremos que sea menos dulce, ello también va a restarle estabilidad a su estructura. Es por eso por lo que es importante tener claro qué ingredientes se pueden cambiar y cuál es el sustitutivo ideal.
Los motivos que pueden quebrar la estructura de un bizcocho durante la cocción son diversos y, entre ellos, se encuentran también algunos errores como que la masa esté demasiado líquida o demasiado espesa, el escaso batido de los ingredientes o haber utilizado un molde demasiado grande en proporción a la masa.
CHRISTIAN RODRÍGUEZ
Fuente: La Vanguardia
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